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Caputo y un regreso sin gloria que le pone más suspenso a una transacción internacional

Caputo y un regreso sin gloria que le pone más suspenso a una transacción internacional
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Con lo recolectado en esta transacción, el equipo económico logra su objetivo de cubrir parcialmente la amortización del AL29 y AL30.

Fue un regreso sin gloria para Luis Caputo y su primera emisión en dólares después de ocho años de ausencia. La transacción, que busca ser la "entrada" de un "plato fuerte" que tiene que ser un bono en el mercado internacional (éste no lo fue), tuvo sus particularidades desde el vamos. El oficialismo agitó rumores de tener, de antemano, los US$ 1.000 millones a una tasa de corte del 8,37%. Fue una fantasía que el mercado no se comió. De hecho, cuentan altas fuentes ligadas a la operación, que hubo más bluff. "Durante la licitación trascendió mucho que había US$ 4.000 millones, US$ 2.000 millones al 'ocho alto de tasa' y US$ 2.000 millones al 'nueve alto'. Pero no fue así, hubo US$ 1.400 millones nomás en el libro y tomaron mil. Me parece que la vuelta al mercado de capitales para el Gobierno es más difícil de lo que ellos mismos pensaban", contó.

La sensación, para uno de los colocadores más asiduos en el mercado local que trabajó en las recientes emisiones corporativas, es que al Gobierno se les va a hacer más cuesta arriba de lo que tenían planeado. "El mercado miró dónde estaban los Bonares, y en función de eso, priceó. Me parece que Caputo va a tener que cambiar un poco la estrategia. Pero para mí, la sensación es esa. Que la vuelta al mercado internacional se les está haciendo más cuesta arriba de lo que uno creía", apuntó.

"Las tasas están en los niveles que están, y para que aparezca la demanda hay que convalidarla. Por debajo de lo que la demanda quiere, no aparecen", advirtió. 

El gerente de una ALyC grande, de diálogo con algunos funcionarios de Economía y el BCRA, sostuvo que parte de la "decepción" del mercado es que "cancherean". "Si no hubieran dicho nada y en vez de hacer tanto ruido, no pasaba nada. Vos mismo te ponés la vara muy alta. Entonces después el mercado se siente decepcionado. No deja de ser una colocación local de mil palos, algo que es chiquito incluso para un corporativo argentino. Lo que pasa es que tenés por un lado todos los tuiteros locales, los chupamedia, y el mercado internacional que te dice 'bueno dale a ver, primero quiero ver que se levanten los cepos, que acumules reservas, después te compro bonos'. Pero no se comen la curva", enumeró. 

Lo cierto es que con lo recolectado en esta transacción, el equipo económico logra su objetivo de cubrir parcialmente la amortización del AL29 y AL30. En concreto, el precio de corte se ubicó en US$ 91 por VN100, lo que implica que el Tesoro se hará de US$ 910 millones. Considerando que la amortización conjunta de ambos bonos asciende a US$ 1.187,5 millones, aún quedan US$ 277,5 millones por financiar. Aun así, la foto completa de enero es más desafiante: los vencimientos totales del mes alcanzan US$ 4.215 millones.

La plata saldrá de una potencial nueva emisión (local) para captar más dólares y del famoso Plan B, el REPO con los bancos internacionales. Con eso, más allá de que el Gobierno pueda comprar algunos dólares en el mercado de cambios, se saldará el pago de enero. Quedará ver si el mercado internacional se abre en los primeros meses del 2026 al costo que Caputo quiere. Según UBS, la Argentina enfrenta un difícil perfil de vencimientos de deuda externa en 2026, con obligaciones por US$ 17.800 millones (US$ 8.400 millones en bonos, US$ 4.300 millones al FM, US$ 4.200 millones a organismos multilaterales y US$ 900 millones a acreedores locales). El acceso al mercado voluntario (en monto y tasa) es la clave del 2026. 

Otra clave es si la economía muestra signos de recuperación notoria o si puede haber un escenario dual, donde lo financiero sea más despejado para el Gobierno y la economía real esté en duda. 

"Yo creo que es un equipo económico, Santi Bausili, Toto Caputo, Pablo Quirno y todos los que están ahí trabajando, que en lo financiero no me animo a ponermele enfrente", dice Santiago Bulat, economista de Invecq.

"Lo que ellos tienen en su cabeza es, si yo ordeno la macro, el sector privado se ordenará como se tenga que ordenar. Bueno, y ahí hay un poco el debate, a qué velocidad lo hacés, cómo, si bajás antes los impuestos de abrir la cancha, etc.", sostiene.

Para Bulat, la recuperación de la economía va a ser con mucha heterogeneidad, no solo sectorial, sino provincial. "Muy notorio lo que está pasando y cómo se está desenvolviendo la actividad económica, según a la provincia que vayas. Y este año me tocó viajar un montón y se ve impresionante. Muy distinto Mendoza de Tucumán, que está creciendo el empleo; de Neuquén a Río Grande en Tierra del Fuego, o Comodoro Rivadavia. Es impresionante la heterogeneidad que se está viendo en este momento", advierte.

Si bien hay una especie de escenario dual entre lo financiero y lo real, la baja del riesgo país (si efectivamente se consolida) no tiene solo impacto en lo público. "Más bien, te diría, tiene impacto en lo financiero para las empresas privadas. No es casualidad que salieron a colocar casi US$ 4.000 millones solo en noviembre al exterior. Pero un riesgo país más bajo también te habilita a bajar las tasas de interés locales". 

"Tenemos una tasa alta, también te juega mucho en un costo financiero, o costos de proveedores nuevos, o si abrís la economía, podés llegar a insumos más baratos. Hablar de competitividad solo con el lado de lo laboral o tributario, para mí, se queda corto. Y en ese sentido, tasas más bajas son mucho más sanas para proyectos de inversión", afirma Bulat. 

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