El Gobierno viene agrandado con las proyecciones de inflación para octubre. En el mundo de las consultoras privadas, otrora llamados "econochantas" por el mismo Presidente cuando pronosticaban números indeseados por el oficialismo, ahora hay "héroes" que al fin sí la ven. Están calculando un IPC en torno al 3% mensual algo que, según la peculiar forma de medir la inflación de Javier Milei, estaría casi en 0,5% (3% menos 2 puntos del crawling y 0,5 de la inflación en EE.UU.). 

Más allá de ese cálculo que ningún economista se toma en serio, la realidad es que es innegable el éxito en la desinflación de este plan económico que tiene, como asignatura pendiente más evidente, una recuperación económica que se sienta en la calle. Quizás por eso, el ministro de Economía, Luis Caputo, ahora irreconocible por su vehemencia libertaria, salió a insultar a la oposición y puso otra vez en el centro del ring a Cristina Fernández de Kirchner. 

Caputo, que llamó "delincuentes", "impresentables" y "burros" a la oposición kirchnerista en frente de los empresarios en IDEA (que lo aplaudieron como han aplaudido a cualquier ministro o funcionario que haya ido a esos coloquios en Mar del Plata), deslizó que el peronismo no K está en alerta por el posible regreso de Cristina. "Me dicen 'no queremos saber nada con esta mujer. Nosotros estamos más para estar con ustedes'", contó el ministro. 

Cristina lo cruzó en X a Caputo y después de acusarlos de ser "endeudador serial y hambreador social", lo chicaneó fuerte: "Parece ser mi nuevo jefe de campaña. Debo admitir que mejor no se consigue". La idea detrás de Caputo y el mismo Milei de subir a CFK en la discusión luce ser un arma de doble filo. "Ahora Cristina no existe y no tiene poder. Pero nadie puede saber que pasará más adelante. Esto es Argentina. Si al Gobierno no le va tan bien en octubre del '25 y se empieza a ver que hay alguna remota chance de que vuelvan, a los que están en el mercado los sacan con los pies para delante", describió el director de una ALyC desde su oficina en 25 de Mayo y Sarmiento con vista privilegiada al Palacio Libertad (ex CCK). 

El ejecutivo, de mil batallas y con nexos con fondos y bancos del exterior, recuerda que es la misma estrategia que utilizó el macrismo. "Y así le fue", dice. El mercado es creyente del plan liberal libertario de Milei y los activos argentinos volaron a la par de los superávit fiscales mes a mes. De este piso alto es que la caída, si tan solo asoma el fantasma del kirchnerismo, puede ser total. Un dato que pinta de cuerpo entero el boom que se vivió en el último tiempo. 

"Faltan años luz y se están matando entre ellos", respondió una fuente libertaria sobre el impacto de poner en la cancha a CFK. "No tiene chance de volver, olvidate. Cero", repitió. Lo cierto es que hay encuestas donde, si Cristina logra hacer las paces con Axel Kicillof, puede capitalizar el mayor apoyo (todavía) del peronismo en la Provincia de Buenos Aires. Se lo dijo Federico Aurelio, su consultor predilecto, al mismo Milei: "Pueden arrasar en el país pero perder en la Provincia".

Otra encuesta de la consultora Reyes-Filadoro, que también trabaja para el Gobierno, mostró lo mismo. Cristina tiene fifty-fifty en términos de imagen positiva y negativa en la PBA. El peronismo especula con que si hay fumata blanca con el gobernador, la chances de ganar la provincia son altas. La pelea pasa por la sucesión del poder mientras que tampoco es claro que CFK pueda ser candidata a diputada el año que viene. A mediados de noviembre, la Corte Suprema podría ratificar la condena que recibió por el caso de la obra pública en Santa Cruz. Una sentencia que incluye seis años de prisión y "la inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos". 

Mientras tanto, y según la misma consultora, Milei detuvo la caída que se había iniciado luego del veto jubilatorio y tocó un piso de 44% luego haber mantenido 50% durante prácticamente todo su mandato. El problema es que ahora hay la misma cantidad que aprueba su gestión de la que la desaprueba. Cayendo la primera, subiendo la segunda opción.

La madre de todas las batallas, para que no vuelva el fantasma de CFK y el Gobierno pueda seguir despotricando a la oposición, es que la economía empiece a funcionar. Por ahora, algo que no está tan claro. Diego Coatz, de la UIA, dice que la industria caerá 10% este año y que en 2025 recuperará la mitad. El consumo, que explica el 65% del PIB, sigue en terapia intensiva. 

Según la consultora especialista en consumo Scentia, el consumo masivo derrapó 22,3% en comparación con el mismo mes del año pasado. Si bien estos porcentajes son altos porque la base del año pasado era alta en medio del "plan platita" de Sergio Massa, cuando se mira mes a mes, desde abril hasta ahora los volúmenes están estables, ni caen pero tampoco crecen. Scentia vaticina que octubre y noviembre van a ser muy parecidos porque son los tres meses del año pasado de bases más altas contra 2023. 

La provincia de Buenos Aires representa más de un tercio del PIB y su situación económica es muy complicada. La pobreza roza el 60% y el desempleo está en torno al 7,5% (primer trimestre). El caldo de cultivo, si la economía no pega la vuelta rápido, es inmejorable para el peronismo. 

El fantasma está ahí. 

Quizás sea mejor no llamarlo.