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Luego de un otoño tranquilo, el invierno llegará

Luego de un otoño tranquilo, el invierno llegará
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A partir de julio, la fatal arrogancia de discutir sobre el tipo de cambio real estará aún más presente que ahora.

AI
  • 😎 El presidente Milei critica la idea de estimar el tipo de cambio real de equilibrio en la economía.
  • 💸 Analizar el tipo de cambio real (TCR) es esencial en Argentina tras una hiperdevaluación en diciembre pasado.
  • 🏦 El gobierno acumula reservas sin definir una política cambiaria y monetaria permanente.
  • 🔄 Dos hipótesis: devaluación moderada o mantener el tipo de cambio sin presiones.
  • 💰 Posible estabilidad cambiaria hacia junio, con impacto en pagos en pesos y dólares.
  • 📉 Se plantea la necesidad de corregir el tipo de cambio real y ajustar políticas de inflación e interés.
  • 🇦🇷 El gobierno prepara un programa económico para estabilizar la inflación y definir un régimen cambiario y monetario.

En una parte bastante articulada de su entrevista con Bloomberg, el presidente Javier Milei afirmó que estimar el tipo de cambio real de equilibrio sería un ejemplo de lo que Hayek llamaba la fatal arrogancia de los economistas. Curiosamente, cuando doy clases sobre este tema, arranco con una frase de Joan Robinson, la gran economista de Cambridge (más interesante que Hayek, aunque no sé si el Presidente la conoce) que decía que la noción de equilibrio es una quimera.

Sin embargo, con todas las prevenciones del caso, analizar el tipo de cambio real (TCR) es un ejercicio necesario en una economía como la argentina, luego de una hiperdevaluación muy controversial, como la que se hizo en diciembre del año pasado.

El gobierno logró, hasta ahora, acumular reservas sobre la base de: 

Todo esto ocurre con un gobierno que no quiere (o no puede) definir cuál será el esquema permanente de política cambiaria y monetaria. El acuerdo con el FMI hace de cuenta que seguirá la flotación administrada, pero el gobierno habla de competencia de monedas, con una suerte de dolarización por implosión de los agregados monetarios. La realidad es que nunca hubo una palabra definitiva sobre cómo será el régimen deseado el año próximo. El gobierno ensaya, exprofeso, una suerte de ambigüedad cambiaria respecto al futuro.

Hipótesis 1. El gobierno cede a la presión de las cerealeras y productores y hace una devaluación moderada, aumenta el crawl mensual del dólar y libera algunas restricciones del cepo (IED) y para ello cuenta con fuerte apoyo declarativo del FMI y una pequeña ayuda en DEG como, por ejemplo, 5.000 millones.

Hipótesis 2. El gobierno no cede a la presión de las cerealeras y productores y evita devaluar. Esta es la hipótesis más probable.

Nótese que la cosecha es muy buena y que los productores tienen deudas y stocks bajos luego de la mayor sequía de la historia. Esto los obliga a vender en mayo y junio para normalizar la situación, aunque sea el mínimo posible, y lo demás guardarlo en el silo bolsa (que están en un récord de ventas). Con esta urgencia especula el gobierno. 

En este contexto, se puede pronosticar que se mantendrá una dinámica cambiaria sin presiones de los dólares financieros. Esta dinámica se coronaría con que, a partir del 20 de junio, se transita la "segunda navidad cambiaria" que es la típica necesidad de liquidez en pesos por aguinaldos y donde los tenedores de dólares deben liquidar una parte para sus pagos en pesos. Podría haber una brecha cambiaria nula y hasta negativa.

Esto sería, además, un estímulo para mantenerse en pesos (un tiempo más) para quienes están haciendo algún carry trade en estos meses. Ergo, el gobierno puede llegar al fin de junio con CCL, MEP y blue estables. Convergiendo desde arriba.

A partir de ahí, con pago de importaciones más regularizado y liquidación a cuentagotas del agro y una inflación que terminó de comerse la "ganancia de competitividad" que dio la megadevaluación (sobre todo sí el gobierno persistió en esos tres meses en el 2% de crawl mensual para el dólar oficial), aparecen los grandes interrogantes.

Podrían ser, por ejemplo, corregir de una vez el tipo de cambio real y pasar a un crawl más cercano a la inflación para evitar las subas y bajas de la competitividad y tener una tasa de interés en línea con la inflación.

O sea, un esquema donde la tasa interés sea estrictamente mayor que la tasa inflación con una tasa de crawl más realista. O relacionada con una banda cambiaria que también siguiera un crawl, pero dejando cierta volatilidad. Lo que no parece fácil es que el Fondo permita hacer a Caputo II lo que hizo Caputo I, que fue usar los fondos frescos para una apertura full del cepo, defender la paridad o financiar una eventual fuga del peso. Sería muy raro.

En términos políticos, la cuestión es si el gran accionista que es Biden está ansioso por ayudar a un admirador de Trump y si varios miembros importantes del Board del Fondo desean ampliar aún más un préstamo récord a un gobierno que los ha destratado. ¿Habrá que esperar al segundo año?

Lo más eficiente sería comenzar por permitir pagos anticipados o al contado de importaciones, eliminando o acortando las cuotas. También permitir una mayor compra a personas humanas y empresas, admitir gradualmente la participación cruzada en el MULC y el MEP-CCL para grandes empresas y plenamente para pymes. Autorizar una parte de pagos de utilidades al exterior, permitir transferencias hasta US$ 2 millones o la cancelación anticipada de deudas parece más difícil. Vale aquí lo que dijimos más arriba sobre usar plata del FMI para el Cepo

En resumen, a partir de julio el gobierno deberá establecer un programa económico que organice mejor el esquema de estabilización de la inflación, que asegure la recuperación y también anunciar que eligió (o aceptó) implementar un régimen cambiario y monetario definitivo. 

En todos los casos, la fatal arrogancia de discutir sobre el tipo de cambio real estará aún más presente que ahora.

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