La comercialización de soja está en un piso histórico. Fuentes del mercado explicaron a Ámbito que los contratos forward están en el nivel más bajo de los últimos 10 años. El descenso sostenido en los precios internacionales y problemas para instrumentar el “dólar blend” están impactando de forma negativa, pero al mismo tiempo los exportadores advierten que la promesa del Gobierno de liberar el cepo a mitad de año también demora las operaciones. Anticipan una liquidación de la cosecha gruesa “a cuenta gotas”

Ya desde hace semanas está claro que lo que se había catalogado como una “cosecha récord”, no tendrá esas características. Las estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario advierten un recorte de 2,5 millones de toneladas por la ola de calor que impactó fuerte en los sectores productivos a pesar de las lluvias que cayeron entre el 7 y el 14 de febrero.

Además, según la misma entidad, por la baja de los precios internacionales, en solo dos meses el valor de la producción agrícola argentina perdió unos u$s4.700 millones en comparación a las estimaciones previas. En soja la caída representará unos u$s2.344 millones menos y en maíz u$s1.483 millones. También hay retrocesos menos significativos en trigo, girasol y cebada.

Al mismo tiempo, la persistente baja en los precios internacionales de la soja también trajo una contracción en las ventas: “la soja está a la baja, no deja de bajar, el productor cuando ve esa tendencia en general se rehúsa a vender porque siempre cree que su producción puede valer más”, sintetizó un experimentado empresario del sector en diálogo con Ámbito.

Con este escenario, la reciente promesa del ministro de Economía, de Luis Caputo, y del presidente Javier Milei de liberar el cepo para el segundo semestre del año es celebrada por los productores locales, que creen que podrían recibir un tipo de cambio más atractivo. Por eso mismo, eligen demorar sus ventas lo máximo posible. Así, “los contratos forward están en el nivel más bajo de los últimos 10 años”, explicaron desde el sector exportador.

Nadie puede quejarse, los incentivos así están dispuestos. A la caída de precios y la contraproducente promesa del Gobierno, se suma la dificultad que hubo para fijar contratos haciendo uso de las cotizaciones del esquema “dólar blend”. Hecho que fue parcialmente subsanada con un acuerdo entre BCR y Matba Rofex para facilitar la formación de precios para las operaciones futuras.

Con todo en el sector exportador siguen de cerca los datos de declaraciones juradas de ventas al exterior que muestran una baja sensible en cada uno de los segmentos en la comparación interanual. Y avisan que hasta la apertura del cepo la liquidación de la cosecha gruesa será “a cuenta gotas”.