El cuerpo de Doris Cappenberg, escritora destacada en la región, fue encontrado el viernes por la tarde en la costa del río Dolores, entre las localidades de Capilla del Monte y San Esteban, en Córdoba. Llevaba tres días desaparecida. Antes de perderle el rastro, se supo que la victima había hecho una transacción financiera importante. La policía descubrió el cuerpo en bolsas de residuos, con evidentes signos de violencia y agresión.

El hallazgo se produjo después de que se recibiera una denuncia sobre bolsas de consorcio sospechosas en la costa del río Dolores. El personal de la Departamental Punilla Norte, junto con la Policía Científica, acudió al lugar y confirmó la identidad de la víctima.

Las autoridades están analizando huellas de un vehículo y están en proceso de recuperar material de cámaras de seguridad para esclarecer el caso. La Fiscalía de Cosquín, a cargo de Paula Kelm, está a cargo de la investigación.

La escritora llevaba varios años radicada en Capilla del Monte, donde vivía en un domicilio del barrio 9 de Julio. Según lo que trascendió, los familiares de la víctima informaron que la escritora debía cambiar una gran suma de dinero, lo que podría haber llamado la atención de sus agresores.

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La hipótesis más fuerte es que Cappenberg pudo haber sido secuestrada y torturada antes de ser asesinada, dado que la víctima presentaba "claros signos de violencia y agresiones". 

Hasta el momento, se han llevado a cabo entrevistas con familiares, amigos y allegados de la víctima con el fin de identificar posibles motivos y sospechosos que pudieran estar vinculados al asesinato.

Acerca de la trayectoria de la autora, se conoció que hasta el momento de su muerte contaba con tres obras editadas tituladas “Satsang”, “Vínculos” y “Hágase tu voluntad”.

Incluso, Doris Cappenberg, originaria de la localidad bonaerense de Adrogué, era reconocida en el ambiente por ser una de la referentes argentinas de la escritura saibabenses, la cual está inspirada en el fallecido gurú indio Sathya Sai Baba, quien es considerado como un santo y encarnación de Shivá, el dios hindú de la destrucción, la danza y la meditación.

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El amor que había desarrollado por el líder religioso la llevó a visitar la India,  donde consagró el lazo que la unía al yogui. “Cuando fui a la India, me pasaron muchas cosas y estuve dos meses la primera vez. Cuando volví iba al centro de Sai Saba y la gente daba ‘satsang’ que quiere decir testimonio”, contó en una entrevista que brindó en 2022 para el youtuber Adrián Maggi sobre cómo nació su primer libro publicado.

“Me era muy difícil contar el sentimiento y hablar de Baba porque todavía no lo tenía claro. Lo único que sentí fue una gran responsabilidad. Lo ví y lo único que hacía era llorar”, recordó sobre ese freno que la llevó a poder explayarse a través de las palabras. A partir de esa experiencia transformadora, la autora reveló que fue un antes y un después para ella, por lo que dedicó el resto de sus días a difundir la palabra y las creencias que impartía Sai Saba.

LT