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10 + Messi: cómo Scaloni transformó a la Selección y minimizó la dependencia

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  • ⚽️ **Era post Messi**: Argentina se prepara para afrontar el futuro sin Messi, que se producirá en 406 días.
  • 🌟 **Logros de Scaloni**: El técnico Lionel Scaloni ha logrado importantes victorias, como la goleada a Brasil y el título de Copa América.
  • 👥 **Dependencia y necesidad**: Aunque Messi sigue siendo fundamental, los jugadores han aprendido de su liderazgo y profesionalismo.
  • 📊 **Eficiencia sin Messi**: Bajo Scaloni, Argentina ha obtenido un 81,82% de puntos en partidos sin Messi, superando sus promedios con él.
  • 📈 **Continuidad en el proceso**: Se sienten cambios y un equipo en evolución similar al de José Pekerman en el pasado.
  • 🌍 **Sin una nueva estrella**: La selección no buscará un nuevo ícono como Messi, sino enfocarse en el trabajo colectivo del equipo.
  • 🏆 **Fórmula exitosa**: La estrategia de Scaloni ha sido hacer del equipo un conjunto cohesivo, no dependiendo de una sola estrella.
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"Después de Messi, ¿qué?”. Diego Maradona hacía una pregunta “desde el corazón” para cerrar su último libro. Nueve años después, Lionel Scaloni parece haberle encontrado una respuesta.

Porque nuestro fútbol iniciará la era post Messi, de máxima, dentro de 406 días. Y si bien nada podrá evitar cierta sensación de desamparo cuando el capitán deje la Selección, las consecuencias del proceso que Scaloni ha llevado adelante en sus casi siete años de gestión prometen atenuar el duelo.

La histórica goleada contra Brasil en el Monumental, el triunfo con overol frente a Uruguay en el Centenario o el título obtenido en la Copa América habiendo perdido al #10 por lesión en el fragor del partido son algunos de los frutos maduros del árbol plantado por Scaloni.

Argentina celebra el fin de la dependencia, no de la necesidad. Leo sigue siendo vital en la estructura, es el Maestro Splinter de un grupo de Tortugas Ninja que crecieron con su leyenda. Que ahora aprenden de su sabiduría, se contagian de su profesionalismo y premian su resiliencia. Pero que forman parte de una Selección (un equipo) moldeada por Scaloni con Messi, y no para Messi.

El paradigma empezó a cambiarse en el momento justo -y de manera programada. Desde que Leo debutó ante Hungría en 2005, la Selección disputó 261 partidos y sacó el 69,7%.

En promedio siempre ganó más con Lionel (70,6%) que sin él (67%). Hasta que paradójicamente el panorama se invirtió: ningún otro técnico perdió tantas veces a Leo como Scaloni. Ni en partidos tan valiosos. Pero tampoco hubo otro que resolviera esa baja con tanta eficiencia.

En este ciclo la Argentina consiguió un altísimo porcentaje de puntos sin Leo (81,82% en 22 partidos), cifra levemente superior a la media (77,52%) y al promedio con el capitán en cancha (76% en 64 juegos).

Como para dimensionar la influencia de Leo en otros tiempos con éxito reconocido, si bien Alejandro Sabella ganó el 73,6% de las unidades durante su etapa como técnico de la Selección, el contraste entre tener o no a Messi con Pachorra fue evidente: prescindiendo del capitán sacó el 51,8%, mientras que con él logró el 79,2%.

Es ahí donde el proceso Scaloni fue efectivamente largoplacista.

Como en la era de José Pekerman en las Juveniles -de la que tanto el actual entrenador como sus laderos son hijos- en la Selección ya flota la sensación de continuidad.

Si con José había un Malasia 97 para potenciar lo hecho en Qatar 95, con el pujatense ocurre algo similar: emergió Enzo Fernández ante un bajón de tensión de Paredes, irrumpió Alexis Mac Allister ante la lesión pre Mundial de Lo Celso, explotó Julián Álvarez en plena emergencia de un Lautaro Martínez desinflado en 2022, brotó Thiago Almada en proyección y ahora pegó el estirón justo en un derbi rioplatense... De esa suma nació un equipo hecho genéticamente para acunar a Messi. Y eventualmente funcionar sin él.

“Al final, es tratarlo como uno más en muchas cosas, sabiendo que no es uno más. Tenés el as en la manga que quiere competir y quiere ganar”, resumía su secreto el deté en una entrevista con el periodista español Siro López.

Scaloni trabajó, en efecto, comprendiendo las necesidades de Messi: tener a su lado a talentos que jueguen al fútbol igual de bien que Leo. Se lo enseñó la experiencia que adquirió como compañero del rosarino en Alemania 2006 y luego como ayudante de Jorge Sampaoli en 2018. Al conducir a la Mayor, apoyó sus decisiones en su experiencia. Con efectos colaterales positivos.

Como el maquillar una ausencia de tanto kilaje como paso previo a la supervivencia si el líder. Atenuando el drama que auguraba Maradona al pensar en qué sería del futuro argentino sin el capitán.

El relevo de Messi, para la alegría del futbolero y de Diego, no será un jugador de época. No se apelará a una estrella única e inigualable, un nuevo superhéroe. Ya no dependerá de lo que puedan hacer los próximos ilustres que han aparecido.

Ni los que apuntan a ganarse un lugar en el Mundial 2026 (Franco Mastantuono, con 17 años, es el ejemplo de otros tantos) o las joyitas que van creciendo en el nido de las Sub 17 y Sub 20.

La solución en todos los casos será el funcionamiento colectivo, del mismo modo que no existen constelaciones que brillen por una sola estrella. Y es que Argentina ensayó a lo largo de dos décadas esa fórmula con distintos jefes de laboratorio. Y ninguna dio tanto resultado como la que firmó Scaloni: hacer que la Selección fuera 10 + Messi y, ya no un onírico Messi + 10, decantó en que algún día no se sienta tanto el final de la leyenda.

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