A Maxi Salas le bastaron apenas diez días en River para —como dijo Marcelo Gallardo— “aportarle una energía diferente al equipo”. Como si el destino hubiera estado marcado de antemano, una foto publicada en su vieja cuenta de Facebook parece anticipar esta conexión entre amos: con el pelo largo, al estilo de la década pasada, se lo ve posando junto al DT en una imagen borrosa pero reconocible. “Fue cuando jugaba en Argentinos Juniors, no sé dónde se habrán cruzado”, explicó Diego Mazzilli que, en aquellos tiempos, desempeñaba como captador del Xeneize. Porque, sí: en su etapa formativa, Salas también tuvo un paso por Boca.

El camino de Maxi Salas en el fútbol formativo se teje con pasos breves pero intensos por tres grandes semilleros. Su historia comienza en Boca, donde llegó tras deslumbrar en una prueba multitudinaria en el club Victoria de Curuzú Cuatiá, su tierra natal. “De 500 chicos, dije ‘éste’”, recordó Diego Mazzilli en diálogo con TyCSports, como si aquel pibe zurdo, valiente y encarador ya llevara escrito el destino en los botines. Sin embargo, cuando parecía asentarse, un cambio de coordinadores en el Xeneize lo empujó a buscar nuevos rumbos. Se fue a Argentinos, donde jugó en la Liga Metropolitana, y más tarde desembarcó en All Boys, ya en edad de Séptima División, donde finalmente quedó fichado en AFA y alcanzó la Primera.

"Es un jugador que nos da una energía diferente, que era lo que nosotros estábamos necesitando. Además, puede moverse a lo largo de todo el frente de ataque. Eso coincide con la búsqueda de refrescar el ataque con un futbolista de alternativa diferente a los que teníamos y que puede jugar en todo el frente de ataque. Lo bueno también es que haya llegado y haya podido adaptarse rápido, es una persona también noble que tiene la posibilidad de llegar, relacionarse rápidamente con todos y generar un buen vínculo y energía", fueron las palabras del entrenador para felicitar el rendimiento de Maxi luego de la victoria ante Instituto.

Aunque no hay registro exacto de dónde ni en qué contexto se dio la foto entre ambos, hay algo que excede lo anecdótico: desde que llegó a River, el entendimiento fue inmediato. Gallardo le dio minutos y Salas, por su parte, respondió con entrega y atrevimiento, como si conociera de memoria el libreto del técnico. Tal vez por eso, más que una casualidad, lo suyo parezca una historia que simplemente retomó su curso.