Lo que parecía lejano hace un tiempo por el final del Apertura, el Mundial de Clubes y el inicio de este semestre, ya está prácticamente en un abrir y cerrar de ojos: dentro de 15 días, River abrirá la serie de octavos de final de la Copa Libertadores contra Libertad. Una instancia en la que no puede fallar y para la que por estas horas está todo dado para que tenga hinchas en la ida en Asunción.

Aún a falta de la confirmación oficial y de que luego desde el club informen cómo será el mecanismo de venta de entradas, lo más probable es que el equipo de Marcelo Gallardo pueda contar con el apoyo de 4.000 fanáticos en el estadio La Huerta, que tiene una capacidad de 14.000 espectadores. Ahí es donde River jugó el primer encuentro de aquella recordada serie de octavos de final de la Sudamericana 2014 (triunfo 3-1 con goles de Sánchez, Driussi y Simeone), en el que hubo un extenso corte de luz justo antes de que Hernán Rodrigo López tuviera la posibilidad de patear un penal para poner el 2-0 (se fue desviado).

Como el reglamento de la Libertadores indica que los estadios en los que se disputan los octavos deben tener un aforo mínimo de 20.000 personas (7.500 para fase preliminar, 10.000 para fase de grupos, 20.000 para octavos y cuartos y 30.000 para semifinal), en principio la ida de esta serie que se definirá el jueves 21 de agosto en el Monumental iba a disputarse en el Defensores del Chaco, pero Libertad pidió un permiso especial para mantener la localía que fue otorgado por la Conmebol.

La Huerta tuvo una remodelación durante el 2024 gracias a una ayuda económica de la Conmebol ("Hubiera sido imposible encarar una inversión económica de este tipo sin eso", reconoció un dirigente de Libertad): entre los principales cambios se destacan la ampliación de la capacidad, una renovada lumínica LED que llega a 2.300 luxes (Conmebol exige 1.300 de mínima), vestuarios más modernos y mejoras en el césped.

River -  

Fue por la Sudamericana 2014.