El fútbol da revancha, y si no que lo diga Kylian Mbappé. En el mismo Estadio Lusail de Qatar donde, hace dos años, sufrió una derrota que lo dejó a centímetros de la gloria mundialista contra la Argentina de Messi, el crack francés tuvo su revancha. Esta vez, con la camiseta del Real Madrid y en la final de la Copa Intercontinental, Mbappé fue el gran protagonista al convertir el gol del 1-0 que abrió el triunfo Merengue ante el Pachuca de México, asegurando el título internacional número 32 para el club español (resultado final 3-0)

El reloj marcaba dos años exactos desde aquel 18 de diciembre de 2022, cuando Mbappé la rompió con un hat-trick histórico en la final del Mundial pero terminó con la medalla de subcampeón tras la épica definición por penales. Ahora, el atacante de 24 años escribió otro capítulo dorado en su carrera, y el Lusail, que alguna vez fue testigo de su desconsuelo, esta vez lo vio levantar un trofeo que no tiene que ser menospreciado por su relevancia histórica.

El gol que definió la historia llegó tras una jugada al mejor estilo galáctico. Vinícius Jr. hizo su magia por la banda, dejando en ridículo a un par de defensores mexicanos, y metió un centro quirúrgico por el piso para que Mbappé, siempre al acecho, se quedase solo abajo del arco y empujase la pelota para el 1-0, que fue clave para que el Merengue abra un partido trabajado, coronara su favoritismo y se quedara con una copa que puede no tener el peso de una Champions, pero sí carga con toda la mística de enfrentar a equipos de distintas partes del mundo.

Pero Kylian no estuvo solo en esta "revancha simbólica". En el equipo merengue también dijeron presente Aurelien Tchouaméni y Eduardo Camavinga, otros dos sobrevivientes de aquella final mundialista contra la Scaloneta. Entre los tres, llevaron el orgullo francés al Lusail y se sacaron, al menos un poquito, el sabor amargo que les había dejado el partido de hace dos años.

Del lado del Pachuca, las cosas fueron distintas. Los Tuzos llegaron con la ilusión de dar el batacazo y sumar el título más importante de su historia además de llevarse un jugoso premio económico a sus arcas (algo que para equipos del resto del mundo es un montón), pero se encontraron con un Real Madrid que, aún sin pisar a fondo el acelerador, les mostró la diferencia de jerarquía. Para los mexicanos, el consuelo quedó en los 6 millones de dólares que les dejó el torneo y el aprendizaje de haber jugado contra el actual campeón de Europa.

Así, Mbappé y compañía escribieron un nuevo capítulo en la historia del Lusail, un escenario que siempre tendrá un lugar especial para los argentinos pero que, ahora, también será recordado como el lugar donde Kylian se reencontró con la gloria. Quizás no fue una final del mundo, pero para Kylian, dos años después, la sonrisa vale igual.

Real Madrid -  

Fuente: DSports

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