"Y dale dale Boca, dale Boca, y dale dale Boca...", tararean unos periodistas españoles en el entrenamiento del Real Madrid, casi sin darse cuenta, después de haber estado en el debut ante el Benfica. "Sinceramente, fue un ambiente increíble. Sin duda, uno de los mejores de mi carrera", dice Harry Kane después de ganar 2-1. Es que Boca hizo historia, más allá de los resultados, por su gente. Que escribió un nuevo capítulo de pasión, fanatismo y exhibición delante de los ojos del mundo.

Si la Bombonera es una de las grandes atracciones y atrae turismo a la Argentina, esta vez Boca salió de gira, llevó la Bombonera a Miami y allí montó su espectáculo de cada fin de semana. Con 50.000 personas confirmadas por Gianni Infantino tras el primer juego y casi 60.000 para el segundo, en el primer "full house" del estadio Hard Rock en este Mundial de Clubes. Y eso que el miércoles se había presentado el Real Madrid...

Boca fue cantidad de hinchas pero sobre todo el color y el sonido. Porque en el estreno de Inter Miami fue un teatro sólo descolocado cuando se empezó a escuchar "el que no salta se fue a la B" y aparecieron un par de fantasmitas en medio de la gente por los Xeneizes que habían ido a ver a Lionel Messi. De hecho, el propio Leo levantó la cabeza en medio del partido para ver de qué se trataban esos gritos en las tribunas.

Boca Juniors -  

Olé.

Lo mismo ocurrió en la presentación del Madrid, supuestamente el único partido con entradas agotadas. Apenas hubo dos momentos en los cuales amagaron con algún cantito de los clásicos del club español.

El público xeneize no paró un segundo, borró a las parcialidades rivales y enloqueció a todos con eso. "No paraban de cantar", se sorprendieron los medios alemanes tras la exhibición de La 12, que esta vez llevó más bombos y más banderas que en el estreno.

"Sin duda, parecía un partido de visitante. Su afición era muy, muy ruidosa. Para ser sinceros, fue una gran experiencia jugar frente a ellos. Y creo que eso es lo que hace que una victoria sea aún más especial, porque se siente como una buena victoria de visitante", agregó Kane. "Están locos, en el buen sentido", aportó Serge Gnabry.

Incluso, el histórico arquero Manuel Neur, cuando terminó el partido, agarró su toalla del arco, se dio vuelta y aplaudió a la tribuna de Boca que había tenido detrás durante todo el segundo tiempo.

Harry Kane -  

Tras el triunfo por 2 a 1, el delantero del Bayern Munich 🇩🇪 se refirió a los fanáticos del Xeneize. "Hay que reconocer el mérito de los hinchas de Bayern, pero fue difícil con tantos hinchas de Boca", expresó Kane

Por Ramiro Scandolo desde Miami

La FIFA se enamoró de esa hinchada. Con sus publicaciones en redes, con la palabra del propio Infatino. "¡Qué locura! Gracias y felicitaciones a cada uno de ustedes por alentar con corazón y energía", dijo días atrás.

También el prestigioso New York Times le dedicó una nota a la hinchada xeneize en un país en el que las pantallas de los sports bar estuvieron con las finales de la NBA y NHL, más la temporada de la MLB, pero nada del Mundial de Clubes. "La locura irresistible de Boca Juniors", fue el título. "Revolucionaron el torneo. Una competición sin significado para algunos, lo es todo para ellos", agrega la nota.

Boca Juniors -  

Una multitud de hinchas xeneizes volvieron a pintar las playas de Florida de azul y oro, en la previa del duelo frente a Bayern Munich por la fecha 2 del Mundial de Clubes

Los banderazos también aportaron lo suyo, con la playa de la avenida Collins y la calle 80 copadas por los Bosteros antes de cada partido. En la arena y en el agua, con gorritos, banderas, camisetas. Metidos en el mar hasta el cuello. De la tarde hasta entrada la noche. No una vez, sino dos.

La realidad es que hubo momentos locos e inolvidables. Uno de ellos fue con Sebastián Battaglia metido en el mar, los hinchas que lo reconocieron y empezaron a ovacionarlo. Y terminaron gritando con Boca mientras revoleaban sargazo al aire.

Sebastián Battaglia -  

@gonzalosuli - enviado especial Olé.

Pero también la imágenes de una montaña rusa en Epic, uno de los parques de Universal en Orlando, repleta de camisetas de Boca. Cantitos de cancha en los boliches de Miami a las 6 AM. Los shopping reventados con grupitos cantando dentro de los locales. Y lo mismo en las grandes cadenas de supermercados estadounidenses.

En cualquiera de esos lados, pasa algo increíble: basta que uno encienda la chipa con un "y dale Boca, dale dale Boca" para que aparezca otro detrás de una gondola y provoque una reacción en cadena que no se detendrá por un buen rato.

Histórico Boca: quedará como la vez que llevó la Bombonera a Miami y maravilló al mundo