"¿Hay remordimiento porque Boca jugó mucho mejor con Bayern y Benfica, y se le escapó, y hubiera llegado de otra forma a este último partido?", preguntó un periodista italiano tras el empate 1-1 ante Auckland City y la eliminación del Mundial de Clubes.

Miguel Ángel Russo, sentado frente a las cámaras en la conferencia de prensa, golpeado, cansado por el calor agobiante y tal vez el final, tocándose permanemenente la cara, mostró una leve sonrisa y dio su respusta: "La palabra remordimiento por ahí la cambio, entiendo lo que querés decir, seguro que esperábamos otro final, hay un montón de factores que estuvieron en juego".

El capitán Edinson Cavani, por su parte, se paró frente a las mismas cámaras en la zona mixta y, muy sincero y gesticualando mucho, moviendo permanentemente sus brazos, se puso a explicar "los detalles" por los que a Boca no pudo seguir en la competencia.

¿Cuál sería el remordimiento o lamento, si esa es la palabra correcta para esta eliminación? ¿Cuáles serían los detalles? Seguramente, los momentos en los que Boca pudo asegurarse la clasificación, realmente la acarició, y se le escapó de entre los dedos de las manos. Porque eso es innegable: la tuvo, la sintió varias veces, pero no la pudo sostener. En su mayoría, por errores propios muy puntuales.

1) El fino penal que el árbitro le da a Benfica sobre el final del primer tiempo, con el partido 2-0 para Boca y pasando muy poco. Por avivada de Otamendi y descuido de Palacios al querer rechazar y tocar al rival.

2) Lo temeroso y dubitativo que se puso el equipo cuando ganando 2-1 expulsaron a Belotti y quedó con un hombre más.

3) Ayrton Costa venía jugando un partido como Sergio Ramos de hace una década cuando se comió una cortina y perdió a Otamendi en el cabezazo del 2-2; y 5) La expulsión inexplicable de Nicolás Figal, reprochada por Russo, que dejó al Xeneize en problemas por el resto del torneo.

"Con Benfica un gran primer tiempo, por ahí nos confiamos un poquito de eso, un penal polémico, son detalles que parecen excusas, pero los detalles hacen la diferencia", opinó Cavani tras el 1-1 ante Auckland City.

1) La postura de Boca frente a los alemanes no fue la mejor, sufriendo durante el primer tiempo, simplemente esperando casi sin poder salir.

2) La mejora en el segundo fue notoria, emparejando y llegando al empate de Merentiel, pero otra vez -como en toda la competencia- costó sacar una pelota que quedó boyando en el área y llegó la derrota dolorosa sobre el final.

"Hubo pocos detalles que no pudimos sacar esa diferencia y contra Bayern era tranquilo, estábamos manejando y de una jugada rebotada viene el segundo gol que nadie veía por ningún lado", explicó el Matador.

El resultado frente a un rival amateur de Nueva Zelanda roza el papelón, más allá de que Cavani dijera que "no fue decepcionante", el justificativo de los tiros en los palos, la demora por la tormenta y el resultado de Benfica. Boca debió ganar -golear- en su partido como lo hicieron Bayern y los portugueses. Después, si no clasificaba, hubiera sido otra historia.

El final contra Auckland terminaría empañando todo lo bueno que había mostrado en los primeros dos partidos frente a potencias de Europa.