Las palabras, las intenciones y las decisiones suelen ir hasta un límite, que es el que marcan los hechos. Por eso, todas las ganas que Miguel Ángel Russo y Leandro Paredes puedan tener en la previa para el debut del volante con la camiseta de Boca se chocarán contra la lo que la realidad vaya mostrando. Y en ese sentido, la noticia de la práctica del lunes fue positiva en ese sentido.

Es que el Campeón del Mundo fue parte de la práctica de fútbol que el cuerpo técnico organizó con los jugadores que no estuvieron presentes ante Argentinos. Sí, un paso gigante en su tercer día de entrenamiento junto a sus compañeros. Y un paso inmenso en la posibilidad de verlo el viernes en el partido por la segunda fecha ante Unión.

Sí, aunque desde el discurso los protagonistas intentaron ser cautelosos, ninguno ocultó las ganas de que el estreno sea cuanto antes. Y -encima- lo visto en cancha ante Argentinos fue un buen disparador para que la expectativa por ver a Paredes en cancha cuanto antes sea más fuerte que nunca.

En cuanto al ensayo en cuestión, Paredes fue un clásico número 5 en un mediocampo con tres hombres y -contemplando que los habituales titulares hicieron solamente trabajos regenerativos- un esquema que varió entre un 4-3-3 y un 4-3-1-2, con Agustín Martegani alternando entre el extremo izquierdo y una especie de enlace y con Lucas Janson de 9.

Claramente, un equipo que no tendrá ni cerca un parecido con el 11 que salte a la cancha en la Bombonera, pero que da el inidicio que mucho de lo que pase dentro de la cancha girará en torno a LP.

Casi como la decisión de Russo de organizar un fútbol formal el día siguiente al de un partido oficial. Claramente, lo visto en La Paternal dejó muchos interrogantes, y la cercanía del próximo encuentro se presta a trastocar los planes para llegar de la mejor manera.

En ese sentido, otra señal de la necesidad de dar un golpe fue la presencia en el mismo ensayo de Ander Herrera, quien podría volver a sumar minutos si completa bien la semana.