La lista se hizo esperar, tanto que hubo que deducirla de la foto oficial. Y además, necesitó de las matemáticas. Sumar, conjeturar y llegar a una conclusión: falta uno, uno más. ¿Y no jodemos más? Y, si se da, claro que sí. Pero para contar esta historia hay que ir por partes antes de plantear la chance de que Leandro Paredes llegue a Boca y lo haga de manera inmediata, para jugar el Mundial de Clubes.

Primero, por el indicio que dio la certeza de que entre los 29 nombres que posaron para la imagen oficial, más los dos que están afectados a sus respectivos seleccionados (Luis Advíncula y Lucas Blondel), el lugar reservado para ver si Ayrton Costa se puede sumar y los dos refuerzos al caer (Marco Pellegrino y Malcom Braida), la suma da 34. 34 jugadores para 35 plazas. Y sí, falta uno.

La jugada, si bien no conlleva tanto riesgo dado que la lista es generosa en cantidad, deja en claro que la apuesta es por el volante de la Selección. Y -de a poco- los rumores que instalaban que se venía una oferta van dejando huecos por donde espiar. Por ejemplo, la permanencia de Juan Román Riquelme en Argentina demorando su llegada a Estados Unidos, en pos de seguir esas charlas entre otras responsabilidades que tiene el presidente de Boca.

Acto seguido, las voces que quedaron en Ezeiza y le confirmaron a Olé el lunes por la mañana, mientras el plantel aterrizaba en Miami, una posibilidad hasta hace poco impensada. "Veremos si llega al Mundial". Boom. Bomba detonada, que llega acompañada de un "si no será después, a la vuelta", señal de negociaciones avanzadas.

En ese sentido, la idea de Riquelme, igualmente, es poder consensuar la llegada del volante sin presionarlo para que sea ya mismo. Entiende que los tiempos para que Paredes juegue el Mundial de clubes están recortados, porque en pocos días hay que resolver todo: su salida de la Roma, su nuevo contrato y su viaje a Miami. Pero hará el intento. En todo caso, para el segundo partido, contra el Bayern Munich, todavía queda un tiempo más: 11 días. Por algo se dejó el casillero 35 vacío en la lista.

Está claro que Boca quiere terminar de cerrar a Paredes para este mercado. Y si no es para el Mundial de Clubes, será para el torneo Clausura o la Copa Argentina, dos objetivos en los que el Xeneize se juega la participación a la Copa Libertadores 2026. Por lo tanto, no puede fallar. No hay margen de error, porque la otra chance sería por la tabla anual (que hoy lo tiene tercero, en el último pasaje directo), pero la última experiencia entrenando por ese camino no fue la mejor: se metió por la ventana para jugar la fases previas.

La gestión de Boca, claro está, coincide con la presencia de Paredes en el país, listo para jugar para la Selección ante Colombia. Por lo cual, también la chance asoma como única, porque después el volante tiene proyectadas sus vacaciones. Incluso, como él mismo contó: viajar al Mundial de Clubes como espectador, una situación que podría cambiar drásticamente y hasta podría tenerlo como protagonista.

Por lo pronto, en lo que a la Selección se refiere, el volante cumplió con la fecha de suspensión por amarillas en el encuentro ante Chile (ni siquiera viajó a Santiago) y este martes volverá a ser titular ante Colombia, en el Monumental.

Leandro Paredes -  

Créditos: officialasroma

Seguramente, después del partido, algo dirá de esta nueva situación de Boca, sobre todo si hay avances. Previo a Chile, habló para Telefé y tiró la pelota afuera, para no decir nada que complique la negociación. “Prefiero no hablar, cada vez que uno habla, sea bueno o no, se generan expectativas. La gente está muy ilusionada y prefiero que las cosas pasen. Y si se tiene que dar, se dará”, sostuvo. ¿Qué dirá ahora?