Que Edinson Cavani disfruta su estadía en Boca desde que pisó el país no es ningún secreto. Esa efervescencia con la que lo recibieron los hinchas y todo el amor que le brindaron, en las buenas y en las malas, lo convirtieron en el símbolo del equipo, en la identificación que la gente siempre necesita dentro de la cancha. Por eso el delantero tiene una obsesión, un sueño. Algo que muchos jugadores del plantel ya vivieron pero el anhela sentir en carne propia.

“Todos queremos salir campeones. Hay que tener ganas de prepararse para eso y a mí nadie me las va a quitar. Lo dije desde el primer momento que llegué a Boca. Es mi mayor deseo. Estuvimos muy cerca el año pasado de conseguir un logro importantísimo para el club. Esperemos que nos toque esta vez”, le confesó el goleador a Desde la Boca (la nueva revista oficial de 52 páginas que el club estrena este martes), en el contexto de un equipo que no tiene por delante ese objetivo máximo que es la Copa Libertadores.

Claro, lo que sí está en juego es la posibilidad de ganar la Copa de la Liga en pocas semanas. Para eso, Boca tendrá que ganarle a Godoy Cruz y meterse con esa victoria entre los ocho mejores. Para Edi, es parte de la identidad de cualquier jugador xeneize: "El objetivo primario de un club grande como este es llegar a las instancias decisivas de todos los torneos. El fútbol es más tú que el otro. Depende de cómo hagas las cosas", expresó el delantero.

En cuanto a sus sensaciones como jugador de Boca respecto del trato de los hinchas, Cavani se anima a comparar, con todo lo que implica para alguien de su experiencia... “Yo presentía lo que era Boca. En Manchester son eufóricos, pero en la calle es diferente. Lo que más se le acerca a Boca es Nápoles, por la historia, por el tipo de ciudad y por los jugadores que han pasado”.

Sin embargo (y sin dejar de reconocer que el aguante de la gente se mantuvo aún en la época en que no la metía), el Matador no se olvida de los incondicionales: “Los más cercanos, los invisibles para la gente, son muy importantes. Confían en todo momento, bancan cuando te ven triste. Son fundamentales, incondicionales. Te dan equilibrio. Por eso uno primero piensa en ellos a la hora de dedicar una alegría”, valoró.

En un tono un poco más íntimo, yendo a lo más profundo de sus sentimientos, Cavani aprovechó para abrir el análisis de su carrera y dejar un mensaje para los más jóvenes: “El equipo es la segunda familia. Acá aprendés a convivir con jóvenes, grandes, técnicos, dirigentes, doctores. Aprendés a soportar presiones, a superar adversidades. Un día vamos a dejar de jugar. Debemos tomar toda nuestra campaña como un constante aprendizaje. Las situaciones que pasamos acá las afrontaremos después del retiro”, expresó convencido.

#DaleBoca 🔵🟡🔵#CopaDeLaLiga pic.twitter.com/wI4mqhplCq

El uruguayo contó que durante su estadía en Francia, cuando pertenecía a las filas del París Saint Germain, tuvo la oportunidad de cruzarse con Carlos Bianchi, ídolo y emblema de Boca, y que también pasó por el cuadro parisino durante su época como jugador. Sin embargo, pese a que el fútbol francés lo que los unía, Boca fue el tema neurálgico de la conversación.

“Yo le pregunté por esas épocas tan maravillosas que vivió acá. Él fue muy diplomático, muy cuidadoso. Para mí resultó emocionante el encuentro con un hombre tan grande para el club. Me habló de varios temas y de todo lo que representaba Boca en la Argentina”, comentó el goleador, que tal vez quedó encantado con lo que le contó el Virrey acerca del conjunto xeneize.