Que Franco Colapinto no corra en la Fórmula 1 durante el próximo año podría ser un golpe más que duro para sus aspiraciones. De hecho, sus managers se habían mostrados convencidos y hasta hubo negociaciones con varios equipos para un posible traspaso. Sin embargo, Williams se mostró inflexible en las condiciones solicitadas para su liberación, hecho que complicó cualquier tipo de cambio de rumbo. Además, la firma con base en Grove ratificó a Alex Albon y rompió el chanchito para contratar a Carlos Sainz. Por ende, todo ese combo liquidó el sueño cercano de continuidad. Si bien era consciente de que no sería sencillo y de que la planificación inicial estaba puesta en las nueve carreras de este 2024, su irrupción fue tan fuerte que mareó (positivamente) a toda la categoría reina. Movió todos los cimientos.

Su futuro cercano parece que lo verá como piloto de reserva de Williams. Su función pasará por visitar los circuitos, conocer a fondo las pistas con los simuladores, darle referencias al equipo para saber qué hay que corregir y también probar autos de viejas generaciones para seguir incorporando kilómetros de experiencia. "Si no corro, voy a ser el mejor piloto de reserva que va a haber", confesó en una charla con Urbana Play. Para muchos argentinos (incluso para el propio Franco y su grupo de trabajo) suena a poco cuando cada domingo programaban el despertador para verlo correr. Ni hablar para aquellos que viajaron a cualquier destino con tal de alentarlo de cerca.

Franco Colapinto -  

Crédito: De acá en más - Urbana Play

Ahora bien, ¿es tan negativo no verlo en la parrilla de la próxima temporada? Lógicamente, lo mejor para él sería codearse durante 24 fechas con los mejores del mundo. Y aunque en estas horas todo es desazón en el ambiente de las redes sociales (algunos no aprendieron y fueron a insultar a los representantes del pilarense), en Olé elaboramos un informe a partir de algunos antecedentes que pueden permitirle soñar al ganador del Olimpia de Oro con volver más adelante. Carisma, talento y banca tiene de sobra. Solo resta el asiento y, por la impresión causada dentro del paddock, parece que esa chance más temprano que tarde le llegará.

La premisa del artículo radica en lo siguiente: ¿hubo en la historia pilotos que debutaron, después se quedaron sin actividad y finalmente regresaron a la F1? La respuesta es sí. Y los casos fueron varios.

Desde 1950 cuando se abrió el telón y se presentó el Gran Circo en sociedad hasta 2024, pasaron más de 1400 volantes (1485 para ser más precisos). Algunos tuvieron touch and go, otros completaron una temporada y unos pasaron a los libros de historia con triunfos y títulos. A lo que vamos es que no hay una ecuación líneal en la que el resultado sea siempre el mismo. La Fórmula 1 tiene sus tiempos, sus momentos y una dinámica muy variable según el tiempo. Colapinto, de hecho, estuvo en el momento justo y aprovechó a la perfección el despido de Logan Sargeant para mostrar sus credenciales. Y en lugar de pensar en que la historia pudo llegar a su final, Franco se puede aferrar a estos ejemplos.

Fernando Alonso es uno de los pilotos más respetados dentro del automovilismo internacional. A sus 43 años continúa siendo competitivo en la élite. Sin embargo, el dos veces campeón mundial no la tuvo fácil en sus inicios. El asturiano arrancó su carrera en 2001 con Minardi, con quien corrió 17 fechas en las que logró un único top 10 y acumuló ocho retiros. Luego, se bajó del monoplaza durante un año y regresó en 2003 con Renault, escudería en la que ganó sus dos títulos en 2005 y 2006. En total, lleva 404 carreras con 32 victorias y 106 podios. Y todavía va por más.

Dentro de volantes aún activos, aparecen Kevin Magnussen y Nico Hulkenberg. El danés, quien dejó Haas y no seguirá en la Máxima en 2025, puso primera en la categoría a bordo de un McLaren y su presentación en sociedad fue con un segundo lugar. El torneo lo terminó 11º. Luego, en 2015 no corrió y retornó en 2016. Asimismo, el alemán tuvo tres etapas. Tras haber sido campeón de la Fórmula 2, en 2010 pegó el salto a la F1, debutó con Williams y lo hizo con grandes resultados: fue cinco veces top 10. De todos modos, se quedó sin asiento al año siguiente y recién regresó, de la mano de Force India, en 2012. Ese período duró hasta 2019. Desde 2023 está nuevamente entre los 20 y desde el campeonato que viene será la cara principal de Sauber.

Por otro lado, Felipe Massa arrancó en Red Bull Sauber en 2002, con quien hizo la temporada completa y redondeó buenos resultados (un quinto lugar y dos veces sexto), aunque no dijo presente en 2003. Tras esa ausencia, compitió entre 2004 y 2017 con su pico en 2008, donde perdió el campeonato en la polémica 15ª fecha (de 18) con el incidente del Crash Gate en Singapur.

También está la situación de Timo Glock. El alemán estuvo en cuatro carreras en 2004 con la marca Jordan Ford. Y hasta cruzó séptimo la bandera de cuadros en su debut en Canadá. Sin embargo, necesitó de cuatro temporadas para regresar ya como volante titular: fue en Panasonic Toyota Racing. Algo similar le sucedió a Romain Grosjean, quien en 2009 subió a mitad de temporada para Renault y cumplió con lo pedido por los franceses. No obstante, su lugar se lo ganó en 2011 corriendo para Lotus. Se subió al podio en nueve ocasiones y en una de ellas acabó segundo.