Depende el corazón que late al ritmo del hincha, la gente sigue las carreras de Fórmula 1 mirando la punta y a un piloto o marca. O, en el caso de los argentinos, de reojo pispean en este caso a Jack Doohan, la competencia de Franco Colapinto en Alpine.

Con el avance de la tecnología y las posibilidades que ofrece la transmisión de la Máxima, oficial y en páginas web, se puede hacer marca personal sobre algún auto sin que necesariamente seas de punta, los cuales son más enfocados por las cámaras. Así, se puede dar alguna característica de la performance de, en este caso, el australiano.

De entrada, y tras largar en la posición 19°, bastante atrás acorde a un fin de semana que empezó muy mal con el accidente en la práctica libre 2 y de un error en la clasificación que no le permitió pasar a la Q2, Doohan adelantó a Gabriel Bortoleto, que largó mal y, de 17°, quedó último.

Igual que Lance Stroll, el aussie largó con gomas blandas para tratar de ganar terreno de entrada, y aguantó 17 vueltas hasta ir a boxes a cambiarlas por duras. Ya en el giro 25°, la estrategia había dado sus frutos e iba 17°, delante de su compañero, Pierre Gasly (largó 11° pero sufrió una mala parada), Niko Hulkenberg y Stroll. Prolijo era su andar, haciendo bien los deberes.

En la vuelta 33a, luego de una orden de equipo, Doohan se dejó pasar por Gasly en la curva 1. En tándem, los dos pilotos de Alpine comenzaron a tirar juntos en busca de los puntos: iban 13° y 14°, detrás de Yuki Tsunoda. "Gracias por eso", dijo Gasly.

Al final, no hubo chances de avanzar y Doohan perdió un puesto a manos de Carlos Sainz. Sin embargo, para el aussie fue un alivio tras lo mal que había arrancado, porque desarrolló su mejor carrera en la F1 de las cuatro que corrió. No solo porque logró el mejor resultado (15°) y llevó el auto entero a boxes, sino que fue el piloto que más posiciones ganó en esta prueba: cuatro.