Por primera vez desde que la Fórmula 1 cerró el paréntesis de las vacaciones, se presenta un fin de semana sin chances de lluvia, como lo es el que acaricia con los rayos de sol el asfalto de Monza. Eso varió. Lo que sigue igual son los cambios en la parrilla de salida desde la clasificación a la carrera; no falla.

Durante el lapso de parque cerrado, o sea el tiempo que va desde luego de la qualy hasta un par de horas antes de la carrera, la FIA tapa los autos con lonas negras para que nadie los toque. El que lo hace, sufre una sanción. Generalmente, ese parque cerrado lo rompen las escuderías que no tienen nada que perder, como sucedió con Alpine y Racing Bulls, quienes metieron mano en el auto de Pierre Gasly y Liam Lawson. Eso afecta directamente a Franco Colapinto, que gana un lugar y es 17° en lugar de 18°.

Como estos elementos fueron reemplazados sin la aprobación del delegado de la FIA, y según se incluye en los artículos 28.2 and 40.3, ambos coches deberán largar desde boxes.

Estas penalizaciones se suman a la que Lewis Hamilton arrastraba desde Zandvoort, por violar la bandera amarilla, tras lo cual lo penaron con cinco puestos.