La candidata demócrata y actual vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, y su rival republicano, el expresidente Donald Trump, se enfrentaran cara a cara esta noche en el primer y quizá último debate presidencial entre ambos antes de las elecciones de noviembre.

El debate se llevará a cabo en el National Constitution Center de Filadelfia a partir de las 21 hora local (22 de Argentina), es organizado por la cadena ABC News, durará 90 minutos, los presentadores David Muir y Linsey Davis serán los moderadores y, tal y como sucedió en el cara a cara entre Trump y el presidente, Joe Biden, los micrófonos de quien no tiene el turno de palabra estarán en silencio. Posiblemente sea el único cara a cara entre Trump y Harris y será fundamental para la carrera de ambos.

Hay que tener en cuenta que tras el primer debate entre Trump y Biden la suerte del actual presidente demócrata quedó sellada. Su mal desempeño, los desvaríos permanentes y claros signos de senilidad terminaron por impulsar la campaña para eyectarlo de la candidatura demócrata y coronar en su lugar a Kamala Harris. La entrada de Harris en la competencia le significó un impulso rápido en las encuestas, pero que hoy ya se encuentra estancado por lo que necesita del debate para destrabar la actual paridad y convencer a los indecisos de estados claves, entre ellos la propia Pensilvania donde se realiza el encuentro de este martes.

Las estrategias

Harris gozará del mayor nivel de audiencia desde que fue ungida como candidata para poder hablarle a ese público, al mismo tiempo que buscará dejar mal parado a Trump. Para esto intentará hacer enfurecer al republicano intentando que desvaríe en sus respuestas o se vuelva agresivo e impreciso, tratando de dejarlo en público como un "raro".

Justamente ese calificativo es el que hizo popular el candidato a vice elegido por Kamala, Tim Walz, que fue catapultado a la atención nacional después de volverse viral por sus comentarios llamando Trump y su candidato a vice, JD Vance, como "raros". La frase que utilizó fue "sencillamente raros", él dijo ”These guys are just weird” para referirse a Trump y Vance. En inglés tiene una acepción algo siniestra y peyorativa para referirse a algo extraño y estrafalario. Esa frase dolió en la campaña republicana y la expresión fue adoptada por una amplia franja de portavoces del Partido Demócrata, incluida la campaña de Harris.

Por su parte, el equipo de Trump quiere evitar esta situación de pesadilla tratando de que el republicano se centre en tres aspectos que pueden dañar a Harris: la inmigración, las guerras y la economía.

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De esta manera la campaña de Trump busca revertir la caída en las encuestas del último mes y recuperar el impulso hacia el tramo final de campaña. Sin embargo, Trump no se caracteriza por ser muy previsible y de hecho en una entrevista hace unos días con Good Morning New Hampshire, se vanaglorió de que no necesita mucha preparación ya que “se ha estado preparando” toda su vida para este debate.

En las últimas horas, tanto Harris como Trump han elevado el nivel de sus ataques. La campaña de Harris lanzó este lunes un anuncio de televisión en el que aparecen exfuncionarios del Gobierno de Trump advirtiendo sobre los peligros de una segunda Presidencia suya. Entre ellos está el exvicepresidente Mike Pence, el exsecretario de Defensa Mark Esper o el exasesor de Seguridad Nacional John Bolton.

Por su parte Trump ha seguido con su discurso agresivo frente a Harris y en su último acto público volvió a descalificarla por su "falta de experiencia, sus cambios de opinión y sus escasos logros en su vida política".

El debate

En el choque de este martes, que será el séptimo debate presidencial para Trump, no habrá público y no se permitirá a los candidatos interrogarse directamente. Además, ninguno tiene autorizado llevar notas preescritas o accesorios al escenario. En hecho de que los micrófonos estén apagados para el candidato que no está haciendo uso de la palabra ya benefició a Trump en el debate con Biden al no permitirle interrumpir permanentemente a su oponente, lo que resulta en muchos casos irritante para la audiencia. Esto es un punto negativo para Harris que preferiría interrupciones violentas o inoportunas de parte de Trump.

Los candidatos tendrán dos minutos para responder preguntas, junto con un minuto adicional para hacer seguimiento y, al cierre, dos minutos de declaraciones finales que iniciará Harris y concluirá Trump.

Según diversos analistas la experiencia previa de Trump, que participó de siete debates presidenciales en sus diferentes campañas, le dan el plus que puede ser crucial ante una Harris que enfrenta este formato por primera vez.

Los candidatos a vicepresidente, el demócrata Tim Walz, gobernador de Minnesota, y el republicano JD Vance, senador de Ohio, se enfrentarán el 1 de octubre en CBS News.

Las encuestas

El promedio de las encuestas publicadas por el sitio FiveThirtyEight muestran a Harris con una ventaja de 2,8 puntos por delante del republicano, con una intención de voto del 47,2 %.

Sin embargo, los números parecen estancados para la candidata demócrata en las últimas dos semanas, luego de un crecimiento pronunciado apenas fue anunciada su postulación tras la declinación de Biden a pelear por un segundo mandato.

Es decir que la diferencia es muy pequeña, más aun teniendo en cuenta que la elecciones presidencial en Estados Unidos es indirecta, que depende de los delegados que gana cada candidato en el colegio electoral y que un puñado de estados son los que terminan definiendo la elección. Estos estados, que no están definidos de antemano para alguno de los partidos y en los que a veces ganan demócratas y a veces republicanos, son los que pueden dar vuelta el resultado final y en el que las encuestas actuales no dan un ganador seguro.

En esta elección hay siete estados clave donde los la diferencia es muy ajustada según los datos de FiveThirtyEight: Harris está a la cabeza en Wisconsin (+2,8 puntos), Michigan (+1,9), Pensilvania (+0,6), Carolina del Norte (+0,6), Nevada (+0,5) y Georgia (+0,3), y Trump en Arizona (+0,5). Es decir, proporciones que entran dentro del margen de error y que no están aseguradas para ninguno de los dos. En el debate de esta noche ambos trataran de ganarse al electorado cautivo de esos estados.

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