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Genocidio. Nuevos objetivos militares de Israel confirman el plan de Netanyahu para controlar Gaza

Genocidio. Nuevos objetivos militares de Israel confirman el plan de Netanyahu para controlar Gaza
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Tras el anuncio del plan de Netanyahu para ratificar el control total de Israel sobre Palestina, imágenes de satélite muestran la construcción de una carretera fortificada al sur de la ciudad de Gaza que dividiría la región en dos. A medida que el espectro de una nueva Nakba se cierne sobre Rafah, los objetivos coloniales del ataque israelí se hacen más claros.

AI
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  • 🌍 Netanyahu muestra propuestas para futuro de Gaza.
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  • 🚧 Construcción de carretera de 8 km al sur de Gaza.
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  • 🔨 Operaciones de demolición de viviendas cercanas.
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  • 🏗️ Construcción de línea de fortificación al sur de Gaza.
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  • 🛣️ Creación de zonas tampón para separar Gaza de Egipto.
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  • 🤝 Plan de gobierno técnico palestino con tareas ejecutivas a Tsahal.
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  • 👥 Hamás conserva fuerza de combate como victoria.
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  • 💔 Dificultades del ejército israelí para lograr objetivos.
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  • 👀 Netanyahu anuncia plan para futuro de Gaza en medio de crisis.
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Mientras el primer ministro Benjamin Netanyahu presentaba el viernes 23 de febrero sus propuestas para el futuro de Gaza, unas imágenes por satélite publicadas por el Wall Street Journal mostraban la construcción de una carretera de ocho kilómetros al sur de la ciudad de Gaza, que se espera que corte el territorio en dos. Se está colocando una base de grava a lo largo del trazado de la carretera, mientras se llevan a cabo operaciones de demolición de viviendas cercanas.

La construcción de una nueva línea de fortificación al sur de Gaza parece estar preparando así la siguiente fase de la guerra. Mientras que el objetivo táctico de las tropas coloniales de Tsahal desde principios de enero ha sido tomar el control de Rafah y del corredor de Filadelfia, bajo soberanía egipcia, la construcción de una carretera este-oeste completa el plan presentado al Gabinete de Guerra el viernes.

Entre otras disposiciones, el plan prevé la creación de dos zonas tampón. La primera separaría definitivamente a Gaza de Egipto: una franja de tierra al sur de Rafah quedaría así bajo control israelí y permitiría a Tsahal, las Fuerzas de Defensa de Israel, controlar todos los puntos de acceso. Una segunda tierra de nadie se sumaría a las fortificaciones existentes en la frontera entre Gaza e Israel. Mientras los soldados israelíes están destruyendo barrios enteros en el norte y el centro para liberar el terreno necesario para establecer la zona desmilitarizada, la construcción de la zona tampón en el sur significa tomar el control de Rafah y llevar a cabo una invasión terrestre de la ciudad donde se han refugiado casi 1,5 millones de exiliados.

Aunque todavía no está clara la línea táctica que seguirán las operaciones genocidas de Tsahal en Gaza, parece que Israel se está preparando para la siguiente fase de la guerra. Conscientes de que una invasión terrestre de Rafah provocaría un éxodo masivo de refugiados gazatíes, las fuerzas de Tsahal parecen estar anticipándose a futuros movimientos de población. Como señala L’Orient le Jour, \'esta reorganización territorial podría generar una forma de corredor militarizado con puestos de control, contribuyendo a impedir el regreso de alrededor de un millón de palestinos al norte de Gaza\'. Mientras que la invasión terrestre de Rafah probablemente exiliaría a parte de la población gazatí al Sinaí, es probable que los movimientos de tropas israelíes obligaran a otra parte a regresar al norte. En estas condiciones, la carretera fortificada construida apresuradamente al sur de la ciudad de Gaza serviría de baluarte. La zona central de Gaza correría así el riesgo de recibir el grueso de los desplazados. En un momento en que Egipto está construyendo un campo al aire libre en el Sinaí, capaz de albergar a más de 100.000 refugiados, el centro de la Franja de Gaza podría acoger temporalmente a una parte de los palestinos expulsados hacia el norte.

Por otra parte, la separación de la franja de Gaza en dos zonas refuerza la hipótesis de una colonización parcial del norte de Gaza. Mientras que el plan presentado al gabinete de guerra prevé la creación de un gobierno técnico palestino, encargado únicamente de la gestión de los asuntos corrientes, y confía las tareas ejecutivas y policiales al Tsahal, el control colonial irá probablemente acompañado de una nueva reducción del territorio de Gaza: la construcción de las dos zonas tapón amputará parte de los márgenes del territorio, mientras que la separación de la ciudad de Gaza del resto de la Franja podría presagiar una posterior recolonización del norte, ampliamente respaldada por la opinión pública israelí.

Sin embargo, las operaciones israelíes en la Franja de Gaza han sufrido importantes reveses, con las fuerzas de Tsahal dispersas en tres frentes diferentes. Aunque el ejército afirma haber eliminado a 10.000 combatientes de Hamás y haber desmantelado 18 de los 24 batallones del grupo, las fuerzas operativas del movimiento palestino parecen seguir siendo considerables. A pesar de la reducción del número de ataques directos contra las fuerzas coloniales en Gaza, algunos analistas desconfían de las afirmaciones del ejército israelí: si Hamás es menos agresivo, no se debe simplemente a las pérdidas estructurales que le ha infligido el Tsahal, sino a una nueva orientación estratégica.

Como señala el New York Times, \'el mando de Hamás, según diplomáticos occidentales que piden permanecer en el anonimato porque no están autorizados a hablar públicamente del asunto, cree que conservar cualquier fuerza de combate que sobreviva a la guerra representaría una victoria\'. Aunque la Brigada 401 tomó la ciudad de Gaza en una semana en octubre, el ejército israelí se ve ahora obligado a redesplegar fuerzas al norte de Gaza. La inteligencia israelí cifra en 5.000 el número de combatientes de Hamás aún presentes en los alrededores de la ciudad de Gaza, mientras que los informes indican que Hamás ha reanudado el pago a algunos de sus funcionarios y está reconstruyendo ciertas administraciones. Se han movilizado brigadas israelíes en torno al hospital Al-Shifa, que ya había sido brutalmente asediado durante la segunda fase de la guerra.

En Jan Yunes, las fuerzas israelíes descubrieron una red de túneles subterráneos que cubrían una superficie sin precedentes. Según Amos Harel, analista militar de Haaretz, \'el ejército es muy agresivo allí sin encontrar mucha resistencia por parte del enemigo\'. Las fuerzas de Hamás están atrincheradas y esperan a que el ejército israelí se agote intentando pacificar la zona. Las campañas de detenciones continúan mientras los soldados destruyen metódicamente los edificios y viviendas de los palestinos exiliados.

En Rafah, el ejército israelí se prepara para enfrentarse, según sus propias estimaciones, a casi 10.000 combatientes de Hamás. Cualquier ataque a la ciudad, último refugio de la población gazatí, sólo puede desembocar en masacres: casi toda la población gazatí está hacinada, mientras que las condiciones sanitarias y humanitarias son apocalípticas. La invasión de Rafah marcará el inicio de una nueva fase de la guerra.

El repentino anuncio del plan de Netanyahu se produce pocos días después de la publicación de una encuesta desastrosa para el gobierno. Según el IDI (Israel Democratic Institute), la mayoría de los israelíes ya no parecen creer en la \'victoria total\' de su ejército sobre Hamás. Sólo el 38,3% de los encuestados piensa que el éxito de Tsahal es \'muy\' o \'moderadamente\' probable.

Las dudas también se apoderan del Estado Mayor. En una carta enviada al Gabinete de Guerra la semana pasada, el ex jefe del Estado Mayor de Tsahal, Gadi Eisenkot, afirmaba que \'el ejército israelí está encontrando cada vez más dificultades para lograr sus objetivos de guerra\'. En particular, acusó al gobierno de carecer una visión estratégica y de navegar a ciegas de movimiento táctico en movimiento táctico: \'Las principales líneas estratégicas de la guerra están estancadas. En tres meses no se ha tomado ninguna decisión clave. La guerra se libra sobre la base de objetivos tácticos, sin que se tomen medidas significativas para alcanzar los objetivos estratégicos\'. El ex general ya había señalado la ceguera del gobierno a mediados de enero al Times of Israel: \'Cualquiera que hable de la derrota absoluta [de Hamás en Gaza] y del hecho de que ya no tiene la voluntad o la capacidad de dañar a Israel no está diciendo la verdad. Por eso no debemos contar cuentos chinos\'.

Lejos de demostrar oposición alguna al proyecto colonial, la pérdida de confianza de la opinión pública israelí parece estar llevando a Netanyahu a una actitud de superioridad. El anuncio del plan para el futuro de Gaza así lo atestigua: en un momento en que el Primer Ministro, amenazado por varios procesos judiciales, se enfrenta a una hostilidad popular cada vez mayor, el anuncio de los nuevos objetivos tiene toda la pinta de ser un intento desesperado de encubrir que sufre de una pérdida de confianza. Netanyahu está optando por la peor estrategia posible: poner a Palestina bajo el control total del Estado israelí y aniquilar a la población de Gaza con la esperanza de satisfacer a la opinión pública israelí y mantenerse en el poder.

Este artículo fue publicado originalmente en Revolution Permanente, parte de la Red Internacional de La Izquierda Diario.

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