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Irán-Israel. ¿Medio Oriente en una encrucijada?

Irán-Israel. ¿Medio Oriente en una encrucijada?
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Tras el ataque israelí a la embajada iraní en Damasco, la cuestión ya no es si Irán responderá, sino cómo. Enfrentado a un dilema sin precedentes, Irán está considerando sus opciones y sopesando sus consecuencias.

AI
  • 🇮🇷 Irán perdió miembros de alto rango en ataque en Damasco por parte de Israel, generando gran presión para que responda.
  • 🤔 El régimen iraní enfrenta un dilema: debe responder con intensidad, pero sin desencadenar una guerra total que favorezca a Israel.
  • 💥 Irán considera realizar una respuesta directa a Israel, aunque evitando declarar una guerra abierta.
  • 🇺🇸 Inteligencia estadounidense teme un ataque a gran escala por parte de Irán a Israel, lo que podría desencadenar una guerra total en la región.
  • 🕊️ Existe la posibilidad de una tregua entre Hamás e Israel, propuesta que podría evitar una escalada mayor.

Golpeado en su territorio diplomático, Irán perdió a miembros de alto rango de la jerarquía del régimen y a altos dirigentes de la República Islámica en el ataque israelí contra su consulado en Damasco. La cuestión ya no es si Irán responderá, sino hasta dónde puede llegar el régimen. Sumidas en una grave crisis, las élites iraníes tienen que restablecer la confianza en las instituciones del régimen, en gran medida deslegitimadas, como demuestra la participación históricamente baja en las últimas elecciones, y al mismo tiempo reafirmar su poder regional, tras ataques que han quedado prácticamente sin respuesta, alimentando el resentimiento de una población martirizada por la represión.

La República Islámica se enfrenta así a un dilema: debe responder, y probablemente con una intensidad sin precedentes, pero no puede hacerlo sin ofrecer a Israel la oportunidad de desencadenar una guerra total que borraría de un plumazo las diferencias abiertas entre Netanyahu y Biden. Al resucitar al "gran enemigo" de Estados Unidos, Israel está obligando a sus aliados imperialistas a cerrar filas y unirse en su apoyo.

Aunque Teherán siempre se ha mostrado cauto a la hora de responder a Israel o a Estados Unidos -dio una tímida respuesta al asesinato de Soleimani en 2020-, la gravedad del atentado de Damasco le está obligando, según algunos analistas, a romper con su política de paciencia, como señala Alex Vantaka, director del programa sobre Irán del Middle East Institute:

"Hasta ahora, Irán se había atenido a lo que denomina paciencia estratégica para evitar implicarse directamente en un conflicto con Israel. Esperaba que la guerra de Gaza minara la posición regional de Israel y su estatus internacional. Pero esta paciencia estratégica se ve ahora presionada por los cientos de atentados que han tenido como objetivo Teherán en los últimos cinco meses. Los iraníes han afirmado en repetidas ocasiones que estos ataques eran insignificantes y que no caerían en la trampa que les habían tendido. Teherán tiene un problema de imagen. Si dices que eres fuerte pero te golpean constantemente y no reaccionas, entonces tu fuerza ya no es creíble".

Aunque tradicionalmente la República Islámica delegaba sus operaciones de represalia en los múltiples componentes del Eje de la Resistencia y, más concretamente, en sus milicias iraquíes y en el Hezbolá libanés, la gravedad del atentado sugiere que el régimen tendrá que actuar directamente contra Israel. Esta fue, al menos, la conclusión provisional de la reunión del Consejo de Defensa celebrada al día siguiente del atentado. Como informó entonces el diario libanés L’Orient-le-Jour, los detalles de la respuesta se debatieron acaloradamente, enfrentando a la diplomacia iraní, partidaria de la prudencia, con la Guardia Revolucionaria, impaciente por vengar a sus muertos y a su alto mando, y portavoz de los aliados iraníes. Según las fuentes del diario, el Líder Supremo ha tomado una decisión: habrá una respuesta explícita y contundente por parte de los propios iraníes, pero no será sinónimo de declaración de guerra. Además, también pidió evaluaciones políticas sobre la posibilidad de tomar represalias atacando embajadas o consulados israelíes, así como las repercusiones que ello podría tener en Teherán y los daños potenciales que podría causar. También pidió que se estudiara la posibilidad de llevar a cabo operaciones de asesinato dentro de Israel para socavar la autoridad israelí y vengar a los asesinados.

Aunque el Líder Supremo insiste en que la respuesta debe ser exclusivamente iraní, no desea iniciar una guerra abierta con Israel, que le enfrentaría a Estados Unidos y que es casi seguro que perdería.

Sin embargo, esta mesurada hipótesis es rechazada por la inteligencia estadounidense, que apuesta por un ataque a gran escala. El imperialismo teme una ofensiva masiva, sin precedentes en la historia del enfrentamiento Irán-Israel. Según el sitio web de noticias Axos, el general Erik Kurilla, jefe de la sección de Oriente Próximo del Comando Central estadounidense, ha visitado hoy Israel en previsión del ataque iraní, que considera inevitable. Como resumió L’Orient-le-Jour hace unos días, "los oficiales añadieron que se estaban preparando para un ataque directo sin precedentes desde suelo iraní utilizando misiles balísticos, aviones no tripulados y misiles de crucero contra objetivos israelíes, al que Israel respondería con un ataque directo contra Irán". Según otros funcionarios israelíes, "Israel preguntó a Estados Unidos si podía ayudar a limitar la reacción iraní enviando advertencias privadas y públicas a los iraníes y proyectando su fuerza en la región". Añadió que Tel Aviv y Washington llevaban varios días coordinándo para establecer una defensa conjunta aérea y antimisiles en la región, en previsión de una ofensiva de Teherán.

Si Irán lanzara una ofensiva total que confirmara su implicación directa en el conflicto, la respuesta de Israel sería probablemente la de una guerra total. Siguiendo esta línea de desarrollo, Hezbolá también se vería obligado a entrar en conflicto abierto con Israel. Siria se convertiría entonces en una zona estratégica crucial. Parcialmente controlada por los leales a Bashar al-Assad, a quien Irán apoyó durante la guerra civil, el país podría volver a sumirse en el caos. Este resultado probable es sin duda la razón de las cautelosas declaraciones realizadas hoy por el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov: "Es muy importante que todo el mundo muestre moderación hoy para no desestabilizar la región, que ya es poco estable y predecible". Con las tropas rusas estacionadas en Siria al servicio del gobierno de Assad, desestabilizar la región también amenazaría las posiciones que Rusia intenta mantener en la región.

Mientras que fuentes iraníes hablan de una represalia limitada dirigida por el propio Irán, representantes israelíes y estadounidenses temen una ofensiva amplia y profunda que sumiría a la región en una espiral de guerra y obligaría a Líbano, Siria, Arabia Saudí, Irak y Yemen a tomar partido. Si bien no es posible descartar ninguna de estas hipótesis, también conviene subrayar la importancia de la advertencia rusa. Según L’Orient-le-Jour, que menciona fuentes próximas al gobierno iraní, la diplomacia iraní ha informado al gobierno de Netanyahu de que no respondería al ataque israelí en Damasco si se firmaba una tregua entre Hamás e Israel, que aportaría una solución duradera a la situación humanitaria en Gaza. Aunque Hamás ha estado examinando en los últimos días una contrapropuesta israelí, las últimas declaraciones de la Cancillería israelí descartan cualquier perspectiva de tregua, acusando a Hamás de "dar la espalda a una oferta muy razonable".

Sin embargo, a pesar del fracaso de las negociaciones y de la resistencia del movimiento palestino a los dictados israelíes, no es descartable que Irán adopte finalmente una solución más comedida, dejando que el espectro de una contraofensiva destructiva juegue con su poder del miedo y volviendo a sus formas tradicionales de represalia. En este escenario, Irán concedería mayor autonomía estratégica a sus diversos aliados, dando vía libre en todos los frentes a los grupos bajo su hegemonía directa. Aunque esta opción podría evitar el estallido de la guerra a corto plazo, los ataques de media intensidad en varios frentes podrían acabar por alterar el equilibrio regional, ya de por sí extremadamente precario, y encaminar a los beligerantes hacia una escalada. A medio plazo, esta opción podría resultar tan peligrosa como una ofensiva directa.

Oriente Próximo se encuentra en una encrucijada. Las contradicciones están mas tensas que nunca y los equilibrios son tan frágiles que amenazan con deshacerse abruptamente. El genocidio de Gaza y el apoyo del imperialismo a Israel han desatado las energías asesinas acumuladas en la región y ahora amenazan con dislocar su fisonomía. Aunque la respuesta iraní determinará la evolución de la situación, es de temer que en última instancia sea la reacción de Israel la que selle el futuro de una región al borde del colapso.

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