Francia se convirtió este lunes en el primer país del mundo en consagrar el derecho al aborto en su Constitución. El cambio constitucional se logra luego de que los legisladores de ambas cámaras del Parlamento francés votaron por amplia mayoría a favor, superando fácilmente los tres quintos necesarios para hacer posible una enmienda constitucional.

La enmienda establece que en Francia existe una \'libertad garantizada\' para poder interrumpir un embarazo. Algunos grupos y legisladores habían pedido un lenguaje más fuerte para llamar explícitamente al aborto como un \'derecho\'.

La Iglesia católica fue uno de los grupos que anunció su oposición a la enmienda. La Pontificia Academia para la Vida, organismo del vaticano, afirmó en un comunicado que \'en la era de los derechos humanos universales, no puede existir el ’derecho’ a quitar la vida humana\', repitiendo el discurso conservador y antiderechos que la Iglesia expresa en todos los países.

La medida es una señal de apoyo a los derechos de las mujeres en momentos en que el aborto está amenazado en varios países como Estados Unidos y otras partes de Europa, como Hungría, donde los partidos de extrema derecha han llegado al poder.

El aborto legal en Francia se votó por primera vez en 1975.

La aprobación la aprobación de la enmienda constitucional es una clara victoria de los movimientos de mujeres y sectores de la izquierda francesa, que lleva años presionando para garantizar el derecho al aborto en la Constitución.

El gobierno francés busca sacar provecho de la votación. El presidente Emmanuel Macron, dijo que el gobierno realizará una ceremonia formal para celebrar la aprobación de la enmienda el viernes, Día Internacional de la Mujer. Pero vale recordar que en 2022, el gobierno del presidente Emmanuel Macron argumentaba, al igual que los actuales opositores a la enmienda, que la medida era innecesaria.

Pero las políticas de austeridad y ajuste, especialmente sobre la salud pública, que han aplicado los gobiernos de Francia llevan a que este nuevo derecho constitucional sea un cambio cosmético para millones de mujeres que no tienen acceso a una salud de cálidad.

El intento demagógico del gobierno de Emmanuel Macron por mostrar este avance como una victoria propia, debe ser un estímulo más para movilizar masivamente y hacer huelga el 8 de marzo, en defensa de un derecho efectivo para el acceso al aborto libre, contra los intentos conservadores de la extrema derecha y las políticas de austeridad del gobierno.

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