Solo en Off: Carrió, dispuesta a subirse al ring con Cristina Kirchner y Karina Milei en provincia
Un ministro sin paciencia en Racing; el embajador y una frase polémica; Rodríguez Saá, con un rival inesperado por los votos peronistas
Activa y dispuesta a dar la batalla. Así describen a Elisa Carrió varios de los diputados y dirigentes de la Coalición Cívica-ARI, que vienen subiendo el perfil en las últimas semanas en su lucha frontal contra el gobierno de Javier Milei, siempre con la mente puesta en las cruciales elecciones legislativas del año próximo.
En estos días, desde su casa en Capilla del Señor, la fundadora de ARI se tomó un descanso de una serie de recorridas y actos, llevadas a cabo en territorio porteño, y se centró en monitorear (y elogiar) la tarea de los legisladores que le responden, como Hernán Reyes, quien en su momento motorizara la denuncia contra las prepagas por presunta cartelización, Maximiliano Ferraro y Juan Manuel López, ambos diputados con alto perfil opositor.
“Lilita está encima de todo, pero reservada”, confiesan cerca de la exdiputada, que mira con detenimiento el escenario electoral en dos distritos: la provincia de Buenos Aires, donde reside, y la ciudad de Buenos Aires.
“No hay nada definido”, contestan cerca de Carrió cuando la pregunta gira sobre una eventual candidatura. Pero las chances de que la expresidenta Cristina Kirchner represente al peronismo en la provincia de Buenos Aires y que la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, se postule en el mismo distrito, motivan a la cuatro veces candidata presidencial.
“Si compiten Karina y Cristina en provincia, ella no tiene miedo de jugar ahí”, cuenta uno de los referentes del espacio, que se frota las manos con solo pensar en ese eventual choque de estrellas del firmamento político en el distrito más poblado del país.
Más allá de su preocupación por la provincia, Carrió no descuida la ciudad de Buenos Aires, donde Jorge Macri afianza su distancia con el gobierno libertario, y donde se renuevan tres bancas en el Senado.
“Los libertarios saben que tienen 25 o 30 puntos yendo solos con cualquier candidato, por eso Macri se prepara para competir”, especulan en el ARI, que también en la Legislatura porteña sostiene un discurso crítico hacia el gobierno libertario.
Mientras se especula con una “reedición” de Juntos por el Cambio en la ciudad, la chance de una candidatura de Carrió se agiganta, con el objetivo de sostener la presencia legislativa de la CC.
Las revistas, sitios web y programas del corazón se hicieron eco, en las últimas horas, de una versión inquietante, aunque no confirmada, que habla de ciertos desencuentros entre el presidente Javier Milei y su actual pareja, Amalia “Yuyito” González.
En medio de los rumores, apareció un dato concreto. González, por alguna razón que se desconoce y que forma parte de la intimidad de la pareja, dejó de seguir por unas horas al Presidente en las redes sociales. Un gesto que el libertario no imitó, y que siguió a otra versión, la de alguna “sugerencia” desde la Casa Rosada a la conductora televisiva para que baje el perfil, al menos en referencia a su romance con Milei.
Coincidencia o no, González invitó, durante la última semana, a dos cantantes para que interpreten en su programa, con espacio de pocas horas, canciones vinculadas a la locura. El primero de ellos, Juan Massimo, cantó a capella la Balada para un loco de Astor Piazzolla. El segundo, el cuartetero Kelu, interpretó su hit, Loco, con Yuyito haciendo coros. ¿Un mensaje para la Casa Rosada? En el Gobierno guardan prudente silencio.
Multitudes de hinchas de Racing llegaron ayer a la sede de la entidad de Avellaneda para participar de las elecciones, peleadas entre la tropa del presidente saliente, Víctor Blanco, y su opositor, el exfutbolista e ídolo racinguista, Gabriel Milito, finalmente ganador.
Más allá de la larga fila de socios pudo divisarse la inconfundible figura del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, aunque algunos testigos cuentan que su actitud no habría sido la mejor. Impaciente, el ministro libertario habría intentado saltearse la interminable fila y retirarse tan pronto como había llegado.
Con un perfil bastante más bajo, el presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti disfrutó el sábado de un partido de Boca Juniors, en la Bombonera. Ubicado en la platea media, el ministro pasó casi desapercibido, de jean y camisa blanca a bastones celestes. Muy pocos hinchas lo reconocieron.
A unos metros de Rosatti, en otro sector de la platea estaba Gabriel Katopodis, ministro del gobierno de Axel Kicillof y habitué del territorio xeneize.
A poco de llegar a su nuevo destino, el flamante embajador de Portugal en Buenos Aires, Gonçalo Teles Gomes, fue recibido por distintas autoridades del Poder Ejecutivo, por legisladores oficialistas como Fernando Iglesias y el embajador de la Unión Europea, Amador Sánchez Rico.
Otra de sus reuniones, trascendente por cierto, fue la que sostuvo con la secretaria de Malvinas de la Cancillería, Paola Di Chiaro, a quien, sin embargo, la comunicación diplomática denominó de modo polémico.
“Esta mañana estuvimos en Cancillería para reunirnos con la secretaria de las Falks”, escribió la Embajada de Portugal en sus redes sociales, pasando por alto que esa es, precisamente, la denominación que utiliza Gran Bretaña para referirse a las Islas Malvinas, territorio en disputa diplomática y política. ¿Fue realmente un error? Mientras desde la Cancillería evitaron hacer comentarios, la propia embajada portuguesa contestó duras críticas de usuarios, asegurando que se trataba de una “traducción al portugués del nombre oficial” de la Secretaría. ¿Será?
Desventuras no le faltan a Alberto Rodríguez Saá, que por estos días sobrelleva como puede su primer y largo año fuera del poder en San Luis.
Lejos de sus días de sobreexposición, el exgobernador puntano busca retener el poder interno. Maximiliano Frontera, intendente de Villa Mercedes, intentó competir con él por la presidencia del PJ, pero terminó echado de la agrupación. De todos modos, organizó un acto multitudinario en esa ciudad y ya prepara la presentación de un partido propio, el Movimiento de Unidad Provincial (MUP), que compite por el mismo electorado peronista que durante décadas se inclinó por los justicialistas Alberto y Adolfo Rodríguez Saá para conducir los destinos de la provincia.
Dispuesto a dar la pelea, Alberto Rodríguez Saá también reunió a sus seguidores, pero optó por el auditorio del Diario de la República, edificio de su propiedad en pleno centro de la capital de San Luis.
Menos concurrido, el acto sirvió para que Rodríguez Saá acusara al gobernador Claudio Poggi de “persecución” contra varios de sus antiguos funcionarios, hoy implicados en distintas causas judiciales.