En los primeros cinco meses de 2023, los senadores en conjunto realizaron 18 viajes internacionales para participar en cumbres y congresos de lo más variados. Con el ajuste del gobierno libertario, en el mismo período de este año el Senado sólo registra tres viajes, una sexta parte, aunque una misma senadora protagonizó dos: Lucila Crexell, del monobloque Comunidad Neuquén, quien quedó en la mira de la oposición la semana pasada, luego de su voto en favor de la Ley Bases y la confirmación de que Javier Milei la impulsará para la apetecible Embajada ante la Unesco, en París.

Crexell, además, fue la única senadora en ese período a la que Victoria Villarruel le aprobó viáticos oficiales para giras internacionales. No los cobró en febrero, cuando, según los datos oficiales publicados por el Senado, realizó un viaje a Marruecos para la Conferencia Parlamentaria sobre la Cooperación Sur-Sur, por una semana. El invitado había sido el presidente provisional del Senado, Bartolmé Abdala, que le cedió la oportunidad. Pero la neuquina sí cobró viáticos en marzo, cuando partió a Suiza, para participar en la 148º Asamblea de la Unión Interparlamentaria y en reuniones conexas, en la ciudad de Ginebra.

El tercer viaje internacional, en mayo, fue protagonizado por el riojano Juan Carlos Pagotto, de La Libertad Avanza. El destino fue Paraguay, donde participó en la Conferencia “Sistema Republicano y Federalismo”. El senador oficialista no percibió viáticos.

La avidez de Crexell por los viajes internacionales la dejó primera en el ranking entre sus colegas en años anteriores y le ha provocado problemas por no asistir a sesiones clave en las que se precisaba su voto. Crexell explicó a LA NACION que los viajes se deben a sus cargos internacionales y que este año, para su viaje a la Asamblea, solo le dieron viáticos y se pagó el pasaje por su cuenta. “No quiero perder los vínculos con las organizaciones con las que tengo relación y puedo pagarlo”, justificó. Nada impide que los senadores viajen sin viáticos, si así lo desearan.

La situación de Crexell se conoce después de que su nombre se haya filtrado desde el oficialismo como futura embajadora ante la Unesco. La senadora neuquina rechazó haber negociado su voto a favor de la Ley Bases por la designación, como surgió la semana pasada.

“No es cierto. Esto es una negociación que viene desde mucho tiempo antes. Tengo un acuerdo con Pablo Cervi, que es mi suplente. El año pasado existía una posibilidad de que yo pudiera ir a un organismo internacional. Estábamos trabajando con Patricia Bullrich en eso. Cuando Patricia pierde, eso se cae. En abril se retomó la posibilidad y me ofrecieron el lugar en la Unesco. Yo como legisladora pertenezco a muchos organismos internacionales. Si es verdad que hubo una oferta y hubo una aceptación, pero no tiene nada que ver con la negociación de la Ley Bases”, dijo Crexell en LN+.

Según los cuadros de viáticos vigentes, que datan de 2008, a los senadores les corresponden US$300 por día, en caso de viajar a los Estados Unidos, Canadá, Europa, Asia o África; US$250 si fueran a Brasil, México, Panamá o Venezuela, y US$200 si su destino fuese Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay o países de Centroamérica. Una normativa de 2018 habilitó a reducir estos valores en 30%. La realidad, sin embargo, es que estos montos son “conversables” y en circunstancias, pueden modificarse hacia arriba o abajo. El límite para viáticos en un viaje es de tres días como máximo, teóricamente.

A Crexell se le abonaron tres días de viáticos por cada viaje, su seguro médico y no se le habrían pagado los pasajes, según fuentes de la presidencia del Senado. LA NACION consultó por el monto final desembolsado, pero no recibió respuesta. Tampoco hizo comentarios Crexell.

El año pasado, las planillas que publica la Cámara alta dan cuenta de 127 días totales de viajes registrados por los senadores. Pero esos registros no especifican si se pagaron viáticos o no (sí lo hacen las planillas actuales), aunque fuentes del Senado señalaron, ante la consulta de LA NACION, que la práctica habitual era pagar viáticos en todos los viajes. Si así fuera, y tomando un promedio de US$250 por día, el gasto podría haber rondado los US$31.750.

Uno de los casos más llamativos es el de Martín Lousteau. Tanto en 2022 como en 2023, el senador de la UCR solicitó viáticos para ir al festival de Kilkenomics, que se hace todos los años en Kilkenny, Irlanda. La descripción del evento explica que se trata de un congreso único porque es el primero que reunió “a la comedia con la economía”. “Nuestros formatos informales y entretenidos invitan a nuestra audiencia a participar y disfrutar. Como nos gusta decir: ¡es serio, pero también divertido!”, describe la página web. El presidente del radicalismo asiste hace años a ese evento, pero no siempre le pidió al Congreso que cubra los viáticos de su asistencia.

Para el viaje de 2023 solicitó el pago de viáticos y se le autorizaron cuatro (para ir entre el 2 y 5 de noviembre), además del seguro de asistencia al viajero, de acuerdo al expediente al que accedió LA NACION. La solicitud de gastos se hizo por $438.600 y el retiro, según el recibo oficial, se hizo en dólares por la suma de US$1200 (por cambio a cotización oficial).

“Martín viajó dos veces en cuatro años y medio como conferencista a un encuentro de economistas, legisladores, exministros en Irlanda. El costo de los pasajes lo afrontó él, el Senado cubrió viáticos que están estipulados por la secretaría administrativa”, dijeron fuentes cercanas al senador.

Mariana Juri (UCR), exministra de Turismo de Mendoza), viajó a España para “diversas reuniones como presidenta de la Great Wine Capital”, una red mundial de ciudades reconocidas mundialmente como regiones vitivinícolas. El jujeño Mario Raymundo Fiad, que fue ministro de Salud de su provincia, hizo dos viajes a seminarios relacionados a gerenciamiento y sistemas del rubro.

De acuerdo con la normativa vigente, los senadores tienen autorizado un solo viaje internacional por año, excepto que asistan a reuniones de la Unión Interparlamentaria Mundial, del Parlamento Latinoamericano y Caribeño, de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (Eurolat), de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de la Confederación Parlamentaria de las Américas (COPA) y de ParlAmericas. En estos casos podrían realizar anualmente hasta dos viajes al exterior.

Crexell, de las senadoras que más viajó el año pasado, asistió a dos asambleas de la Unión Interparlamentaria, una en el Reino de Baréin, en marzo, y otra en Angola, en octubre, y en enero fue al Foro de Legisladores de la International Renewable Energy Agency (Irena), en Emiratos Árabes Unidos, superando los dos viajes posibles.

Humberto Schiavoni (Pro), por su parte, fue a la Feria Internacional de Turismo de España (Fitur), a la Mesa del Diálogo Interamericano en Estados Unidos y a la asunción presidencial en Paraguay. Silvia Giacoppo (UCR) estuvo tres veces en Panamá por reuniones de la Mesa Directiva y Junta Directiva del Parlamento Latinoamericano y Caribeño.

Crexell, si bien participa de la comisión de Relaciones Exteriores y Culto, no está entre sus autoridades más destacadas. Actualmente es vocal, según la página web oficial. Cerca de la secretaría administrativa del Senado explicaron que si bien se autorizaron los viajes, no se le pagaron los pasajes y se redujeron los conceptos por los cuales se le cubrieron distintos gastos.