Bajo la atenta mirada de Karina Milei, la mujer fuerte del gobierno libertario, Martín Menem fue reelecto como presidente de la Cámara de Diputados en un escenario dividido y caldeado. Mientras desde sus bancas el kirchnerismo y la izquierda no acompañaron su postulación -se abstuvieron- y le dedicaron fuertes críticas, el resto de los bloques avalaron su continuidad por respeto a la institucionalidad, aunque la mayoría le reprochó que el oficialismo haya clausurado el debate de la ley de presupuesto 2025.

Emocionado, el riojano no solo agradeció a sus pares el apoyo a su reelección, sino también el acompañamiento a lo largo de este primer año de gestión, el cual el oficialismo atravesó en minoría extrema. Aprovechó la ocasión para rechazar las denuncias de un sector de la oposición sobre un acuerdo con el kirchnerismo para que se frustrara el debate sobre el proyecto de “ficha limpia”, iniciativa que complicaba la posibilidad de que Cristina Kirchner pueda competir como candidata el año próximo.

“Hubo alguna especulación esta última semana, que decían que para poder obtener, continuar en este cargo, hubo algún tipo de acuerdo espurio entre oficialismo y oposición. Es absolutamente falso y constituye, por sobre todas las cosas, una falta de respeto a la libre determinación y autonomía de la voluntad de todos los legisladores”, enfatizó Menem.

Menem fue postulado al cargo por el presidente del bloque de La Libertad Avanza, Gabriel Bornoroni, quien calificó de “éxito rotundo” su desempeño al frente del cuerpo; en las antípodas, Germán Martínez, jefe del bloque de Unión por la Patria, puso en cuestionamiento su ecuanimidad como presidente y, de paso, le echó en cara a los libertarios el escándalo que envuelve al senador Edgardo Kueider, aliado libertario cercano a Santiago Caputo.

“Es un espectáculo lamentable el de un senador de la Nación pasando por la frontera y detenido con 200 mil dólares ilegales, el mismo senador al cual la vicepresidenta (Victoria) Villarruel le dio la Comisión de Asuntos Constitucionales, el mismo senador al cual Santiago Caputo quería de presidente de la Comisión Bicameral de Inteligencia –asestó Martínez-. Ese mismo senador al que los que están allá arriba (en alusión a Karina Milei y Lule Menem) lo hablaban para que le den el voto de la Ley Bases, al que quisieron mandar a la Embajada de Uruguay, ese mismo detenido en la frontera, muchachos. Están haciendo un desastre con la Argentina”.

Fue entonces cuando se desató una silbatina generalizada desde los palcos del recinto, copados por medio millar de militantes libertarios especialmente convocados para la ocasión. El presidente provisorio del cuerpo, el diputado Carlos Heller, tuvo que pedir calma. Acto seguido, el presidente del bloque Pro, Cristian Ritondo tomó la palabra para anticipar su apoyo y, lejos de mostrarse efusivo en sus elogios –pese a que su bancada ha sido aliada incondicional del oficialismo-, su discurso fue medido. El macrismo aún no le perdona a los libertarios el fracaso de la sesión del proyecto sobre “ficha limpia”, una bandera de Pro.

“Nosotros vamos a respaldar el trabajo que ha hecho Martín Menem; las cosas que vimos como falla, defecto, que toda persona tiene al ejercer un cargo, lo hemos dicho donde corresponde, en la reunión de presidentes de bloque. Nos parece que hoy lo que venimos a ratificar es la institucionalidad con la que trabaja este Congreso”, sostuvo Ritondo.

Más elogioso resultó ser el radical Rodrigo De Loredo, quien le reconoció a Menem el “mérito” de “pilotear y obtener resultados bastante inéditos y paradigmáticos” a pesar de que su bloque se halla en extrema minoría parlamentaria. De todas maneras, advirtió que si el oficialismo logró sancionar las leyes indispensables para el Gobierno, fue en virtud de “la voluntad cooperativa y responsable de otros bloques”.

De todas maneras, De Loredo le pasó a Menem algunas facturas. Entre ellas, la mora en la designación de los representantes de la Cámara de Diputados en la Auditoría General de la Nación; la UCR postuló para ese cargo al exdiputado Mario Negri. También reprochó que el oficialismo haya clausurado el debate sobre el presupuesto 2025.

“En esta situación tan rara de un gobierno que se siente cómodo con una segunda prórroga (del presupuesto), en los márgenes extremos de la discrecionalidad, insistimos que lo mejor para la Argentina sería un presupuesto, pero impuesto por ley”, reclamó.

La sesión preparatoria, convocada especialmente para la elección de las autoridades, alcanzó el quorum sin dificultades. Además de la hermana del presidente Javier Milei, desde la Casa Rosada asistieron el vocero presidencial, Manuel Adorni, y la mano derecha de Karina Milei, Eduardo “Lule” Menem. En la ceremonia se elegirán, además, los vicepresidentes primero, segundo y tercero, cargos que serán ocupados por Cecilia Moreau (Unión por la Patria); Silvia Lospennato (Pro) y Julio Cobos (UCR).

Pese a que los bloques opositores más duros habían amagado, en un principio, con no dar quorum en la sesión de hoy, finalmente imperó el acuerdo político de preservar la institucionalidad: el presidente de la Cámara de Diputados se ubica tercero en la línea de sucesión presidencial y es un cargo que le corresponde al oficialismo, admitieron.

“En 2001, cuando el partido de gobierno perdió la presidencia de ambas cámaras, el radicalismo lo pagó caro”, recordó el radical Pablo Juliano, jefe del bloque Democracia para Siempre. Este espacio, crítico del oficialismo, también reclamó la pronta sanción del presupuesto 2025. “Es fundamental que este Parlamento siga estando a la altura como lo viene estando, sancionando el Presupuesto que todos los argentinos se necesitan”, insistió.