Una nueva disputa se abrió paso entre la conducción de Juan Riquelme en Boca y los primos Macri. El viernes por la noche, el club emitió un comunicado en el que se quejó por un un proyecto que le endilgó al gobierno porteño, a cargo de Jorge Macri, para transformar en “inmueble protegido” a La Bombonera y así, en teoría, impedirle a la gestión actual del xeneize avanzar con el proceso de ampliación del estadio. En tanto, este sábado a la mañana llegó la réplica de la administración porteña, desde donde aseguraron que la cancha está dentro de 4300 inmuebles en revisión y que definirá la Legislatura.

Todo empezó primero por una información que salió en medios partidarios de Boca y que después se plasmó en una nota de prensa oficial del club que comanda Riquelme. Ahí, la comisión directiva aseguró que, el miércoles pasado, las comisiones de Planeamiento Urbano y Patrimonio Arquitectónico de la Legislatura avanzaron con el tratamiento de un proyecto de ley “promovido por el Poder Ejecutivo de la Ciudad”, es decir, por Jorge Macri, que busca incorporar a la Bombonera al Catálogo Definitivo de Inmuebles Protegidos de la Ciudad bajo Protección Estructural.

“Previamente, el martes 8 de octubre, solicitamos por nota la no inclusión de la Bombonera en el catálogo mencionado, teniendo en cuenta nuestra intención y anhelo de ampliar su capacidad. Dicha solicitud fue mencionada en la reunión del día miércoles, incorporándose en el acta nuestro requerimiento”, explicaron desde el sector de Riquelme, que ve en esta iniciativa un intento tras bambalinas de Mauricio Macri, acérrimo detractor del ídolo xeneize, de impedirle avanzar con ideas para agrandar la cancha, que promovió durante la campaña.

“Trabajamos permanentemente en mejorar nuestro estadio, como puede observarse en cada partido que se disputa de local. La inclusión en el catálogo referido traería limitaciones para el desarrollo, dado que obliga a mantener la estructura original, impidiendo así ampliar su volumen. Por esa razón, solicitamos a la Legislatura que haga lugar a nuestro pedido de no incluir a la Bombonera en el catálogo, para que de esta manera podamos seguir embelleciendo el club y el barrio de la Boca, nuestro barrio, mediante los proyectos de obras presentados y los que están en desarrollo”, alegaron desde la comisión directiva, que se comprometió a trabajar para tener una Bombonera “cada día más moderna, amplia y cómoda”.

Fue tras ese comunicado que desató la polémica que llegó la respuesta de la Ciudad. Según explicaron desde el Ejecutivo que conduce Jorge Macri, el estadio tiene un grado de protección estructural preventiva desde 2014, otorgado a través de una resolución. Un hecho que, entendieron, “no puede ser ajeno al conocimiento de las autoridades que vienen gestionando el club en los últimos años”.

Dijeron, entonces, que ese estatus para el estadio lo definió en su momento el Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales, un “organismo independiente” integrado por distintas instituciones y entidades profesionales. “Desde entonces, el club nunca recurrió tal decisión, conforme al derecho que les asiste a los propietarios de inmuebles catalogados como patrimoniales”, le enrostraron a Riquelme y sus laderos.

Tras eso, desde la gestión de Macri manifestaron que en julio pasado, el gobierno porteño “cumplió con la obligación legal” de mandar a la Legislatura para su discusión “todo el catálogo preventivo de inmuebles patrimoniales”, donde ingresan “automáticamente” todos los que tengan esa categoría y que hayan sido construidos antes del 31 de diciembre de 1941, en base a la ley 2548. “El catálogo preventivo es un conjunto de más de 4300 inmuebles que la Legislatura debe evaluar si serán incluidos con fuerza de ley en el catálogo definitivo de inmuebles patrimoniales y con qué grado de protección”, aseguraron, desligándose del tema y poniéndolo en el órgano que conduce la vice porteña, Clara Muzzio.

“Es ahora la Legislatura de la Ciudad quien está llevando adelante el tratamiento del proyecto de ley y quien definirá si incorpora o no estos inmuebles con protección preventiva al catálogo definitivo para que la protección quede firme”, dijeron. Eso es justamente lo que no quiere la comisión directiva xeneize.

El comunicado de la gestión de Macri terminó con un dardo para la conducción de la entidad. “El gobierno de la Ciudad hace saber que, al día de la fecha, no ha sido notificado de manera formal por las autoridades del club sobre la pretensión de realizar obras de remodelación o ampliación de su estadio”, concluyeron.