Gobernadores, funcionarios nacionales, ministros de educación y legisladores de distintas fuerzas políticas se reunieron en la Noche de la Educación, el evento anual de la ONG Argentinos por la Educación, que este año tuvo como foco principal la presentación de un documento con 10 prioridades de política pública para la mejora del sistema educativo. La cita fue en el Palacio Libertad (ex CCK) y la conducción estuvo a cargo de la periodista Tatiana Schapiro.

El “Acuerdo por la Educación” lanzado durante el evento surgió de un proceso de consulta en el que participaron más de 200 personas de diversos perfiles, incluyendo referentes educativos, funcionarios, dirigentes sociales, sindicales, políticos, religiosos y empresariales. También consideró los hallazgos de la investigación académica y de los casi 150 informes elaborados por el Observatorio de Argentinos por la Educación, para llegar a una lista de 10 puntos fundamentales para la agenda educativa nacional.

El documento divide las prioridades en tres ejes: primero, las “urgencias” de cada nivel educativo obligatorio (inicial, primario y secundario); segundo, la gestión a escala del sistema; tercero, la transformación de las escuelas. Dentro de cada eje se definieron 3 o 4 acciones prioritarias, en todos los casos acompañadas por propuestas concretas.

Desde la organización resaltaron que el proceso para identificar las 10 prioridades fue “plural” y recogió las miradas de diversos sectores y posiciones ideológicas. También reconocieron que, con matices, los distintos actores que participaron de las entrevistas y mesas de trabajo compartían un diagnóstico crítico sobre la situación del sistema educativo argentino, agravado por el contexto de creciente pobreza e inequidad social.

“Nos reunimos con expertos, dirigentes y representantes sectoriales de todo el país para conversar sobre cuáles son las prioridades para la agenda educativa argentina. A partir de estas conversaciones, identificamos diez ejes prioritarios y organizamos mesas de trabajo técnico-políticas con referentes, especialistas y representantes de diversos espacios para debatir y acordar propuestas de política educativa”, explicó Ignacio Ibarzábal, director ejecutivo de Argentinos por la Educación.

“Con la gran mayoría de ellos coincidimos en que la estructura normativa vigente representa un piso mínimo de consensos sobre los cuales promover nuevos acuerdos, en articulación con visiones plurales que recuperen los aportes de la investigación educativa y contribuyan a la construcción colectiva de una agenda que promueva el derecho a la educación de calidad y el desarrollo social y económico”, señalaron desde Argentinos por la Educación en la presentación del documento.

Participaron de la presentación del Acuerdo por la Educación los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza), Raúl Jalil (Catamarca), Leandro Zdero (Chaco), Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Poggi (San Luis), Carlos Sadir (Jujuy), y Alberto Weretilneck (Río Negro).

También estuvo presente Carlos Torrendell, secretario de Educación de la Nación, así como los ministros de educación de varias provincias. Torrendell reivindicó una “política educativa participativa y federal” de la mano de “una sociedad protagonista que conversa sobre la educación, que demanda educación y que está atenta para que los aprendizajes sean integrales y de calidad”. Y enfatizó: “La educación no es tarea exclusiva de los gobiernos ni de los funcionarios. Para reconstruir la Argentina necesitamos el compromiso auténtico, a la vez alegre y arduo, de la sociedad completa”.

“Una buena política educativa está al servicio del protagonismo de los estudiantes, los docentes y las escuelas, definió Torrendell. Al finalizar su discurso, aseguró: “La Argentina puede no solo recuperar su grandeza, sino recrearla y ampliarla en el contexto del siglo XXI, esta vez asentada sobre sus mejores tradiciones. Así desplegaremos una sociedad educada donde cada persona pueda desarrollar su proyecto de vida y cada comunidad su sentido y su tarea”.

La apertura del encuentro estuvo a cargo de Ricardo Torres, presidente de Argentinos por la Educación. También hubo intervenciones a cargo de Mario Oporto, exministro de Educación de la provincia de Buenos Aires, y Sara García, secretaria general de la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET). Además, los especialistas Cecilia Veleda, Emilio Tenti Fanfani y Mariano Narodowski destacaron el proceso de diálogo que permitió la construcción del “Acuerdo por la Educación”. Veleda recordó a Melina Furman –unánimemente querida y admirada– por sus cualidades humanas e intelectuales, y resaltó que “la magnitud de los desafíos del sistema educativo exige humildad e inteligencia colectiva”.

Con respecto a las urgencias del sistema educativo obligatorio, el documento señala tres: 1) ampliar la cobertura con calidad en el nivel inicial, 2) priorizar la alfabetización inicial en el nivel primario, y 3) acompañar las trayectorias en el nivel secundario para lograr terminalidad con calidad.

Para el nivel inicial, el foco está puesto concretamente en la universalización de la sala de 3, un objetivo que ya se plantearon varias provincias, como Córdoba y San Luis –esta semana se sumó Buenos Aires, con el anuncio del gobernador Axel Kicillof de que enviará un proyecto de ley provincial para avanzar con la medida–. El documento también propone ampliar el acceso a jardines maternales “de calidad” para los niños desde los 45 días a los 2 años.

Para la primaria, la urgencia apunta a lograr la alfabetización inicial y también a garantizar los conocimientos y habilidades básicos en matemática. Desde Argentinos por la Educación vienen trabajando desde 2023 en la Campaña Nacional por la Alfabetización, que logró que el entonces candidato presidencial Javier Milei y 16 gobernadores se comprometieran a priorizar este tema en sus gestiones de gobierno. Este año, el Consejo Federal de Educación anunció un Compromiso Federal por la Alfabetización, que incluyó la presentación de planes de alfabetización en las 24 jurisdicciones del país.

En secundaria, el foco está puesto en el acompañamiento de las trayectorias y en lograr que los estudiantes terminen a tiempo y con los aprendizajes necesarios. Un informe del Observatorio de Argentinos por la Educación había mostrado un panorama crítico sobre este punto: a nivel nacional, solo 13 de cada 100 estudiantes que comienzan la primaria llegan al final de su escolaridad en el tiempo esperado y con conocimientos satisfactorios de Lengua y Matemática medidos por la prueba Aprender. En este contexto, varias provincias están trabajando en reformas para la escuela secundaria, entre ellas CABA con su plan Secundaria Aprende y la provincia de Buenos Aires, que anunció en junio cambios en el régimen académico.

El segundo eje del Acuerdo por la Educación se refiere a la gestión del sistema educativo. En relación con ese desafío se identificaron cuatro prioridades: 4) fortalecer el gobierno de la educación, 5) lograr una inversión suficiente y de calidad, 6) producir más y mejor información y evaluación educativa, y 7) potenciar la formación, la carrera y el salario de los docentes.

La cuestión del gobierno de la educación se plantea en torno al federalismo y la necesidad de formular con precisión las “responsabilidades y competencias” de cada nivel de gobierno. Allí también se propone una mejor distribución de los recursos “a partir de la coordinación fiscal” y la construcción de metas educativas que sean visibles para la sociedad.

El punto sobre “inversión suficiente y de calidad” retoma la meta definida por la Ley de Educación Nacional, incumplida todos los años menos en 2015: un “piso” de inversión del 6% del PBI en la educación obligatoria, con la necesidad de incrementar la participación de la Nación en el financiamiento educativo. También se pide mejorar la eficacia y la eficiencia de la inversión.

A contramano de esta prioridad, distintos informes han advertido este año que el financiamiento nacional para el sistema educativo viene cayendo. Un relevamiento de CTERA señaló que durante el primer semestre el presupuesto para la función “educación y cultura” tuvo una caída real del 41,6%: casi el doble del ajuste realizado sobre el gasto público nacional (-22,7%).

Si bien el documento de Argentinos por la Educación no se refiere al sistema universitario, la posibilidad de que el Poder Ejecutivo vete una eventual sanción de la ley que recompone el financiamiento universitario fue uno de los ejes sobre los que debió responder el secretario Carlos Torrendell en diálogo con la prensa durante el evento.

El ítem referido a la información y evaluación educativa apunta, entre otras cuestiones, a consolidar el Sistema Integral de Información Digital Educativa (SInIDE) para poder logar un “seguimiento continuo” de las principales variables del sistema. Además se propone institucionalizar una política de evaluación a diez años, para darles previsibilidad a estos operativos.

También se plantea el desafío de lograr un mayor uso de la información para la retroalimentación del sistema y la mejora en las escuelas. Sobre este punto, el secretario Torrendell anunció el martes que el Poder Ejecutivo enviará al Congreso un proyecto de ley para fortalecer la evaluación y la información educativa de estudiantes, profesores, escuelas y del sistema en su conjunto.

De cara al Día del Maestro resulta clave el punto 7: potenciar la formación, la carrera y el salario de los docentes. Allí se plantea la necesidad de “asegurar que la docencia sea reconocida y recompensada tanto en términos salariales como de prestigio social”. Para lograr ese objetivo, se propone fortalecer la formación docente inicial y continua, y diseñar una “carrera profesional atractiva”.

El tercer eje del Acuerdo por la Educación se centra en la transformación de las escuelas. Allí se propone: 8) robustecer los tiempos, los espacios y las condiciones para el aprendizaje, 9) mejorar la gestión escolar, y 10) priorizar contenidos curriculares socialmente relevantes.

El primero de esos puntos llama la atención sobre las “condiciones de equipamiento e infraestructura” de las escuelas. También propone implementar un relevamiento de la cantidad de horas y días de clase por escuela, por año, por curso y por materia, con la meta de alcanzar al menos 180 días de clase para todos los estudiantes, según lo estipulado por ley. Además, hay una propuesta referida a la extensión de la jornada escolar, especialmente en escuelas de contextos vulnerables.

El ítem sobre la mejora de la gestión escolar señala, entre otras cuestiones, que es necesario reducir la demanda de trabajo administrativo que recae sobre los equipos directivos, para que puedan poner más foco en las tareas pedagógicas y en el acompañamiento de experiencias de innovación.

El último punto del documento se refiere a la necesidad de priorizar “contenidos curriculares socialmente relevantes”. Allí se plantea que es fundamental “redefinir qué conocimientos y habilidades esenciales deben ser aprendidos en cada grado y año de escolaridad”, de manera de alinear los diseños curriculares con tres objetivos centrales: el ejercicio de la ciudadanía, la inserción laboral y el acceso de los egresados a los estudios superiores.

“Esperamos que este Acuerdo por la Educación contribuya a sentar las bases para una política de Estado que trascienda los cambios de gobierno y nos permita alcanzar nuevas metas en beneficio de todos los estudiantes de nuestro país. También que contribuya a facilitar una articulación más efectiva de todos los actores que desde la sociedad civil nos proponemos colaborar con esta tarea”, señaló Ignacio Ibarzábal.

Entre los asistentes a la Noche de la Educación estuvieron el senador nacional Wado De Pedro; los diputados nacionales Sabrina Ajmechet, Maximiliano Ferraro y Santiago Santurio; el legislador porteño Ramiro Marra; el dirigente sindical Facundo Moyano; el presidente de AMIA, Amos Linetzky; el director Conciencia, Juan Manuel Fernández; y la directora de CIPPEC, Gala Díaz Langou, entre otros referentes del ámbito político, empresarial y social.