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Los casos por viruela símica aumentaron un 120% en una semana, ¿hay que alarmarse?

Los casos por viruela símica aumentaron un 120% en una semana, ¿hay que alarmarse?
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Pasaron de 10 a 22, según el último Boletín Epidemiológico. Puede deberse a una mayor sensibilidad en el sistema de vigilancia más que a un alza tan exponencial de infecciones. Aún no se detectó en ningún paciente el clado Ib, la variante más contagiosa que está causando el brote en el Congo. Especialistas detallan las últimas evidencias sobre las formas de transmisión.

En un contexto donde la memoria de la pandemia por Covid-19 sigue presente, la confirmación de 22 casos de viruela símica en Argentina despierta inquietud. Aunque aún no es momento de pánico, los expertos llaman a estar atentos y seguir las medidas de prevención para evitar un aumento significativo de contagios.

El último Boletín Epidemiológico publicado por el Ministerio de Salud informó que hasta el 24 de agosto se confirmaron 22 casos de mpox, más conocida como viruela símica. Hasta la semana anterior (domingo 17), los confirmados habían sido 10. En el contexto de la Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII) —declarada por la Organización Mundial de la Salud, OMS, el 14 de agosto pasado— y con la experiencia de la pandemia por Covid a flor de piel la pregunta parece inevitable: ¿Hay que alarmarse?

(Alerta spoiler: No todavía, pero hay que cuidarse).

“Por un lado, si bien es un aumento interesante, el número todavía es bajo; por el otro, ese incremento parece deberse más a que se intensificó la vigilancia (lo cual es muy bueno) que a un aumento tan grande de casos reales. Distinto sería si se hubiera detectado en alguno de los pacientes el clado Ib; pero esto todavía no sucedió”, explicó a elDiarioAR la médica infectóloga Leda Guzzi.

Aquí va una aclaración: el clado Ib es una de las “variantes” de mpox que está provocando un aumento significativo de casos en la República Democrática del Congo y en otros países, lo que fue el detonante para que la OMS declarara la ESPII, el nivel más alto de alerta según el Reglamento Sanitario Internacional.

De acuerdo con el Boletín nacional, siete de los casos confirmados que se enviaron al Instituto Malbrán para analizar corresponden al clado II (el que había generado una emergencia de salud pública entre 2022 y 2023).

El Ministerio de Salud también también señala que el incremento tan marcado de casos de una semana a otra puede deberse a un aumento en la sensibilidad del sistema de vigilancia: a partir del alerta emitido en la semana 33 (del 11 al 17 de agosto) se notificaron 42 casos durante los siete días posteriores, lo que representó un 44% del total de notificaciones de todas las registradas en 2024.

Hay otro dato importante que aporta el último Boletín. Con la pandemia de Covid aprendimos que cuanto menor es la positividad (confirmados sobre sospechosos), menor es la posibilidad de que se estén “escapando” infecciones. En este sentido, la cartera sanitaria informó que se pasó de una positividad del 50% en las semanas 32 y 33 (del 4 al 17 de agosto) a un 21% en la semana 34.

No obstante, para el médico infectólogo Martín Hojman es importante no subestimar la situación: “Hay un aumento de casos a nivel mundial, y también se ve en Argentina, entonces hay que sostener el nivel de alarma para que la situación no empeore”.

En Argentina, con los datos disponibles hasta el momento, la población más afectadas es la de hombres que tienen sexo con hombres (79%) y el principal factor de riesgo son las relaciones sexuales con parejas nuevas mútiples y ocasionales; de los doce casos que cuentan con el dato referido a la condición de VIH, diez registran co-infección con este virus. 

“Tuve un paciente con VIH que apareció con lesiones compatibles con mpox; lo analizamos y resultó positivo. Afortunadamente tuvo una muy buena evolución”, contó Hojman, quien trabaja en el Hospital Rivadavia de la Ciudad de Buenos Aires. 

Y amplió: “La forma de contagio de la que tenemos más evidencia hasta ahora es la del contacto directo con lesiones; esto incluye la vía sexual pero también puede ser por contacto físico cercano (piel con piel, mano con piel). Otra vía es por contacto con animales infectados, y también está la vía respiratoria”.

La “vía respiratoria” es parte de lo que se está investigando: “Cuando hablamos de esta forma de transmisión englobamos tanto las ‘gotícula’ o ‘gotas’’, que son aquellas que pueden salir cuando estornudamos, tosemos o recibimos al estar en contacto muy cercano (menos de un metro) y los aerosoles, que son microscópicos y emitimos cuando hablamos o sólo respiramos”, precisó Hojman.

En el caso de mpox, la transmisión respiratoria que está comprobada es por gotas o gotículas y hay menos evidencia de transmisión por aerosoles. Recordemos que en el caso del SARS-Cov-2 (el virus de Covid-19), la principal vía de contagio es por aerosoles, es decir, el virus queda suspendido en el aire y puede llegar mucho más lejos que una gota, lo cual fue clave para volverlo un virus muy contagioso. Ahora bien, ¿qué pasa con mpox?

En contacto vía mail con elDiarioAR, la científica estadounidense Linsey Chen Marr, quien fue una de las máximas referencias mundiales para comprender el comportamiento del coronavirus que causó la pandemia, explicó que “parece probable que la nueva variante del virus mpox (clado Ib) se esté propagando, al menos en parte, por aerosoles”. 

“Esta conjetura se basa en observaciones epidemiológicas (quién se infecta y cuándo se infecta) y en lo que sabemos sobre otros virus estrechamente relacionados. La OMS reconoce que ‘estar cara a cara con alguien que tiene mpox (por ejemplo, hablar o respirar cerca de otra persona)’ puede provocar la transmisión’”, indicó la investigadora, lo que haría referencia a un contagio por gotas o gotículas pero no necesariamente a aerosoles.

Sin embargo, Marr —profesora de ingeniería civil y ambiental en Virginia Tech— no dio nada por sentado: “La realidad es que hoy no tenemos evidencia directa de propagación a través de ninguna ruta en particular, y no sabemos cuánta transmisión ocurre por una ruta en comparación con otra”.

En esa misma línea, la científica no brindó una respuesta determinante a la hora de comparar el comportamiento de los virus: “El mpox no parece estar propagándose tan rápidamente como el Covid, pero no tenemos suficiente información en este momento para estar seguros”, afirmó.

Según un artículo recientemente publicado en la revista The New England Journal of Medicine, “los limitados datos disponibles sugieren que la viruela símica, al igual que la viruela, aumenta los riesgos de enfermedad materna grave, aborto espontáneo y muerte fetal”.

El trabajo señala que una revisión sistemática de 2024 de siete estudios identificó que de 32 mujeres embarazadas con infección por mpox del clado IIb (entre las 6 y las 31 semanas de gestación), “sólo 12 informaron los resultados gestacionales y la mitad resultó en muerte fetal intrauterina”.

“Al igual que la viruela humana, el mpox puede transmitirse de la madre al feto, con altas cargas virales encontradas en los tejidos fetales y de la interfaz materno-fetal, lo que posiblemente contribuya a la pérdida del embarazo”, indicó Guzzi, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).

Respecto a la lactancia, la especialista indicó que “la transmisión de madres lactantes con mpox a sus bebés también puede ocurrir, posiblemente por medio de contacto cercano y se desconoce si el virus está presente en la leche materna”.

En este contexto, y en base a lo que recoge este artículo, la infectóloga afirmó que “es urgente crear una agenda de investigación centrada en el embarazo destinada a mejorar la comprensión de los factores epidemiológicos, mecanismos de transmisión, transmisión vertical, resultados clínicos y eficacia de las vacunas y los antivirales”.

Esta línea de investigación es de gran importancia sobre todo teniendo en cuenta lo que está sucediendo en el Congo con el brote por el clado Ib que ha afectado a numerosos niños. 

Según el último Boletín, en Argentina el 100% de los casos que cuentan con información sobre signos y síntomas (19 casos) registró la presencia de exantemas (erupción cutánea) en diferentes localizaciones (incluyendo genitales, perianales, manos, rostro y torso), seguidos en frecuencia por fiebre y mialgias.

“Es importante tener en cuenta que una lesión que parece menor puede ser mpox, no hace falta tener todo el cuerpo cubierto de ampollas, por lo que la consulta ante la duda es clave”, sostuvo Guzzi.

Finalmente, respecto a las medidas de prevención, las y los especialistas recomiendan evitar el contacto evitar el contacto piel con piel con personas infectadas o que tengan síntomas como fiebre, malestar general o lesiones en la piel; lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón y limpiar las superficies, objetos, ropa de cama y las toallas.

NC/JJD

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