Sin plan B, en el peronismo ya hablan de la “necesidad” de que Cristina sea candidata en 2025
Creen que sería la única forma de evitar una interna y garantizarse el piso en la provincia de Buenos Aires. La prédica contra el desdoblamiento une a la expresidenta y a Massa, pero Kicillof pide un debate “profundo” y se guarda la carta hasta que se defina si se derogan las PASO.
La eventual candidatura de Cristina Fernández de Kirchner a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires es una premisa con la que arranca cualquier conversación en el peronismo. Si bien es probable que la expresidenta estire el misterio hasta el filo del cierre de listas, la mayoría da por hecho que jugará. El argumento es sencillo: es la figura más potente para encabezar la campaña y, sobre todo, la única que hoy podría evitar que se abra una interna con el sector de Axel Kicillof en el tramo nacional de la boleta.
El año próximo se votará por primera vez a los candidatos nacionales con la Boleta Única de Papel (BUP). Esa cuestión técnica, aunque engorrosa, resulta fundamental para planificar la estrategia política. En territorio bonaerense, aún si adhiriera al sistema, habrá urnas concurrentes el día de la elección. Una será para votar a los diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires y otra para votar los cargos locales (legisladores provinciales, concejales y consejeros escolares).
La situación hace que muchos intendentes referenciados en el armado de Kicillof se sientan “despegados” de Cristina para pensar la campaña en sus territorios, aunque en el tramo nacional de la boleta no tienen a ningún contrincante de peso para hacerle frente a la expresidenta, por lo que podrían, sencillamente, aceptar que vaya ella por ser la que mejor mide y no preocuparse por “militar” su boleta. Sin embargo, si la expresidenta decidiera no jugar e instalar a un candidato, deberá consensuarlo con el armado del gobernador.
“Cristina tiene un dilema: si no juega, sabe que le pueden abrir una interna, así que va a terminar obligada a encabezar”, analizó un intendente bonaerense y lo comparó con su decisión de desembarcar en el PJ: “Se vio forzada a presidir el partido porque no pudo señalar a un candidato de consenso”. En el Instituto Patria saben que en el grupo de intendentes díscolos a su conducción –que encabezan Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Mario Secco (Ensenada)– ya amenazan con ir a internas locales si desde el PJ se meten en el armado de listas y podrían hacer lo mismo en el tramo nacional si Cristina decidiera mandar a algún camporista. Hasta ahora, los pocos nombres que sonaron fueron el de Mayra Mendoza (Quilmes) y Eduardo Wado De Pedro.
“Si Cristina no va, no hay plan B. No es para preocuparse, porque el peronismo casi nunca tiene plan B. Cristina recibe a los que quieren competir, los motiva para que avancen y después elige al que mide. Pero esta vez hay una diferencia: su ‘dedo’ ya no tiene el mismo efecto que antes”, describió a elDiarioAR un dirigente con llegada a la expresidenta.
Las especulaciones se montan sobre la suposición de que habría elecciones primarias, aunque ese escenario puede cambiar. En caso de que sean derogadas en el Congreso y luego se lo haga en espejo en la Legislatura –donde ya espera un proyecto de Rubén Eslaiman– el panorama sería aún más complejo si Cristina no jugara, porque los dos espacios de la Provincia –el de Cristina y el de Kicillof– estarían obligados a negociar.
“Hoy no pueden ni sentarse a definir si ponerle azúcar o edulcorante al café, suena a realismo mágico que definan a un candidato”, dijo a este medio un intendente que se presenta como equidistante entre ambos sectores. Si bien mencionó a Gabriel Katopodis como un posible nombre de consenso, también admitió: “Hay que jugar fuerte en la Provincia y todos saben que hoy Cristina es la mejor candidata, porque garantiza un piso alto. El problema con ella es siempre el mismo: el techo es bajo”.
El único freno real a una candidatura de Cristina sería una definición de la Corte Suprema sobre la causa Vialidad, algo que pocos conciben antes de la elección. “Cristina no está proscripta, pero el problema es que va a tener que desandar su propio discurso sobre la proscripción. En la campaña de 2023 decía que lo estaba, y era insostenible, pero ahora con una situación judicial más complicada y una condena en segunda instancia parece que no lo está”, sostuvo un dirigente peronista enfrentado con su conducción.
Durante la extensa reunión del PJ Bonaerense en Moreno, quedó planteado un tema que podría convertirse en la próxima gran discusión al interior del peronismo. “Cristina y Massa fueron a marcarle la cancha a Axel contra la posibilidad de que desdoble la elección; fue un mensaje grosero y el verdadero motivo de la reunión”, analizó en diálogo con elDiarioAR un intendente que se referencia con la figura del gobernador.
La coincidencia entre el massismo y el kirchnerismo deja aislado a Kicillof, que al menos hasta ahora consideraba la posibilidad de desdoblar. “No tenemos una posición tomada, por dos cosas: primero porque depende de qué pase con las primarias a nivel nacional y segundo porque todavía no hubo un diálogo serio con todos los espacios de la coalición para decidir la mejor alternativa”, afirman en su entorno.
Si bien en términos políticos los intendentes alejados de Cristina consideran conveniente desdoblar la elección, los argumentos de la expresidenta en contra del desdoblamiento también son atendibles. Entre ellos, desde su entorno mencionan que la Justicia Electoral de la Provincia nunca organizó una elección y el agobio de la gente frente a la posibilidad de ir a votar cuatro veces, en caso de que no se deroguen las PASO. También señalan el perjuicio de una campaña “provincializada”, con una agenda mediática enfocada en casos de inseguridad que podrían marcar el tono y los tiempos del debate público.
Cristina intentará nacionalizar la campaña legislativa para mostrar al peronismo como una alternativa real contra Milei. De derogarse las primarias y si no hay acuerdo electoral entre los libertarios y el PRO, tendrá más chances de hacer una buena elección en la provincia de Buenos AIres. Kicillof, por ahora, puede reservarse la decisión final sobre el desdoblamiento; una carta importante en una situación adversa, en la que el protagonismo de la expresidenta ya obtura sus intenciones de levantar el perfil rumbo a 2027.
LA/DTC