El fiscal pide indagar a Alberto Fernández por lesiones y coacciones contra Fabiola Yáñez
Ramiro González pidio que el expresidente sea indagado por el juez federal Julián Ercolini, a cargo de la causa. Fernández podría ser condenado a una pena de hasta 18 años de prisión.
- ⚖️ **Indagatoria solicitada**: El fiscal Ramiro González pidió interrogar al expresidente Alberto Fernández por lesiones y coacciones contra Fabiola Yáñez, con posible pena de hasta 18 años.
- 👩⚕️ **Lesiones graves**: Se lo acusa de causar lesiones leves y graves a Yáñez, además de coacciones para que no denunciara la violencia.
- 📱 **Pruebas recabadas**: Se han analizado teléfonos, declaraciones y documentación médica sobre el estado de salud de Yáñez.
- 📝 **Testimonios**: Varias personas, incluyendo médicos y familiares, han testificado sobre la situación de violencia sufrida por Yáñez.
- 💔 **Violencia de género**: La fiscalía sostiene que Fernández ejerció violencia psicológica, física y económica desde 2016 hasta que se presentó la denuncia.
- ⚡ **Episodios de violencia**: Se documentaron agresiones físicas, incluyendo agarrones y golpes, provocando diversas lesiones a Yáñez durante su convivencia.
- 💼 **Condiciones de vida**: Aunque Yáñez se trasladó a Madrid, continuó bajo control económico y emocional por parte de Fernández.
- 🧠 **Impacto emocional**: Expertos destacaron el desgaste emocional y los síntomas de depresión en la salud mental de Yáñez por la violencia sufrida.
El fiscal federal Ramiro González solicitó la indagatoria del expresidente Alberto Fernández por los delitos de lesiones y coacciones que habrían tenido como víctima a la ex primera dama Fabiola Yáñez y que le valdrían una pena de hasta 18 años de prisión, de acuerdo a fuentes de la fiscalía consultadas por elDiarioAR.
La fiscalía planteó que Fernández debe ser indagado por el juez federal Julián Ercolini por dos lesiones leves doblemente agravadas por ser cometidas mediante violencia de género y contra su entonces pareja; una lesión grave por el debilitamiento permanente de la salud de la ex primera dama –también doblemente agravada– y el delito de coacciones para que Yánez no denunciara los hechos de violencia.
El fiscal recabó prueba de los teléfonos de la exsecretaria de Fernández, María Cantero, y de la propia Yáñez; tomó declaración a Yáñez, a María Cantero, al ex Intendente de Olivos Daniel Rodríguez, a la madre y hermana de Fabiola, a la periodista Alicia Barrios, y a los médicos presidenciales Saavedra y Alem. También prestaron declaración testimonial la esteticista Florencia Aguirre, Sofia Pacchi, la niñera Noelia del Valle Gómez, el ama de llaves Cinta Tonietti, entre otros.
Durante los últimos tres meses, se analizaron los registros de ingresos y egresos de Olivos de todo el mandato presidencial de Fernández; los registros de llamadas telefónicas entre Fernández y Yáñez desde 2016; y se incorporó y analizó documentación médica del Sanatorio Otamendi, la clínica Fertilis, el Hospital Universitario de Madrid y del Instituto de Neurología Cognitiva INECO.
En el expediente, se incorporaron fotos, videos aportados por la querella y la defensa; y registros de la actividad oficial del entonces presidente y de la entonces primera dama: actos, conferencias y viajes oficiales. Se realizó un relevamiento de medios de donde se extrajeron otras tantas imágenes, videos y declaraciones públicas de utilidad para la investigación y se agregaron extensos informes psicológicos y psiquiátricos productos de entrevistas de profesionales con Fabiola Yáñez, según informaron fuentes de la fiscalía a elDiarioAR.
El análisis de toda la prueba reunida en el caso permitió a la fiscalía sostener que el expresidente Fernández “ejerció distintos tipos de violencia contra su pareja, prácticamente, desde el inicio de su relación”, comunicó la fiscalía este lunes. De acuerdo a las definiciones de la ley 26.485 de Protección Integral a la Mujer, se pudo detectar violencia psicológica, física y económica.
Para la fiscalía, Yáñez vivió en un contexto de violencia de género signada por la particular relación asimétrica de poder con el agresor, por lo menos desde 2016 hasta que se formalizó la denuncia. En ese periodo, “Fernández ejerció de un modo sistemático violencia psicológica contra Fabiola Yáñez bajo las formas de acosos, hostigamientos, controles, indiferencia, insultos, culpabilización, destrato, retiro de la palabra, ninguneos y hostilidad”, planteó la fiscalía.
De acuerdo a las constancias de la causa, existieron episodios agudos y la violencia luego se convirtió en habitual ya durante el mandato de Fernández como presidente de la Nación. Durante la convivencia de la pareja en la Quinta de Olivos se relataron agarrones del cuello, zamarreos, cachetazos y distintos golpes que provocaron lesiones en el cuerpo de Yáñez.
Una de las lesiones imputadas, correspondiente a los meses anteriores al 12 de agosto de 2021, provocó un moretón en el brazo de Yáñez, producto de un agarrón o zamarreo de Fernández dentro del chalet presidencial de la Quinta de Olivos y cuya fotografía envió Fabiola Yáñez a María Cantero por Whatsapp en esa fecha.
La segunda lesión ocurrió entre la noche del 21 de junio y la madrugada del 22 de junio de 2021. En ese momento, cuando la pareja se encontraba en la cama de la habitación principal del chalet presidencial de la Quinta de Olivos, Fernández golpeó a Yáez en el rostro y le provocó una lesión en su ojo derecho que inició con dolor y enrojecimiento para, luego, ir cambiando su tonalidad –hasta ponerse negro– en los días posteriores.
La fiscalía sostiene que, de acuerdo a las pruebas de la causa, la violencia física, fundamentalmente, en la modalidad del golpe a mano abierta se hizo recurrente hasta el final del mandato presidencial, incluso luego de la mudanza de la entonces primera dama del chalet principal a la casa de huéspedes de Olivos durante 2023 hasta que, finalmente, partió a Madrid. Ese destino fue elegido por Fernández, quien supuso que su espacio podía ganar las elecciones de ese año y ser embajador en España.
Mientras Yáñez residía en Madrid, “condicionada económicamente por su agresor” ocurrieron “anuncios de suicidio; recuerdos de las necesidades de su hijo, Francisco; pedidos de ocultar las agresiones físicas para que no fueran noticia; y consejos de hablar lo menos posible bajo promesa de que nada iba a faltarle a la familia”. Mientras tanto, “la víctima fue coaccionada para que no denunciara el hecho frente al juez de la causa y, de ese modo, se afectó el trámite de un expediente federal”.
Las agresiones habrían durado ocho años. Profesionales psicólogas del Ministerio Público Fiscal remarcaron en el expediente el desgaste emocional de Yáñez y anotaron el impacto en su estado anímico, la voluntad y vitalidad. A esto sumaron la existencia de un fondo emocional depresivo con la predominancia de sentimientos de humillación, vergüenza, soledad miedo y desconfianza.
A su vez, el fiscal resaltó que la médica psiquiatra presentada por la querella, luego de analizar estos aspectos, concluyó que se advertían múltiples secuelas de daño psíquico reactivo a situaciones de violencia sistemática y crónica sufridas por Yáñez.
ED