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"Con la IA, la humanidad puede soñar por primera vez con solucionar la mayor cantidad de sus problemas y tareas"

"Con la IA, la humanidad puede soñar por primera vez con solucionar la mayor cantidad de sus problemas y tareas"
alan-daitch

Es uno de los mayores expertos de IA del mundo y nos dice todo lo que sabe sobre esta tecnología.

AI
  • 🌊 **Alan Daitch, experto en IA**: Se destaca en el mundo de la inteligencia artificial, donde la adaptación continua es crucial.
  • 💼 **CEO de Tasatasa.com**: Vendió su startup Digodat, que fue el socio de Big Data más importante de Google en Latinoamérica.
  • 👀 **Deepfakes y fake news**: Advierte sobre el peligro de los videos falsos, especialmente en tiempos electorales, y la importancia de la educación digital.
  • ⚙️ **Transformación industrial**: La IA no solo cambia una industria, sino que transforma todas simultáneamente, haciendo que decisiones sean más accesibles y automatizadas.
  • 📉 **Disrupción laboral**: Anticipa que muchos trabajos se volverán irrelevantes, aunque no se eliminen oficialmente, y que los sectores más afectados incluyen atención al cliente y diseño gráfico.
  • 🚀 **Nuevos roles laborales**: Aparecen nuevos trabajos como curadores de prompts y entrenadores de modelos de IA, donde el criterio y las buenas preguntas son esenciales.
  • 🌐 **Ecosistema de IA**: Diferentes actores, como ChatGPT, Claude, y Gemini, están en competencia y tienen distintas visiones y valores.
  • 💔 **Relación emocional con la IA**: La tecnología actúa como un "copiloto emocional", pero hay riesgos de dependencia y pérdida de conexión humana.
  • 🔍 **Uso responsable**: Recomienda a quienes tienen miedo de usar IA que empiecen con aplicaciones simples y personales para fomentar una relación más saludable con la tecnología.
  • ⚠️ **Riesgos de la IA**: Preocupa que la dependencia excesiva a la IA erosione nuestras habilidades críticas y de pensamiento, llevándonos a aceptar sin cuestionar.

Alan Daitch se mueve como pez en el agua de la IA. No es nada fácil. Las corrientes cambian día a día. Si hoy prima el "aprendizaje continuo" en casi todos los ámbitos laborales, esa máxima se hace más imperiosa aún en el mundo de la IA. Colosos tech, rebosantes de dólares, compiten por ponerse al frente de la carrera del siglo.

Hoy, Daitch es CEO de Tasatasa.com. En plena pandemia, Daitch y su socio Mauro Giordando le vendieron su startup Digodat (fundada en 2015) a S4 Capital de Sir Martin Sorrell. Digodat fue el partner de Big Data más importante de Google en Latinoamérica.

Se define como un "evangelista de la IA y la tecnología", lo que no lo inhabilita a que también tenga una mirada crítica de algunas cosas que pasan. 

Como, por ejemplo, el video fake de Mauricio Macri dado a conocer unas horas antes de la elección del domingo.

"El video solo es un síntoma de una nueva época, en la que cualquiera puede generar un deepfake creíble con muy pocos recursos y de manera muy veloz", dice Daitch. "Es fundamental avanzar en una educación digital que acostumbre a la población a revisar las fuentes. Como la revolución de la IA avanza tan rápido, la única manera de estar seguros es revisar quién publica los materiales. La educación en inteligencia artificial es la única manera de prevenir, y hay que tener mucho cuidado con el sesgo de confirmación de creer en algo solo porque coincide con lo que pensamos", dijo. 

Y esto es un tema que volverá a repetirse en casi todas las instancias electorales que se vengan por delante. "Si bien esto fue solo una anécdota, a este ritmo de evolución tecnológica, en octubre estos videos podrían estar multiplicados y dificultar mucho más los sistemas electorales. A su vez, es solo una continuación del fenómeno de la pos-verdad, con una nueva escala pero la misma raíz que es la tendencia de gente a no comprobar".

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Hoy, Daitch es un influencer de la IA y quiere que los argentinos, y el mundo en general, puedan la usar la IA en su favor. En esta charla con El Economista, habla de todo. 

No es la primera vez que una tecnología rupturista llega con la promesa de cambiarlo todo.Ya pasó antes. ¿Qué tiene de distinto la IA para que esta vez sea distinto?

-Lo que tiene de distinto es que no estoy hablando de una tecnología que cambia una sola industria, sino de algo que transforma todas las industrias a la vez.

Internet necesitaba intermediarios humanos para conectar lo digital con lo físico: alguien que buscara, interpretara y ejecutara. La IA rompe con eso. Ya no solo ejecuta, también interpreta. No reemplaza herramientas: reemplaza decisiones. Y lo hace cada vez de forma más personalizada, más rápida y más barata.

Además, es una tecnología que se potencia cuanto más la usamos. No hay meseta sino aceleración continua. Lo más revolucionario no es que automatiza tareas mentales, sino que redefine quién tiene el poder de hacer cosas. Hoy, con una idea, un celular y ChatGPT, podés programar una app, escribir un guión, armar una estrategia de negocios. Eso antes estaba reservado a élites con suficiente guita o conocimiento técnico. Ahora, lo tiene cualquiera. Y esto es apenas el principio.

¿Qué creés que va a pasar en el corto plazo con el empleo y qué sectores están más expuestos?

-Creo que va a haber una disrupción silenciosa. Muchos laburos no van a desaparecer "oficialmente", pero se van a volver irrelevantes o directamente no rentables. Ya lo estoy viendo: empresas que con 10 personas hacen lo que antes necesitaban 50, freelancers que se vuelven productivos al triple.

Los sectores más expuestos son atención al cliente, redacción básica, diseño gráfico tradicional, soporte legal, análisis financiero, procesos administrativos. Pero no se trata solo de reemplazo, sino de desplazamiento.

Están surgiendo nuevos roles: curadores de prompts, entrenadores de modelos, integradores de flujos de trabajo con IA. Lo más valioso hoy no es lo técnico: es saber hacer buenas preguntas y tener suficiente criterio para entender a dónde querés llegar como resultado final.

Si bien todavía no queda claro si lograremos crear una suficiente cantidad de nuevos trabajos, la humanidad puede soñar por primera vez con solucionar la mayor cantidad de sus problemas y tareas. Si eso realmente pasa, el debate más importante será cómo administrar los recursos y el tiempo libre en un nuevo contrato social.

¿Nos hacés un pantallazo del ecosistema más allá de ChatGPT?

-Hoy, ChatGPT tiene el liderazgo narrativo. Es el "Google" de la IA. 

Pero, por debajo, hay una batalla entre grandes potencias tecnológicas:

Claude (Anthropic): es la única europea de la lista y el modelo preferido por los programadores.

Gemini (Google): muy integrado a todos sus productos. Aunque no sea muy conocida por su nombre, Google ya está aprovechando su potencial cada vez que hacemos una búsqueda. Tiene muchas chances de ganar a largo plazo si logra integrarse bien con todos los productos que ya usamos.

DeepSeek y Qwen (China): sorprenden por su excelente relación precio/calidad y por ser de código abierto. Hoy, los chinos no tienen nada que envidiarle a Estados Unidos en IA y no está claro quién va a ganar esta carrera.

Llama: la apuesta de Meta por el open-source, todavía no logra encontrar su lugar más allá de estar integrada con WhatsApp.

Grok (X/Elon Musk): busca ser una IA sin filtros y, aunque es de las más nuevas, compite de igual a igual. Hizo la ronda de inversión privada más grande de la historia, así que creo que nunca hay que subestimar lo que Elon tiene entre manos, ni su posible conexión con el ecosistema robótico de Tesla.

Esto no es solo tecnología, es geopolítica. Cada modelo tiene valores, estilo, visión del mundo. No es lo mismo usar una IA entrenada en Silicon Valley que una entrenada por el Estado chino. Y eso también moldea nuestras decisiones, en un mundo donde estos modelos van tomando control a medida que los incorporamos a nuestro día a día.

¿Cómo ves el uso social de la IA?

-Se volvió íntima. No es una herramienta más: es una presencia constante. Te ayuda a decidir qué comer, cómo contestar un mensaje difícil, si emprender o no. Se convirtió en copiloto emocional, y acá siempre hago una advertencia: hay gente que ya desarrolló una relación de amistad o la usa de psicólogo, y no está claro que sea saludable. Mark Zuckerberg planteó un futuro horrible donde la mayoría de nuestros amigos serían inteligencias artificiales, argumentando que los estadounidenses tienen en promedio 3 amigos pero una "demanda" de 15.

Los pibes la usan como sistema operativo vital. Los adultos mayores, como un Google con esteroides. En ambos casos, es una relación emocional, no solo funcional. Y eso cambia todo. Depende de nosotros tener la lucidez de no perder la conexión humana que las nuevas generaciones vienen descuidando, especialmente desde que aparecieron los smartphones y peor aún después de la pandemia.

Hoy, el mundo se japonizó.

Me acuerdo cuando hace una década, nos horrorizábamos de Japón con su tasa de natalidad negativa porque estaban todos pegados a las pantallas y aparecían las novias holograma. Hoy, el mundo se japonizó.

¿Qué le recomendarías a alguien que le tiene miedo o no se anima a usar IA?

-Que empiece con algo personal. ¿Te gusta cocinar? Pedile recetas. ¿Querés mejorar un CV? Que te lo corrija. ¿Tenés una duda médica? Que te la explique simple (y después chequeás).

La IA no es solo para técnicos. Es para el que sepa conversar, y conversar sabemos todos. No hace falta entender cómo funciona, sino cómo preguntarle.

Además, no hay examen. Podés fallar, reformular, borrar. La clave es animarte, y cuando le agarrás el gustito, la curva de utilidad en el día a día es exponencial.

También me preocupa la relación adictiva que se puede formar con esta tecnología. 

¿Ves algún riesgo? ¿Te preocupa algo?

-Sí, y el riesgo más urgente no es que la IA falle, sino que nos acostumbremos demasiado a ella. Pruebas como PISA y PIAAC muestran que ya estábamos perdiendo comprensión lectora, pensamiento crítico y concentración antes de la llegada masiva de la IA generativa. Ahora, con herramientas que pueden resolver casi cualquier cosa por nosotros, el peligro real es que dejemos de pensar activamente.

También me preocupa la relación adictiva que se puede formar con esta tecnología. Vivimos en una economía de la atención, y la IA no frena esto, lo potencia. Si seguimos cediendo criterio y tiempo por comodidad, lo que se erosiona no es solo el pensamiento, sino también nuestra voluntad.

Cuando dejamos de cuestionar, auditar o entender lo que genera la IA, dejamos de decidir y empezamos simplemente a aceptar. Y ahí dejamos de ser parte del plan: pasamos a ser parte del experimento.

 

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