Las mejores 5 series y películas para ver este fin de semana en Netflix, Prime Video y cines
Una selección con las series y películas recomendadas para este fin de semana.
Una selección especial con las mejores series y películas, que incluye también estrenos en salas de cine.
Estas son las series y películas para ver en el fin de semana en Netflix , Prime Video y cines.
Esta ficción recrea la masacre ocurrida la noche del 30 de diciembre de 2004 en el local República Cromañón, ubicado en el barrio de Once de la ciudad de Buenos Aires, durante un recital de la banda de rock Callejeros. El incendio que se desató en ese momento se convirtió en la peor tragedia mundial en la historia de la música rock y una de las mayores catástrofes no naturales de nuestro país, dejando 194 muertos y al menos 1,432 heridos.
El guion, escrito por Josefina Licitra, Pablo Plotkin y Martín Vatenberg, presenta a un grupo de amigos de Villa Celina, varios de ellos integrantes de una banda de rock, quienes se reunirán esa luctuosa noche en el mismo lugar. A lo largo de la historia, se van revelando sus personalidades, sus relaciones amorosas y sus rivalidades.
La protagonista, Malena (Olivia Nuss), regresa a la casa de su madre, Betty (Soledad Villamil), cuatro años después del desastre, alejándose de sus amigos. Atrapada por una profunda depresión, Malena, que aspiraba a ser cantautora, abandonó la música tras ese trágico evento. Lo mismo ocurrió con Nico (Toto Rovito), quien dejó de tocar la guitarra y componer, y ahora se dedica a reunir a sobrevivientes y familiares para luchar en pos de que se haga justicia en el juicio contra los responsables del incendio.
A través de los recuerdos de Malena, narrados en flashbacks, vamos conociendo al grupo en su vida cotidiana y reviviendo esa fatídica noche (en el quinto episodio de los ocho que componen la serie). Durante su estancia en la casa de su madre, Malena debe decidir si participa como testigo en el juicio o no, mientras se va reencontrando con sus viejos amigos, los padres de su novio (Luis Machín, Muriel Santa Ana) y con Nico, con quien mantuvo una relación a escondidas.
Los personajes están muy bien desarrollados, y su llegada a la catástrofe se siente profundamente humana, ya que conocemos sus sueños, aspiraciones y temores. El espectador se ve involucrado emocionalmente y desea que logren sobrevivir. La reconstrucción del desastre está muy bien lograda y evita caer en detalles morbosos innecesarios.
Creada por Armando Bo II, dirigida por Marialy Rivas y Fabiana Tiscornia, la serie avanza rápidamente, apoyada en un elenco destacado, y presenta una buena reconstrucción de la época, aunque fue filmada en Uruguay, lo que hace que algunas locaciones se sientan algo ajenas (algo que también ocurría en la excelente Barrabravas). La música juega un papel clave, no solo en las canciones de la banda de rock, sino también en las composiciones de Malena y Nico, así como en los temas que acompañan diversas escenas desde la banda sonora.
Esta extraña mezcla de géneros, que fusiona el cine de catástrofe con el musical pero despojados de su faceta espectacular, aprovecha el aspecto romántico y la matriz auto afirmativa de los personajes del musical para transmitir un mensaje de esperanza. Comprometida con la causa, Malena supera su depresión y vuelve a componer, mientras que los sobrevivientes comienzan a ver la vida con una nueva luz más optimista.
El elenco no ofrece ni una sola nota falsa. La debutante Florencia Neuss, con sus enormes ojos llenos de tristeza, asume un papel que la mantiene casi constantemente ante la cámara, brindando una interpretación tan impactante como la de Toto Ferro en El ángel. Rovito, con su naturalidad, construye a una suerte de Paul McCartney de barrio, en donde se reúnen la simpatía y la envidia. José Gimenéz Zapiola, como el novio de Malena, dota a su personaje altruista de simpatía y bonhomía. Soledad Villamil, mostrando su versatilidad, compone a una madre algo desbordada, con la fortaleza necesaria para apoyar a su hija mientras intenta organizar su propia vida. Luis Machín, como el padre de uno de los fallecidos y el abogado que orientará a otros padres en el juicio, estruja el corazón del espectador cuando su personaje, normalmente firme, finalmente se derrumba. Las intervenciones de Muriel Santa Ana, Dani La Chepi, Esteban Lamothe. Gastón Soffriti y Paola Barrientos, aunque breves, complementan al grupo de actores jóvenes, aportando un apoyo sólido tanto en los personajes de padres como en la veteranía de sus recursos actorales.
Más allá de las polémicas que inevitablemente surgen al abordar uno de los traumas más dolorosos sufridos por una generación, Cromañón es un gran logro dramático y una de las mejores series producidas por Argentina.
Imprescindible.
La nueva película de Woody Allen, la número 50 de su carrera, presenta como novedad que está hablada en francés, con un elenco de actores franceses. En cuanto a su temática, retoma elementos de obras más destacadas como Crímenes y pecados (1989) y Match Point (2006).
Fanny (Lou de Laâge) es una joven que, mientras camina por las calles de París, se cruza con Alain (Niels Schneider), un antiguo compañero de la escuela secundaria en Nueva York. El poeta, con poco dinero pero mucho encanto, le confiesa que desde aquellos tiempos ha estado enamorado de ella. Fanny, casada desde hace años con el pudiente Jean (Melvin Popaud), un financista centrado en incrementar la fortuna de los ricos, siente que su vida actual, distante de los ideales de su juventud, está estancada. Motivada por la curiosidad y el deseo de escapar de su rutina, inicia una relación con Alain.
La historia, marcada por el azar y la predestinación, toma un giro más oscuro y menos romántico cuando Jean empieza a temer que puede perder a su esposa.
La película brilla gracias a la fotografía del maestro Vittorio Storaro (responsable de El conformista, Apocalypse Now y Refugio para el amor), quien le imprime una paleta colorida que aleja el filme del realismo. Los interiores se tiñen de azul o un tono champagne según el estado de ánimo de los personajes. La cámara, ágil y dinámica, sigue a los personajes con un ritmo juvenil, recorriendo parques y habitaciones con vitalidad, algo sorprendente si se considera que está bajo las órdenes de dos octogenarios.
El humor se presenta en forma de una sátira ligera de las pretensiones de los ricos y en la caracterización de algunos personajes, aunque resulta ser solo un toque superficial, como la espuma de una cerveza que ha perdido fuerza. El tono sombrío, por otro lado, tiene mayor consistencia y está mejor logrado. Hay una cierta ironía entre las creencias de los personajes y como juegan en sus vidas.
Este film, aunque menor dentro de la filmografía de Allen, con una banda sonora que incluye temas clásicos de jazz moderno, probablemente no hará grandes aportes a los seguidores más acérrimos del director, pero tampoco resulta tan fallido como algunas de sus obras recientes. Si esta es la última película de Woody Allen, no dejará un sabor amargo en los labios de sus espectadores.
Esta miniserie narra los hechos ocurridos en 1981, cuando once atracadores, liderados por José Juan Martínez Gómez, conocido como "El Rubio" (Miguel Herran), asaltaron el Banco Central en Barcelona exigiendo la liberación del Teniente Coronel Tejero y otros implicados en el fallido golpe de Estado del 23 de febrero de ese año.
Dos periodistas, la novata Maider (María Pedraza) y el fotógrafo Bernardo (Hovik Keuchkerian), se encuentran en el lugar del asalto y se convierten en mediadores entre los atracadores y el comisario López (Isak Férriz), mientras que el presidente (Oscar Rabadán) y su equipo intentan determinar si los delincuentes son miembros de la Guardia Civil leales a Tejero o simples criminales.
En un contexto de profunda inestabilidad política y con la democracia del país en riesgo, el guion de Patxi Amezcua muestra con detalle como el asalto pone en juego no solo la seguridad nacional, sino también las vidas de agentes de la ley, periodistas y políticos, atrapados en una red de traiciones, engaños y corrupción. Con 190 rehenes dentro del banco, la serie presenta numerosas escenas de alta tensión, evocando el clima de Tarde de perros (Sidney Lumet, 1975). A esto se suman las crecientes fricciones entre los propios atracadores y las estrategias de la policía y el ejército para lograr su rendición, lo que genera un cóctel de alta tensión. Las sorpresas y giros que toma la trama mantendrán al espectador al borde del asiento.
Dirigida por Daniel Calparsoro, Asalto al Banco Central se desarrolla a lo largo de cinco episodios, ofreciendo un relato lleno de engaños y conspiraciones, bien estructurado y con actuaciones destacadas de Miguel Herrán, que logra una impresionante presencia física y vocal, así como de Pedraza y Keuchkerian. La recreación de la época es impecable, al igual que la selección de temas musicales pop que transportan al espectador a ese período.
Muy recomendada.
Este documental repasa la vida de Martha Stewart, nacida en 1941 en Nueva Jersey, una de las personalidades más influyentes en el mundo del estilo de vida, la cocina, el entretenimiento y los negocios. A lo largo de más de cinco décadas, Stewart se consolidó como un referente de la cultura estadounidense, especialmente por sus consejos sobre tareas domésticas, jardinería y cocina. Sin embargo, su carrera también estuvo marcada por la controversia, particularmente a raíz de su condena por delitos relacionados con el uso de información privilegiada en el mercado de valores.
Hija de una familia de clase media, Martha mostró desde joven un interés por la cocina, la jardinería y las manualidades, lo que más tarde sería la base de su exitosa carrera. Se graduó en 1963 en Historia del Arte por la Universidad de Barnard en Nueva York. Tras sus estudios, trabajó como modelo y luego se convirtió en la primera mujer corredora de bolsa en Wall Street. Sin embargo, su verdadera pasión estaba en el hogar y la cocina, lo que la impulsó a entrar al mundo de los medios y los negocios.
En 1982, publicó Entertaining, un libro de cocina que consolidó su reputación como experta en organización de eventos y entretenimiento en casa. El éxito de este libro fue el inicio de su carrera como autora, con otros títulos como Martha Stewart's Cooking School y Martha Stewart's Homekeeping Handbook, que la posicionaron como una autoridad en el estilo de vida hogareño.
En 1993, lanzó su propio programa de televisión, Martha Stewart Living, que rápidamente se convirtió en un éxito y la convirtió en una estrella de la televisión estadounidense. Su estilo accesible y su habilidad para explicar procesos complejos de manera sencilla la hicieron muy popular.
En 1997, fundó Martha Stewart Living Omnimedia, una empresa que abarcaba desde revistas y programas de televisión hasta productos de consumo y decoración. La compañía fue un éxito rotundo y alcanzó un valor multimillonario, con productos vendidos en cadenas como Kmart y Macy's. Además, su revista mensual Martha Stewart Living se convirtió en una de las más leídas de su sector.
Sin embargo, en 2001, Martha Stewart se vio involucrada en una investigación por insider trading (uso de información privilegiada), después de vender acciones de ImClone Systems justo antes de la caída de su valor. Se alegó que recibió información confidencial de su corredor de bolsa. En 2004, fue condenada por conspiración, obstrucción a la justicia y falsificación de declaraciones. Recibió una sentencia de cinco meses de prisión, cinco meses de libertad condicional y una multa de $30,000. La noticia de su condena causó gran revuelo, ya que muchos consideraron que la pena fue excesiva.
Stewart cumplió su condena en una prisión federal de mínima seguridad en West Virginia. Tras su liberación, logró recuperar su estatus en el mundo de los negocios y los medios. En 2005, regresó a la televisión con The Martha Stewart Show, que estuvo en el aire hasta 2012. También amplió su imperio hacia los objetos suntuosos y nuevas colaboraciones con marcas. En 2015, firmó con la cadena NBC para producir nuevos programas, y en 2020, se asoció con Snoop Dogg para crear Martha & Snoop's Potluck Dinner Party, una serie de cocina que le dio un toque humorístico y contemporáneo, rejuveneciendo su imagen.
Dirigido por R.J. Cutler, el documental ofrece una visión panorámica de la vida de esta emprendedora, explorando tanto sus logros como las sombras de su carrera. Con una edición dinámica y una abundante cantidad de material de archivo, junto a una entrevista actual con Stewart, el film ofrece una mirada profunda a su vida y legado.
Altamente recomendable para quienes deseen conocer los altibajos de una de las figuras más emblemáticas de los negocios y los medios en Estados Unidos.
Este melodrama sueco de tono suave es perfecto para quienes buscan una historia emotiva que los lleve a soltar unas cuantas lágrimas.
Escrito, dirigido y protagonizado por Josephine Bornebusch, Aprendiendo a soltar narra la vida de una familia emocionalmente abrumada. Martha, la madre controladora, debe lidiar con su hija adolescente Anna (Sigrid Johnson), quien desea participar en un concurso de baile del caño; con un hijo pequeño de 8 años que, escondido tras una máscara, enfrenta problemas con el gluten; y con un esposo, Gustav (Pål Sverre Hagen), distante e inmaduro, que ya tiene una amante y planea divorciarse.
Ante el vacío que deja Gustav, que luce un peinado tipo Príncipe Valiente, Martha impone un viaje familiar a un remoto pueblo donde se celebra el mencionado concurso de baile, al que Anna sueña con asistir.
A lo largo del viaje, la familia se enfrenta a diversas situaciones, incluyendo una visita a la madre de Gustav y nuevas relaciones que surgen en el camino. A medida que se develan las causas que han llevado a la familia a su crisis, una inesperada revelación ayudará a los personajes a reflexionar sobre sus comportamientos y relaciones.
Con buenas actuaciones, una banda sonora de canciones en inglés, algunos paisajes hermosos y un enfoque sincero sobre los conflictos familiares, Aprendiendo a soltar se convierte en un pasatiempo agradable y reflexivo.
Recomendada.