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"Me tiro del balcón": Adorni candidato y la elección que puede dejar a Macri bajo las cenizas de su propio experimento político

"Me tiro del balcón": Adorni candidato y la elección que puede dejar a Macri bajo las cenizas de su propio experimento político
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Macri se entregó al grito y ahora busca volver al murmullo. Pero quizá el centro ya no lo escuche.

AI
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  • 😞 Patricia Bullrich rechazó liderar la lista del PRO en las elecciones porteñas, mientras que Manuel Adorni se vio obligado a aceptar la candidatura.
  • 👩‍👧 Karina Milei, hermana de Javier Milei, tiene conciencia de la importancia del voto femenino en la ciudad, destacando que hay 200,000 mujeres más que hombres.
  • 🏙️ La dinámica electoral en Buenos Aires señala que ciertos sectores históricos son clave para definir elecciones, como el cordón de Rivadavia.
  • 📈 Comparando líderes, Macri logró consolidarse al moverse hacia el centro, mientras que Milei adopta un enfoque más extremo y polarizador.
  • 🗳️ Si La Libertad Avanza gana, podría dejar al PRO sin líderes claros, ya que el partido está dividido internamente.
  • 🌪️ La campaña de Silvia Lospennato busca atraer al electorado moderado, que prefiere un estilo más centrado y menos agresivo.
  • 📉 Macri enfrenta un desgaste en su capital político, pues muchos legisladores ya no le responden de la misma manera y sienten que su liderazgo está en retroceso.
  • 💔 Leandro Santoro, representante del peronismo, se esfuerza por unir a su partido y captar el descontento hacia el oficialismo.
  • 👩‍🎓 La UCR busca rejuvenecer su imagen al seleccionar a Lucille Levy como candidata, en un intento de adaptarse y atraer a votantes jóvenes.
  • 📊 La Coalición Cívica busca reafirmar su identidad republicana al no unirse con Jorge Macri, intentado establecer un centro de valores más claro.
  • 🔥 La elección puede marcar un cambio significativo en el panorama político de Buenos Aires y definir el destino del PRO tras casi dos décadas de Macri en la escena política.
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"¿Cuatro años en la Legislatura de la Ciudad? Me tiro del balcón", le habría dicho Patricia Bullrich a Karina Milei cuando la secretaria general del Presidente intentaba convencer a la ministra de Seguridad de que encabezara la lista de legisladores para competir en las elecciones porteñas del 18 de mayo.

Manuel Adorni, que tampoco deseaba competir, debió aceptar porque era él o el abismo. La Libertad Avanza no contaba con un plan B: no había otros candidatos digeribles para una ciudad que, aunque caótica, no vota cualquier cosa. Como escribió en X Lorena Álvarez, periodista y experta en cultura popular: "Es increíble que en esta ciudad van todos por el voto joven masculino y en los datos duros somos más mujeres de mediana edad". 

En la Ciudad hay 200.000 mujeres más que hombres. Karina Milei entendió que, si ponía al Gordo Dan o Agustín Laje al frente, no solo espantaba al voto femenino: también le ofrecía a la oposición una boleta ya derrotada. 

Algunas elecciones se pierden antes de empezar, simplemente por no leer la demografía. Además, el cordón de Rivadavia —la zona del centro geográfico de la ciudad, que históricamente estuvo más cerca del radicalismo, define elecciones y fue clave para elegir a Aníbal Ibarra en su momento— no iba a tocar la boleta de alguien como Laje, incluso para alguien afín al gobierno.

En cambio, Adorni es alguien sobrio, que habla bien, que metió poco la pata en los 16 meses que lleva como vocero presidencial, y no es violento. Para la mayoría de mujeres, eso es clave. Es el paso posible entre la vociferación de Milei y el murmullo que, según Anne Dufourmantelle en Potencia de la dulzura, "sublima culturalmente la violencia y la brutalidad de nuestros reflejos animales más arcaicos". Adorni sería la encarnación de ese murmullo que Milei desconoce por completo.

Cualquiera que hojee algunas páginas de la historia reciente de la Ciudad puede ver que Macri logró consolidarse cuando decidió moverse hacia el centro. No fue espontáneo: lo empujaron dirigentes como María Eugenia Vidal, Rodríguez Larreta y Marcos Peña. Antes de eso, su discurso era otro: hablaba de pasar una topadora por las villas y tenía un tono más cercano al de La Libertad Avanza. Esa versión de Macri nunca hubiera llegado. La que llegó fue otra.

Aun así, necesitó dos balotajes para imponerse, en 2007 y en 2011, ambas veces frente a Daniel Filmus. Horacio Rodríguez Larreta, en cambio, en 2019, sí pudo imponerse en primera vuelta con 55% de los votos. Esa diferencia no es menor: vuelve a confirmar que el corredor de Rivadavia —esa zona más moderada, más centrista— sigue siendo determinante en la Ciudad.

Es atractivo seguir esta elección, que va a confirmar si Mauricio Macri efectivamente se pegó un tiro en el pie después de haber apoyado, en la elección presidencial de 2023, a Javier Milei. Fue entonces cuando Macri les abrió la tranquera a los votantes del PRO y les dijo: "Sí, Patricia y Horacio son los candidatos del PRO, pero mis valores los representa Milei". Como le ocurre a muchos líderes frente a figuras más extremas, Macri pareció creer que podía domesticar a Milei. Pero quien entrega el poder creyendo que lo comparte, lo pierde. Y Milei no comparte. Solo toma.

Macri abrazó una batalla que no es suya y, peor aún, en la que no tiene el mando.

Macri pareció romper con su hábitat natural cuando apoyó a Milei. Lo que alguna vez fue un proyecto de modernización liberal, profesional y dialoguista, hoy aparece subordinado a una política de shock sin matices, cuyo liderazgo —además— no le pertenece. Macri abrazó una batalla que no es suya y, peor aún, en la que no tiene el mando.

Además, Macri solía exhibir su peso legislativo como una de sus principales fortalezas: un bloque propio, numeroso y disciplinado. Pero ese capital empezó a erosionarse. Por un lado, porque muchos de esos legisladores ya no le responden con la misma lealtad: huelen que los vientos políticos corren hacia otro lado y no quieren quedar pegados a un liderazgo en retroceso. 

Por otro, porque al haberse jugado tan abiertamente por Milei —al punto de decir que representaba sus valores—, quedó atrapado en su propio discurso: si ahora sus legisladores no acompañan las leyes del oficialismo, quedan expuestos ante un electorado que él mismo les dijo que debía votar por Milei. 

Un Macri poco fino para sus decisiones políticas recientes intenta ahora reposicionarse con el liderazgo de Silvia Lospennato, una figura más de centro, pensada para seducir a ese votante que respeta el ajuste pero no tolera los gritos. Que acepta la motosierra en la economía, pero no en la estética.

En una ciudad donde el orden importa, pero también la manera en que ese orden se alcanza, Macri intenta reconquistar el centro. Un centro que no distingue entre forma y contenido, porque entiende que lo uno modela a lo otro. Que no disocia el tono del mensaje. 

En las encuestas, al porteño medio le incomoda ver a Milei con chaleco antibalas y le genera desconfianza el silencio y el misticismo de Karina Milei, su hermana. Naturalmente, cuando una figura empieza a decepcionar pero aún conserva cierto respeto o adhesión, el malestar se canaliza por la periferia. Así como antes se culpaba a Peña por los errores de Macri, hoy muchos cargan contra Karina por los de Milei. 

Si LLA le gana la elección al PRO, al otro día Macri se queda con un partido sin dirigentes.

Pero no está claro que el centro -esa zona ambigua, silenciosa y observadora, donde todavía pesan los modales- siga creyendo en Macri. Hay una percepción de desajuste, de forma y contenido equivocadas. Como escribió Clarice Lispector:

 "Se habla de la dificultad entre la forma y el contenido, en materia de escribir [...] Pero la lucha entre la forma y el contenido está en el pensamiento mismo: el contenido lucha por formarse. Para decir la verdad, es imposible un contenido sin su forma."

Macri juega, precisamente, sobre esa tensión. Supone que al corregir la forma -con el estilo de Lospennato- el contenido se vuelve aceptable. Pero en el votante urbano, la forma no es un adorno: es parte del contenido. El fondo se forma en la forma. Y quizás esa forma, la de Macri, ya no convence.

Si LLA le gana la elección al PRO, al otro día Macri se queda con un partido sin dirigentes, que hoy está dividido en tres: bullrichismo, larretismo y macrismo.

Hace más de 15 años que te acompaño en el PRO, el partido que fundaste para transformar primero la Ciudad y luego toda la Argentina.Gracias al PRO la Ciudad de Buenos Aires siempre fue ese oasis amarillo en medio de la decadencia kirchnerista que se extendió a lo largo y ancho... pic.twitter.com/IMzL71BGaB

Por su parte, Leandro Santoro decidió tratar de aglutinar y manejar las diferencias dentro del peronismo en una lista conformada, en segundo lugar, por la vicedecana de la Facultad de Ciencias Médicas de la UBA, Claudia Negri. Está claro que, según distintos estudios de opinión, el 80% responde "sí, y el gobierno tiene que invertir más" a la pregunta: "¿La Universidad de Buenos Aires debe seguir existiendo?". Busca acaparar ese descontento. A su vez, en tercer lugar va Federico Mochi, amigo íntimo de Tomás Rebord.

Una estratega política que mantiene el off, en diálogo con El Economista, asegura que buscan contener a los seguidores de Rebord que pueden irse con el candidato de Guillermo Moreno, el abogado Alejandro Kim. Los rebordistas son un animal volátil. Pueden terminar con el morenismo o no votar. 

Asimismo, la lista de Santoro frenó las peleas feministas entre Malena Pichot, Julia Mengolini y Sugus Leunda, que hace poco discutieron ferozmente por una frase crítica de la izquierda que dijo Leunda. En la lista de Santoro está el compañero de Sugus en Gelatina, amigo de Rebord, Federico Mochi, y el coconductor de Julia Mengolini en Futurock, Pitu Salvatierra.

Además, hay presencia de Grabois con Mariana González, de La Cámpora con Juan Modarelli, del Frente Renovador de Sergio Massa con Francisco Caporiccio y del espacio de Axel Kicillof con Berenice Iañez. Hay quienes entienden que la candidatura por afuera de Juan Abal Medina fue ideada por el peronismo de la capital para contener el voto peronista que no quiere votar a Santoro y que se puede ir con Kim.

¿A quién le saca votos Abal Medina? "A Kim, no a Santoro", asegura un operador del peronismo porteño en diálogo con El Economista.

Algo que Santoro no hizo ayer en el streaming con Iván Schargrodsky en Cenital, es algo que un estratega suyo le viene recomendando hace tiempo: "No confrontes con Guillermo Moreno ni, naturalmente, con Kim". Moreno lo va a ir a buscar todo el tiempo, y la tarea de Santoro es hacer como si no existiera. Hasta ahora no pudo.

Les quiero compartir quiénes me van a acompañar en este nuevo espacio que construimos para defender la Ciudad. Es Ahora Buenos Aires.(Abro hilo)

Los radicales decidieron que encabezara la lista Lucille Levy, licenciada en Administración de Empresas y contadora, expresidenta de la FUBA. Para un partido que, después del 2001, se refugió en la universidad como forma de supervivencia, y que hoy arrastra la imagen de ser un partido envejecido, burocrático y sin liderazgos nuevos, la elección de una mujer joven, formada y con llegada al mundo estudiantil es también un intento de aggiornamiento.

El economista Martín Lousteau medía alrededor del 7% para la elección en la ciudad, pero optó por cederle el lugar a Levy para tratar de fortalecer otra figura en el partido, al que le faltan voces jóvenes con capital político propio. Una estrategia similar a la que diseñó entre 2017 y 2019 con la dirigente de la UCR Mariela Coletta.

Levy es alguien joven, políticamente correcta, que no arrastra la carga negativa —e incluso el mal vínculo personal que tiene Lousteau con distintos periodistas y medios—. "Si logramos sacar 3% y que entre Levy, ya va a ser todo un éxito", dice un dirigente del radicalismo porteño en diálogo con El Economista.

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A la Coalición Cívica la encabeza la abogada Paula Oliveto Lago, a quien se la vio bailando "Si antes te hubiera conocido", de Karol G, en un video que se viralizó, junto a Fernando Sánchez, el exdiputado nacional que va segundo en la lista.

Paula Oliveto, diputada de la Coalición Cívica, cantó un tema de Karol G en la presentación de su candidatura para la Legislatura porteña. https://t.co/2x4Si6rfPF pic.twitter.com/rfBqmwZNQy

¿Por qué van solos? Los cívicos entienden que hubo un exceso de pragmatismo al haber apoyado la candidatura a jefe de Gobierno de Jorge Macri, así que buscan que la oferta de centro y de centroderecha se ordene hacia 2027. Estaban más cerca de cerrar con Larreta que con Lousteau, pero, según una voz autorizada del carriotismo, Larreta representa un "centro corporativo" y ellos, "un centro de los valores republicanos". Entienden que van a llegar al 3 % para que Oliveto Lago ingrese.

Lo que pase en esta elección no solo va a definir quién tiene la manija del PRO, sino también si queda algo en pie del experimento político que Macri inició hace casi dos décadas. Pero no se trata solo del PRO. Toda la política porteña parece estar atravesando una reconfiguración, con partidos sin rumbo claro, dirigentes que no quieren ser candidatos y un electorado cada vez más esquivo. 

Como en Pompeya, el temblor ya empezó. Lo que se está por ver es quién queda bajo las cenizas.

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