En una jornada dispuesta para la designación de autoridades en la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem fue reelecto como presidente y La Libertad Avanza conservó la conducción del recinto un año más, hasta el 9 de diciembre del 2025. 

El riojano recibió el apoyo del PRO, los radicalismos (UCR y Democracia para Siempre), Innovación Federal y Encuentro Federal, mientras que desde Unión por la Patria lo criticaron por no respetar los acuerdos políticos, bloquear el tratamiento del DNU 70/23, cerrar la comisión de Juicio Político y no conformar algunas bicamerales clave.

Desde la UCR, por su parte, calificaron su gestión como una "presidencia exitosa" y valoraron su paciencia y su forma de llevar los temas. 

Aunque ofrecieron el quórum, tanto Unión por la Patria como la Coalición Cívica se abstuvieron.

Además de la reelección de Martín Menem, también se renovaron las autoridades que representan a las minorías. En ese sentido, Cecilia Moureau (Unión por la Patria) volverá a ser vicepresidenta primera; Silvia Lospennato (PRO) se convertirá en vicepresidenta segunda; y Julio Cobos (UCR) pasará a ser vicepresidente tercero.

El Gobierno había empezado a gestionar la reelección de Menem desde la semana pasada, intentando asegurarla. Para eso, ayudó al fracaso de la sesión especial promovida por el PRO para tratar Ficha Limpia, colaborando con la ausencia de ocho legisladores libertarios.

Desde el sector parlamentario aseguran que UxP ya había advertido que no iba a dar quórum para la sesión preparatoria que designa autoridades, si se decidía avanzar con el proyecto de ley de Ficha Limpia. La iniciativa le prohíbe a un dirigente condenado por corrupción en segunda instancia ser candidato a un cargo electivo.

La única vez que el oficialismo no pudo elegir a un dirigente propio para conducir la cámara baja fue durante el gobierno de la Alianza, en 2001, cuando el radical Rafael Pascual no pudo ser reelecto y fue reemplazo por el peronista Eduardo Camaño.