Los desafíos que se debaten en el PRO y LLA frente a la idea de competir en unidad en 2025
El PRO y La Libertad Avanza debaten la posibilidad de competir en unidad, aunque lo cierto es que la idea despierta distintas posturas en ambos partidos.
El Gobierno respondió a las críticas del expresidente y titular del PRO Mauricio Macri: "No tuvimos ningún destrato hacia el PRO". El vocero presidencial, Manuel Adorni, dijo en conferencia de prensa en Casa Rosada que el oficialismo siempre reconoció el acompañamiento del bloque del partido amarillo en el Congreso, tras el malestar que expresó el exmandatario.
Adorni dijo que no hubo "ningún destrato" con el PRO: "Como dijo el presidente Javier Milei, el norte lo tenemos claro y vamos a ir hacia ese norte acompañe quien acompañe. Pero siempre reconocimos que con el PRO nos acompañó en prácticamente todo. Siempre reconocimos y pusimos en valor eso. No veo qué hay de incompatibilidad entre lo que dijo el expresidente con lo que pensamos".
Estos cruces se dan en medio de las expectativas de cara a las legislativas de 2025. El PRO y La Libertad Avanza debaten la posibilidad de competir en unidad, aunque lo cierto es que la idea despierta distintas posturas en ambos partidos.
La alianza entre el PRO y LLA existe de facto. Los legisladores del partido amarillo prestaron su apoyo a todas las decisiones del Gobierno, sea en forma de proyecto de ley o de veto. Pero el verdadero desafío se dará en la definición de las listas de cara a las legislativas. La formalización de las alianzas implica ciertos riesgos, tanto para el oficialismo como para el PRO.
La discusión en el partido amarillo gira en torno a la cuestión identitaria. El sector que responde a Patricia Bullrich ya definió una fusión con la participación de la excandidata en el Gobierno como ministra de Seguridad.
Sin embargo, otros dentro del mismo espacio resaltan la importancia de defender la identidad del PRO, para lo cual sería necesario diferenciarse del oficialismo.
Lo cierto es que LLA obtuvo una parte significativa del electorado del PRO: el sector joven, más liberal y drástico en el camino hacia el cambio, se vio atraído por la energía novedosa de Javier Milei. Y Bullrich retuvo al de mayor edad, con un carácter más concentrado en un sector social de ingresos medios para arriba que el anterior. Ahora, esos dos perfiles confluyen en La Libertad Avanza.
La pregunta es si el PRO decidirá sacrificar algunos de sus legisladores para mantener no manchar su personalidad, o si decidirá ir por todo y competir en alianza con el oficialismo.
Lo mismo se discute en La Libertad Avanza, donde hay un sector que prefiere la unidad y otro que no tanto. En el primer sentido se manifestó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien aseguró el domingo que no se imagina "una elección en la que LLA vaya separado del PRO".
El problema es que un pacto con la dirigencia política significaría el quiebre definitivo del discurso contra la "casta", que llevó a Milei a la presidencia y con el cual insiste hoy día. Durante la campaña, la "casta" estaba integrada, sin muchas precisiones, por quienes habían tenido actividad en el sector público. A medida que avanza la gestión libertaria, esa definición es cada vez más ambigua.
Al mismo tiempo, no se resuelve cómo se retendría al electorado más blando del PRO que en el balotaje eligió ir con Sergio Massa y no con Javier Milei. La idea de que el Presidente modere su postura no parece realista, aunque todo depende de cuánto estaría dispuesto a sacrificar LLA en pos de aumentar su presencia en el Congreso.
El acuerdo PRO-LLA no pareciera confluir con la estrategia que ya comenzó hace tiempo la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei. La hermana del primer mandatario encabezó un tour por las provincias en busca de afiliaciones para La Libertad Avanza. El objetivo sería conseguir la personería jurídica que le permitirá competir localmente en las legislativas de 2025.
Lo cierto es que tanto Mauricio Macri como Javier Milei se manifestaron contrarios a los acuerdos, que necesariamente implica ceder posiciones para encontrar puntos de coincidencia con el otro.
Cabe aclarar que si bien las elecciones se celebrarán en todo el país, tendrán una dinámica distinta en cada distrito, por lo que se descarta que la misma alianza se presente en todo el territorio. El control de la lapicera dependerá de la fuerza que tenga cada espacio en cada una de las provincias.
En la provincia más populosa del país, el peronismo apuesta a una imagen de unidad que permita superar las diferencias internas y competir en un solo frente.
El motivo de esto es el impacto que los resultados en la provincia de Buenos Aires tienen en el mercado. Si bien se trata de una elección nacional, con una dinámica distinta en cada provincia, los resultados se miden a partir de los porcentajes obtenidos a nivel bonaerense.
Por eso, la estrategia del peronismo condiciona a los libertarios, que deben ahora dedicar sus esfuerzos a ganar la provoncia de Axel Kicillof. En ese contexto se abren mayores exigencias para La Libertad Avanza para competir en una lista compartida con el PRO. La idea de dividirse frente a un partido unido no trae grandes ventajas.
El analista Carlos Fara señaló que "la unidad del PJ alienta la creación de una coalición oficialista que pueda captar todos los votos anti-kirchneristas".
En tanto, el analista Julio Burdman agregó que "el gran desafío que tienen LLA y el PRO es coordinar los esfuerzos para potenciar a sus candidatos a partir de la imagen positiva de Javier Milei y Patricia Bullrich".
Además, "la idea de un oficialismo unido puede potenciar la idea de la confrontación, que es parte de las herramientas de construcción de la propia fuerza".