Toda la Argentina en una sola página

La criatura devora al padre: cómo Macri cayó ante su monstruo libertario

La criatura devora al padre: cómo Macri cayó ante su monstruo libertario
macri-desplazado

La elección porteña fue moderadamente sorpresiva, marcada por una contundente victoria de Adorni, la resiliencia de Santoro, una preocupante apatía electoral, la estrategia fallida del PRO y el optimismo político encarnado por Milei.

AI
```html
  • 🗳️ **Manuel Adorni**, candidato de La Libertad Avanza, obtuvo un triunfo mayor al esperado en las elecciones.
  • 📉 La candidata **Silvia Lospennato** sufrió una derrota, con una campaña que no supo diferenciarse del legado de Horacio Rodríguez Larreta.
  • 🔄 **Horacio Rodríguez Larreta** logró un 8% de los votos, afectando negativamente a Lospennato y favoreciendo a Adorni.
  • 🔺 **Leandro Santoro**, del peronismo, mantuvo su base de apoyo pero no pudo competir con el crecimiento de Adorni, obteniendo un 27,35% de los votos.
  • 🏙️ Santoro se consolidó en zonas populares y de clase media, pero su error fue la sobreconfianza en ser el ganador.
  • 🌀 La baja participación electoral del 53,31% refleja una crisis de confianza en las instituciones políticas.
  • 👥 La fragmentación del voto y la posibilidad de un balotaje entre peronismo y La Libertad Avanza podrían beneficiar a los peronistas.
  • 📉 **Ana Iparraguirre** destacó que las prácticas desinformativas afectan la confianza en la democracia.
  • ⚠️ El **PRO** falló en su estrategia de desdoblar la elección y terminó nacionalizando el debate político.
  • 💡 El optimismo político es crucial, y Adorni supo captar el ánimo del electorado frente a discursos más pesimistas de la oposición.
  • 🤝 Se vislumbran posibles alianzas políticas entre el peronismo y sectores tradicionalmente opuestos ante la nueva realidad electoral.
  • ⏳ El **PRO** enfrenta dilemas internos y debe decidir rápidamente su estrategia ante La Libertad Avanza.
  • 🔍 La elección marca el inicio de una nueva fase política donde las narrativas optimistas serán clave para el futuro inmediato.
```

Manuel Adorni, el rostro visible de La Libertad Avanza en estas elecciones, consiguió un triunfo más amplio que el previsto por analistas políticos y encuestadores. Adorni capitalizó su propio crecimiento como dirigente político desde su rol como vocero presidencial, y logró captar además a un electorado de centro-derecha históricamente vinculado al PRO. Este fenómeno quedó especialmente marcado en barrios emblemáticos como Recoleta, donde aumentó 26 puntos respecto a 2023; Palermo, con una suba de 24 puntos y Belgrano, con 23 puntos más.

El resultado fue una derrota profunda para Silvia Lospennato, cuyo declive electoral se aceleró en la recta final, principalmente debido a una campaña deficiente centrada excesivamente en destacar los logros históricos del PRO en la ciudad, quizá más asociados a la figura de Horacio Rodríguez Larreta, quien fue ocho años jefe de gabinete de Macri y otros ocho años jefe de gobierno, que a la actual gestión que cuenta con apenas un 32% de imagen positiva, según confirmó la analista Mariel Fornoni a este diario. Un error táctico señalado claramente por el politólogo Leandro Bruni en diálogo con El Economista, quien afirmó que la estrategia de Lospennato fue incapaz de diferenciarse suficientemente del larretismo.

En paralelo, Horacio Rodríguez Larreta, aunque lejos de su época dorada, logró obtener un 8% clave que erosionó aún más el caudal potencial de Lospennato. Esta dispersión del voto fue decisiva, y favoreció a La Libertad Avanza.

Del otro lado del espectro político, Leandro Santoro consiguió preservar con dignidad el núcleo duro del peronismo porteño y se aseguró un respaldo que oscila históricamente entre el 23% y el 28%. Si bien su desempeño fue sólido —obtuvo el 27,35 % de los votos—, se quedó corto frente al ascenso de Adorni.

Santoro logró consolidar su fuerza en barrios populares del sur, aunque también en sectores de clase media más acomodada como Agronomía, Parque Chas, Villa Ortúzar, Chacarita y Villa Crespo, donde predomina un sentimiento antimileísta antes que antiperonista. Este factor no es menor, e indica que existe todavía un espacio político fértil para propuestas moderadas capaces de capitalizar el rechazo hacia la extrema derecha.

Bruni advirtió sobre un error táctico crucial: la presentación de Santoro como seguro ganador semanas antes de la elección. Este exceso de confianza desmotivó a votantes indecisos y debilitó la movilización electoral en la recta final.

Además, interpretar esta elección en términos triunfalistas o derrotistas por una diferencia tan ajustada es un error de juicio. Tanto Adorni como Santoro realizaron elecciones respetables. Salir segundo evita convertir al peronismo en el principal objetivo de críticas y ataques constantes desde el mileísmo, algo que podría haber ocurrido si hubiesen ganado con un margen estrecho.

Asimismo, la configuración de un balotaje hacia 2027 claramente definido entre el peronismo y La Libertad Avanza podría ser ventajosa para los sectores peronistas, al permitir consolidar un voto útil del electorado antimileísta actualmente disperso. Este escenario recuerda lo ocurrido en 2015, cuando Martín Lousteau estuvo cerca de vencer a Larreta, precisamente por capitalizar esa dispersión del voto antimacrista. 

En este contexto, algunos sectores del peronismo porteño consideran que, para lograr este objetivo, sería necesario un giro hacia el centro político, incluso si eso implica ceder la candidatura principal a un dirigente de otro espacio político con credenciales no peronistas o explícitamente antikirchneristas, aunque con la garantía de ocupar la vicejefatura de gobierno, lugares clave en las listas legislativas y ministerios importantes en una eventual gestión.

La apuesta estratégica, según esta visión, es claramente derrotar a La Libertad Avanza en un escenario polarizado. La reciente victoria en comunas donde el peronismo no solía imponerse, aunque facilitada por la fragmentación del no peronismo, representa para el PJ porteño una señal alentadora.

Una característica preocupante de estas elecciones fue la baja participación electoral, que alcanzó apenas un 53,31%. La analista política Ana Iparraguirre subrayó la gravedad de este fenómeno y señaló que las prácticas observadas, entre ellas los videos deep fake, son típicas de las derechas populistas en el mundo. Según explicó, estos sectores buscan generar un caos institucional que deslegitime a las instituciones democráticas, con el propósito de aumentar la desconfianza ciudadana en la democracia y en el poder del voto.

The Economist destaca que la participación electoral es un indicador clave de la salud democrática, y afirma que las sociedades con mayor participación suelen tener democracias más robustas y saludables. La apatía porteña refleja una crisis aguda de confianza en las instituciones políticas, alimentada por discursos polarizantes y maniobras partidarias percibidas como alejadas de las necesidades reales de la población.

La decisión del PRO de desdoblar la elección —al intentar mantener el debate en temas estrictamente locales y evitar una nacionalización— fue un fracaso estratégico. La ciudad, tradicionalmente una vitrina política, inevitablemente nacionalizó el debate electoral.

Además, en las últimas semanas, el gobierno nacional consiguió presentar una situación económica sutilmente mejorada tras haber salido del cepo cambiario sin mayores traumas y con una inflación controlada —registró un índice del 2,8% el último mes—. Esta mejoría económica favoreció a La Libertad Avanza.

En marcado contraste con la apatía, otro eje central de estas elecciones ha sido el optimismo político. Ana Iparraguirre afirmó en su cuenta de X: "Tanto el PRO como el peronismo discuten modelos que miran al pasado. El único proyecto que está hablando de futuro es LLA, nos guste o no. Quien busque ser competitivo —por derecha o por izquierda— tendrá que sumarse a discutir una alternativa de futuro que enamore al electorado". 

El optimismo es una cualidad política muy poderosa y, si el centro político y el peronismo no logran ofrecer un proyecto de país optimista y entusiasta, es probable que Milei mantenga el dominio de la escena política en el corto y mediano plazo. La oposición enfrenta un dilema complejo: señalar los defectos y errores del gobierno de Milei es esencial, algo que los votantes críticos esperan, pero concentrarse únicamente en ello podría terminar proyectando una imagen irremediablemente pesimista sobre el futuro.

En tiempos turbulentos, cuando los ciudadanos deben elegir entre políticos cuyo mensaje es "todo esto está mal y va a empeorar" y quienes reconocen dificultades, pero prometen un futuro mejor, la mayoría prefiere claramente el discurso optimista, algo que explica en parte el buen desempeño relativo de Larreta y la capacidad de Santoro para conservar su base histórica.

Este optimismo no se refiere a ofrecer simples mentiras reconfortantes, sino al deber de los políticos de brindar a la sociedad una narrativa clara sobre dónde se encuentra y hacia dónde se dirige. En ese sentido, el gobierno de Milei no es pasivo ni vacilante: actúa con determinación, semejante a una administración en tiempos de guerra más que a un gobierno convencional.

Mauricio Macri abrazó a un disruptor radical como Javier Milei y se alineó con figuras internacionales polémicas como Donald Trump y Steve Bannon. Hoy Milei planea la caída de Macri, y lo sacrifica despiadadamente.

Anoche se observó a un Macri visiblemente molesto en un reportaje en TN, quien dejó abierta la posibilidad de acordar con La Libertad Avanza tras perder la pulseada interna frente a figuras como Santilli y Ritondo, quienes están dispuestos a fusionarse políticamente con Milei.

Ante la pregunta sobre la importancia de reconstruir Juntos por el Cambio, Macri mostró total desinterés. Criticó abiertamente a figuras como Larreta, de quien afirmó: "Él nos creía que nos ganaba a nosotros. Está muy mal. Traicionó a su propio partido. Está descalificado humanamente con todo lo que hizo". Macri claramente ha virado hacia la derecha, y consolida un alejamiento progresivo de la imagen más moderada que había cultivado en 2015 junto a Jaime Durán Barba y Marcos Peña.

Tras la humillación pública que le infligió Milei, como tratarlo de "llorón" o la circulación de videos digitales falsos en los que parecía apoyar a Adorni, Macri acentúa su desprecio por el centro político y se rinde ante el líder libertario. 

Este momento refleja cómo una creación política puede volverse más influyente y conocida que su propio mentor, tal como ocurrió con el monstruo de Frankenstein, quien eclipsó totalmente a su creador en fama y relevancia pública. En esta ocasión, como lo nombra el escritor Jorge Asís, el "Ángel Exterminador" quedó opacado y superado por su propia criatura política, en una imagen comparable al monstruo de Frankenstein, cuyo nombre trascendió ampliamente al de su creador.

La elección plantea interrogantes sobre posibles alianzas políticas inéditas entre el peronismo y sectores históricamente opuestos, como Evolución, liderado por Martín Lousteau, o figuras como Horacio Rodríguez Larreta.

En los próximos días será visible una tensión considerable dentro del PRO, marcada por pases de factura internos y debates estratégicos fundamentales. La gran interrogante es si el PRO optará por someterse a una negociación en clara desventaja con La Libertad Avanza, dada la contundente victoria obtenida por Adorni, o si buscará reconstruir una coalición amplia similar a Juntos por el Cambio. Actualmente, la rendición ante el león parece ser la regla.

Esta tensión se amplifica en la provincia de Buenos Aires, donde el 9 de julio se deberán oficializar las alianzas para las elecciones desdobladas del 7 de septiembre. El PRO deberá decidir rápidamente si acepta las condiciones impuestas por La Libertad Avanza. El tiempo para resolver este dilema se agota y podría definir el futuro político inmediato.

La elección porteña marca el inicio de una nueva fase política. Las batallas futuras serán electorales, culturales y discursivas. Quien logre capturar el optimismo ciudadano y construir narrativas entusiastas tendrá una ventaja estratégica crucial. Sin un proyecto de país optimista, el futuro inmediato es de Milei.

892097

Suscribite a nuestro newsletter

Un resumen de las noticias más relevantes directo en tu email.