La apuesta libertaria de Jorge Macri tras la derrota del PRO: "Vamos a reformar lo que haga falta"

El PRO sufrió su primera derrota en CABA. Jorge Macri reorganiza su gabinete y se acerca al modelo violeta.
Toda derrota en elecciones intermedias requiere un nuevo comienzo. Este es el caso del PRO, que recibió su primer golpe en la Ciudad, tras 18 años de hegemonía amarilla. El magro 15,92% obtenido por Silvia Lospennato, que relegó al PRO a un tercer puesto, obligó al jefe de Gobierno porteño a repensar su gestión.
"Acabamos de atravesar una derrota electoral y cuando eso ocurre, confluyen varios factores que tenemos que asumir con humildad y responsabilidad", afirmó Jorge Macri en una reunión de gabinete ampliado.
El 30,13% que cosechó La Libertad Avanza en la Ciudad, impulsado por la campaña de Manuel Adorni de "llevar el modelo de Javier Milei a la Ciudad", se interpreta como un claro mensaje de los porteños a favor del ajuste y la motosierra. En sintonía con este mandato, Laura Alonso, vocera del Gobierno de la Ciudad, anunció una reorganización del gabinete y un ajuste en la gestión.
El Jefe de Gobierno Jorge Macri me solicitó que comunique las siguientes definiciones con respecto a la gestión del GCBA y el PRO de la Ciudad de Buenos Aires. Se reorganizará el Gabinete y se ajustará la gestión en función de los siguientes ejes estratégicos: 1. Orden...
Jorge Macri delineó cinco ejes clave para esta nueva etapa:
Este último punto resuena de manera inconfundible con el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado de la Nación, sugiriendo la posible emergencia de un "Sturzenegger porteño" en la administración de Jorge Macri.
En sintonía con la adaptación a un modelo simil-motosierra, el jefe de Gobierno aseguró haber escuchado el mensaje de las urnas y afirmó haber comprendido que los porteños reclamaron un cambio. "No logramos conectar con el vecino como históricamente supo hacerlo el PRO", reconoció.
Por otro lado, el Gobierno de la Ciudad desplazó a Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor de campaña del PRO, alegando que "no están dadas las condiciones para su continuidad". Esta decisión se interpreta como una respuesta casi directa a las críticas del Presidente, quien públicamente había calificado a Gutiérrez-Rubí de "basura humana" y lo había señalado como artífice de una "campaña sucia" en su contra, destacando su pasado como asesor de figuras como Cristina Kirchner, Sergio Massa y Alberto Fernández. Los ataques presidenciales, incluyendo la elusión de un saludo a Jorge Macri y el repetitivo "Roma no paga traidores" del 25 de mayo, podrían haber tenido su correlato en esta remoción.
La pregunta que surge es si estos cambios responden solo a una necesidad de acomodarse y consolidar la gestión, o si también se trata de un acercamiento al sector libertario de cara a una negociación que, si bien aún no comenzó en la Ciudad, está bien adentrada en la provincia de Buenos Aires.
En el plano de la gestión, la administración necesita fortalecerse. Si bien el PRO no perdió las elecciones exclusivamente por el "olor a pis", mejorar la gestión podría aumentar la competitividad del espacio de cara a futuros comicios, pensando en octubre, pero también en 2027. Revertir la situación de una derrota en las elecciones de medio término es esencial para cualquier fuerza política que lo atraviese.
Con respecto a las elecciones nacionales, y mientras se confirma un acuerdo entre amarillos y violetas para la provincia de Buenos Aires, la dinámica para la Ciudad aún no está definida. A la luz de los resultados recientes, un pacto entre Jorge Macri y La Libertad Avanza parece casi una obligación para el PRO en CABA, a pesar de los roces previos evidenciados en el (no) saludo de Milei, el video fake de Mauricio Macri y los cruces por Ficha Limpia.
Las novedades del Gobierno de la Ciudad sugieren una lectura pragmática de la derrota electoral, señalando la necesidad de incorporar ideas del Gobierno nacional y buscar un acercamiento estratégico para recuperar competitividad y encarar el armado de listas de cara a las elecciones de octubre.