La ex presidenta Cristina Kirchner, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el ex ministro de Economía Sergio Massa encabezaron este lunes un encuentro del PJ en la reserva municipal Los Robles del partido de Moreno. También participó el diputado y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner. Convocada por el presidente del PJ bonaerense, la cita buscó dar una señal de unidad frente al avance político de Javier Milei, que mañana cumplirá un año como Presidente.

El encuentro estuvo marcado por la noticia del fallecimiento de Héctor Recalde, abogado de la CGT y exdiputado nacional, quien murió a los 86 años tras semanas de internación. En homenaje a su trayectoria, Máximo Kirchner propuso que el Consejo del Partido Justicialista bonaerense lleve su nombre. La moción se aprobó y hubo aplausos de despedida.

El evento comenzó pasadas las 13:00 y se desarrolló a cielo abierto. Cristina Kirchner ocupó el lugar central en la cabecera de la mesa, junto a la intendenta anfitriona, Mariel Fernández, y la vicegobernadora Verónica Magario. A los lados se ubicaron Kicillof y Massa, completando una imagen de unidad que no ocultó las diferencias internas.

Aunque formalmente la agenda incluyó el análisis de actas anteriores y un informe legislativo, el debate político fue amplio y abarcó desde la estrategia frente a Milei hasta el futuro cronograma electoral en la provincia de Buenos Aires.

La foto de unidad de Cristina Kirchner y Axel Kicillof es clave de cara a las elecciones de 2025. La unidad del peronismo representa un desafío para La Libertad Avanza, que deberá orientar sus esfuerzos a conseguir una victoria en la provincia de Buenos Aires. Esto porque la lectura nacional de las legislativas se realiza desde los resultados bonaerenses, territorio difícil para el oficialismo.

Al mismo tiempo, el enfriamiento de las internas en el principal espacio de la oposición abre un escenario de mayores exigencias para La Libertad Avanza, que ahora deberá pensar más seriamente la posibilidad de competir con una lista compartida con el PRO. La idea de dividirse frente a un partido unido no trae grandes ventajas.

Con la llegada de Cristina Kirchner a la presidencia del PJ nacional, el peronismo tiene el doble desafío de sanar las heridas que dejó la derrota de 2023, pero también las que generó la interna breve, pero fuerte, con Quintela para la renovación de autoridades partidarias. 

La provincia de Buenos Aires es hasta ahora bastión del peronismo. Por eso, las disputas entre Máximo Kirchner y Axel Kicillof deben ser superadas a fin de reordenar las filas para las elecciones legislativas. Negociar las listas e intentar llegar unidos será la estrategia para enfrentar lo que será el primer test electoral clave para el presidente Milei, pero también para la oposición.