Las elecciones de este domingo en la provincia de Buenos Aires son tan relevantes políticamente como poco determinantes a nivel institucional. Por primera vez, los bonaerenses acudirán a las urnas solo para renovar bancas de su Legislatura provincial y concejos deliberantes municipales. Sin embargo, para el Presidente "el futuro de la provincia se define" en estos comicios.

La mayoría de las encuestas muestra una gran paridad entre Fuerza Patria (FP), el sello de la frágil unidad peronista, y La Libertad Avanza (LLA) en su alianza con el PRO. Pero la balanza se inclina levemente hacia el polo justicialista.

El informe que circuló de Aresco, una de las consultoras más escuchadas por el Gobierno, le otorga la victoria a FP con el 36,7% de los votos frente al 34,8% de LLA. Otra consultora muy considerada por el círculo rojo señaló a El Economista que también estima una diferencia aproximada de dos puntos que le otorgue el triunfo al peronismo.

A su vez, la última medición de Aresco le estaría dando cinco puntos de ventaja a FP. El Gobierno estaría preparado, entonces, para una derrota por esta diferencia. Las caras en el búnker de LLA dependerían de este número mágico: si la distancia se amplía, habría amargura; si se reduce, sería un alivio. Lo cierto es que el análisis de los consultores ya no se trata de qué espacio se impondrá, sino por cuánto perderá el Gobierno.

Lucas Romero, de Synopsis, afirmó a este medio: "El clima -la agenda pública- y la tendencia hacia el cierre son adversos para LLA. Hoy sería más sorpresa un triunfo libertario que una victoria clara de FP".

En cambio, para Isasi/Burdman -la única consultora que anticipó la victoria de Manuel Adorni en la Ciudad cuando Leandro Santoro era el favorito- habrá una victoria clara de LLA.

Hasta hace dos meses prevalecía la opinión de que ganarían los libertarios, pero pasaron cosas. El movimiento del dólar en julio, el enfriamiento de la economía y los audios de sobre el presunto esquema de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) modificaron el escenario.

Las consultoras Trespuntozero, Management & Fit y Zuban Córdoba evaluaron el impacto del caso Diego Spagnuolo y estiman que entre el 10% y el 16% del electorado que planeaba votar a LLA dejaría de apoyarlo tras la difusión de los audios.

Lara Goyburu, de Management & Fit, planteó posibles reacciones de los votantes ante el escándalo: "Es muy improbable que un desencantado del oficialismo nacional opte por la oposición kirchnerista. Más probable es que se inclinen por terceras fuerzas, especialmente en las secciones donde tienen intendentes, como la Segunda y la Cuarta, o que directamente no vayan a votar".

Ninguna de las ocho jurisdicciones que desdoblaron sus elecciones legislativas este año superó el 66% de participación. Los consultores estiman que el ausentismo tendrá un papel importante también en la provincia de Buenos Aires. Tomando en cuenta los antecedentes recientes, cabría esperar que vote entre el 50% y el 60% de los que están en condiciones de hacerlo, que son 14,3 millones.

Según consultores como Shila Vilker y Hernán Vanoli, el ausentismo perjudicaría a LLA. En el cierre de campaña en Moreno, uno de los ejes del discurso de Javier Milei fue la convocatoria a votar: "Todas las encuestas coinciden en que estamos en una situación de empate técnico. Esto quiere decir que puede ganar cualquiera y significa que un par de votos aquí o allá definirán qué fuerza triunfará en esta elección. Significa también que cada voto individual vale. Hoy más que nunca, el voto de un individuo puede hacer la diferencia". Y agregó: "Si vos no vas a votar, ellos ganan".

Hay, además, dos factores que podrían aumentar la concurrencia: la polarización entre el gobierno provincial y el nacional ("frenar la motosierra" versus "Kirchnerismo Nunca Más") y la movilización de los aparatos locales, ya que muchos intendentes se juegan el control de los concejos deliberantes e incluso compiten como candidatos a legisladores provinciales y municipales.

El dato central será la cantidad de votos y el porcentaje que obtenga cada fuerza, ya que en octubre la provincia funcionará como un distrito único. Aun así, en este primer experimento de comicios legislativos desdoblados en este distrito resulta inevitable mirar las secciones electorales, que en elecciones anteriores quedaban relegadas detrás de la contienda nacional.

Cada una de las ocho secciones tendrá sus listas. Quienes conocen el territorio bonaerense vaticinan un triunfo peronista en la Tercera Sección y de los libertarios en la Quinta y la Sexta. La Segunda y la Cuarta estarían disputadas entre Fuerza Patria, Hechos y Somos Buenos Aires -los armados que buscan romper la polarización-. En la Séptima y la Octava, peronistas y libertarios pelearán por el primer lugar. La Primera Sección -compuesta por el norte y parte del oeste del conurbano- concentrará la atención porque es la que tiene ahora la mayor población (5.131.861) y el resultado es incierto. Entre la Primera y la Tercera Sección se concentra el 70% del padrón electoral bonaerense.

La provincia renueva 46 diputados y 23 senadores provinciales, con cada sección definiendo distintos cargos y cantidad de bancas. La Primera, Cuarta, Quinta y Séptima elegirán senadores; la Segunda, Tercera, Sexta y Octava, diputados. La Tercera sección -que abarca el sur y parte del oeste del conurbano- es la que más escaños renueva, con 18 diputados.

La Legislatura bonaerense es una de las ocho provincias con sistema bicameral en el país. Este año, el peronismo pone en juego 10 senadores y 19 diputados; LLA, un senador y cinco diputados; y el PRO, cuatro senadores y ocho diputados, según Data CP.

La elección se realizará con la boleta partidaria tradicional, uno de los motivos que apuntó Axel Kicillof para desdoblar los comicios: no consideraba prudente que el 26 de octubre se votara con dos sistemas distintos, dado el debut de la Boleta Única de Papel para los cargos nacionales.

Los analistas marcan un fenómeno inédito: a diferencia del clásico "arrastre de arriba hacia abajo" -cuando la boleta nacional tracciona la provincial y local-, esta vez podría darse un "arrastre de abajo hacia arriba", con los votantes eligiendo primero a sus concejales.

En ese esquema, los intendentes -en su mayoría peronistas- activaron sus aparatos y muchos compiten directamente en las listas, lo que reaviva la sospecha de candidaturas testimoniales. En el peronismo, Mario Ishii (José C. Paz), Diego Nanni (Exaltación de la Cruz), Mayra Mendoza (Quilmes), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Germán Lago (Alberti), Marcos Pisano (Bolívar) y Alejandro Acerbo (Daireaux) se postulan como candidatos a diputados y senadores provinciales. Por su parte, Jorge Ferraresi (Avellaneda), Juan José Mussi (Berazategui), Mario Secco (Ensenada), Fernando Espinoza (La Matanza), Andrés Watson (Florencio Varela), Pablo Zurro (Pehuajó), Julio Marini (Benito Juárez), Fabián Cagliardi (Berisso) y Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) se candidatean en las listas para concejales.

La alianza entre el PRO y LLA también lleva jefes municipales como postulantes, aunque estos aseguraron que asumirán sus bancas, con casos como Diego Valenzuela (Tres de Febrero) y Guillermo Montenegro (General Pueyrredón).

De esta forma se compone un panorama complejo y atípico, del cual el domingo aflorarán resultados que influirán en la política nacional e impactarán en las elecciones de octubre...aunque, institucionalmente, siguen siendo solo bancas para la Legislatura provincial y los concejos municipales.