Esta semana, Axel Kicillof tomó una decisión de gran impacto electoral: el gobernador definió el desdoblamiento de las elecciones bonaerenses. Esa jugada generó una fuerte tensión hacia el interior del peronismo, especialmente en el seno del kirchnerismo, que sostiene que el mandatario rompió el espacio. Así, se abre un nuevo proceso de negociaciones que terminarán por sentenciar la unidad o división en las listas. 

Tal como comunicó el gobernador, las elecciones legislativas en Buenos Aires se realizarán el 7 de septiembre. El argumento del gobierno bonaerense es "operativo": de ser concurrentes, habría dos comicios el mismo día con dos sistemas de votación distintos, dado que los cargos nacionales se definirán con boleta única; y los locales, con boleta tradicional. 

Lo cierto es que el clima parece poco favorable al desdoblamiento, dado que el foco estará en asuntos bonaerenses en medio de muchos casos de inseguridad. Además, Cristina rechaza el desdoblamiento porque considera que los líderes locales, asegurados en sus territorios, podrían desentenderse de los comicios nacionales. 

Con la decisión de desdoblar, el gobernador estaría apostando a la falta de territorialidad de La Libertad Avanza en la provincia. Su principal arma para disputar el primer lugar sería el peso de los intendentes. 

Si bien Kicillof firmó un decreto para fijar la fecha de las PASO el 13 de julio (con la esperanza de que la Legislatura definiera su suspensión) y otro para avanzar en el esquema de desdoblamiento, el kirchnerismo intenta presionarlo para dar marcha atrás. 

"Queremos hacer caer los dos decretos para que los bonaerenses vayan a votar un solo día", dijo Facundo Tignanelli, presidente del bloque de diputados bonaerenses de Unión por la Patria y dirigente de confianza de Máximo Kirchner. 

Hasta ahora, en la Legislatura no se trató el tema porque el sector que responde a Cristina quería garantizarse que el gobernador no avance con el desdoblamiento electoral. Y las PASO eran una moneda de negociación en la interna peronista. 

Ahora, existe la posibilidad de que la titular de la Cámara Alta, Verónica Magario, convoque a sesión para la semana del 14 de abril. En ese caso, habrá al menos dos proyectos para tratar:

En ese marco, el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, estuvo este jueves 10 en Casa Rosada para avanzar con el operativo para desdoblar, y recibió el compromiso de "colaboración" del Gobierno nacional, que también mostró su apoyo para suspender las PASO en el territorio.

Según trascendió, el gobierno de Javier Milei se comprometió a armar una mesa técnica para colaborar con los pormenores de los comicios. 

"Obviamente que solucionaría la cuestión de las elecciones la suspensión de las PASO. Es un argumento adicional las dificultades que podría traer una tercera elección en la provincia de Buenos Aires", dijo Bianco. 

En medio de estas jugadas, Cristina Kirchner se reunió con intendentes y dirigentes afines en uno de los sindicatos de trabajadores de la Anses y pidió evitar el quiebre del peronismo, al tiempo que confirmó su candidatura en la Tercera sección electoral de Buenos Aires. 

De esta manera, La Cámpora aspira a quedarse con toda la lista de la región que aporta más bancas a la Legislatura. La Tercera sección electoral reúne cerca de cinco millones de electores y este año elige 18 diputados provinciales. 

Si bien la vocación del gobernador también sería de unidad, desde su entorno aseguran que Kicillof debería tener poder de decisión sobre las listas. Así, se dará otro choque interno.

Una primera salida es encontrar un esquema de acuerdo y que, al tratarse ocho secciones, haya una distribución multisectorial. Sin embargo, cada sección electoral tiene sus particularidades y una dinámica propia.