Tasa altísima y títulos en las gateras, a la espera de la licitación y las listas

Los ojos de los inversores siguen mirando con preocupación a Argentina. La tasa sigue subiendo. Viene una licitación de deuda muy abultada. Y el BCRA sigue perdieron reservas. Pero los dólares se mostraron bajo control. Y los precios de acciones y bonos están como en animación suspendida, esperando ver qué pasa con la deuda y con las urnas.
Mientras la taba electoral empieza a tomar vuelo, ya con alianzas conformadas y con listas por ser establecidas, el mercado financiero argentino sigue en medio de una zona de stress con la tasa de interés, pero el dólar está tranquilo (a pesar de que el BCRA sigue perdiendo reservas) y los títulos argentinos están en las gateras, esperando conocer los escrutinios de septiembre y octubre para ver qué dirección toman las cotizaciones.
La situación no es sencilla: tras pases de magia de Caputo (canjeándole dólares y bonos al BCRA), el vencimiento de la licitación de deuda en pesos que se deberá afrontar este miércoles llega a nada menos que $15 billones (equivalentes a US$ 11.200 millones) y encuentra al sector bancario partido en dos, con unas pocas entidades con posiciones muy liquidas y algunos otros bancos con liquidez faltante.
Los analistas suponen que de ninguna manera se llegará a renovar todo lo que vence. El BCRA tiene depósitos suficientes como para cubrir todo el compromiso, aunque ningún banco renovara nada. Pero el estrés del momento, motorizado por el resultado que tendrán las elecciones del 7 de septiembre en Buenos Aires y el 26 de octubre a nivel nacional siguen marcando el ritmo de todo.
Si se quiere, el indicador que más asusta es lo que está pasando con la tasa de interés de los depósitos a plazo fijo, que siguen subiendo apenas para las colocaciones de poco dinero (se paga entre 33% y 37% anual) pero la tasa que se paga por depósitos grandes (por más de $1.000 millones) denominada tasa Tamar volvió a romper otro techo. Saltó del 53% al 56% anual, lo cual significa la tasa más alta de los últimos quince meses.
Además, como agregado a este momento de gran tensión, la baja de retenciones que se le acaba de aplicar al campo es considerada absolutamente insuficiente por productores que están trabajando al filo de las pérdidas. De ahí que la liquidación de exportaciones de granos volvió a debilitarse por lo que el Banco Central volvió a perder reservas: este lunes se le fueron US$ 138 millones, en una sangría que es mirada con atención por los inversores externos.
De hecho, el nivel de reservas y el apoyo o rechazo a Milei en el inminente turno electoral asoman como decisivos. Los dólares están tranquilos. Los oficiales y los financieros casi no se movieron. El blue rebotó algo. Pero lo notorio del día fue la actitud con acciones y bonos, que están colocados como ante una bandera de largada, para iniciar un nuevo rumbo, en una jornada en la que el riesgo país subió 5 unidades hasta los 733 puntos básicos.
Ahora, de muy corto, todo está jugado con lo que pase este miércoles, para ver cuánto dinero logra rolear la secretaría de Finanzas y, sobre todo, qué tasa deberá pagar para que los pesos sigan colocados en papeles argentinos. Y el número no es inocente: generará intereses que con tasas muy altas terminará afectando el superávit fiscal cada vez más escaso que está logrando el equipo económico en este momento crucial.
Este momento de tensión no es exclusivo de la Argentina. Y a nivel global, hay inquietud en los inversores norteamericanos porque Donald Trump le cierra el cerco a Powell en la Fed, y ya tiene elegido a Steve Miran para la junta de gobernadores de ese organismo. Además, por supuesto, de la reunión programada para este viernes entre Trump y Putin en Alaska por el tema Ucrania, con Zelenski advirtiendo que no está dispuesto a ceder ni un centímetro de territorio.
Con ese marco, a la espera de que la Casa Blanca convierta a la Fed en un joystick de Trump, las tasas largas de EE.UU. siguieron perdiendo fuerza: se pagó 3,9% anual a 1 año de plazo, 3,8% anual a 5 años, 4,3% anual a 10 años y 4,8% anual a 30 años. Y pese a eso, en el exterior el dólar subió contra todo: 0,5% contra el franco suizo, 0,4% en Chile, 0,3% en México, 0,2% contra el euro y el yen y 0,1% en Brasil, China y contra la libra.
A nivel cambiario local, el dólar oficial subió $2,12 hasta $1.339,16, el blue repuntó $10 hasta $1.335, el Senebi bajó $3,50 hasta $1.342, el MEP subió $0,21 hasta $1.331 y el contado con liqui subió $0,69 hasta $1334. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue negativa de 1% y la del CCL con el mayorista fue de 0,9%.
Este miércoles a las 16 horas, además, se conocerá el IPC nacional de julio que difundirá el Indec. Los analistas esperan que el número se ubique entre 1,7% y 1,9%, ya que el grueso del impacto de la suba del dólar se dio recién en la última parte del mes y los precios internos empezaron a moverse luego. De hecho, según la consultora LCG, en la primera semana de agosto las verduras subieron 5%, la carne subió 3,9%, las frutas y panificados 3,1% y los alimentos y bebidas 2%, por lo que el IPC de agosto se ubicará casi seguramente por encima del 2%, un número que se conocerá justo entre la votación bonaerense y la nacional.
Pero antes de eso debe resolverse el vencimiento de deuda de este miércoles, por el que Economía presentó un menú con seis letras en pesos, un bono en pesos y un bono vinculado al dólar a licitar: en detalle se ofrecerá una letra del Tesoro nacional capitalizable en pesos con vencimiento 12 de septiembre de 2025 (S12S5 - reapertura), una letra del Tesoro nacional capitalizable en pesos con vencimiento 30 de septiembre de 2025 (S30S5 - reapertura), una letra del Tesoro nacional capitalizable en pesos con vencimiento 31 de octubre de 2025 (S31O5 - reapertura), un bono del Tesoro nacional en pesos cero cupón con ajuste por CER vencimiento 31 de octubre de 2025 (TZXO5 - reapertura), una letra del Tesoro nacional capitalizable en pesos con vencimiento 10 de noviembre de 2025 (S10N5 - reapertura), una letra del Tesoro nacional capitalizable en pesos con vencimiento 16 de enero de 2026 (S16E6 - nueva), una bono del Tesoro nacional capitalizable en pesos con vencimiento 13 de febrero de 2026 (T13F6 - reapertura) y un bono del Tesoro nacional vinculado al dólar estadounidense cero cupón con vencimiento 15 de diciembre de 2025 (TZVD5 - reapertura).
Frente a eso, con todo lo que hay por delante, los títulos públicos argentinos siguen fuera del radar. Con muchos negocios, los bonos bajaron 0,3% y el riesgo país subió 5 unidades hasta 733 puntos básicos. Es decir, siguen sin fuerza y completamente fuera del mercado voluntario de crédito internacional.
En papeles privados, la intromisión de Trump en la Fed inquieta a los inversores que tienen papeles con múltiplos con cotizaciones en el cielo. De ese modo hubo una rueda en baja para la Bolsa de Nueva York, ya que el Dow cedió 0,5%, el Nasdaq achicó 0,3% y el S&P retrocedió 0,2%. Al tiempo que la Bolsa de San Pablo bajó 0,2% y la de México subió 0,5%.
A nivel local todo estuvo como en animación suspendida. Con muy poco volumen, $70.389 millones de operados en acciones y $98.211 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió este lunes 0,1%. En tanto que los ADR argentinos mostraron suba del 1% al 2,5% para Cresud, Central Puerto, TGS, IRSA, Macro, BBVA y Pampa E; con baja del 2,5% para Mercado Libre.
Finalmente, en commodities, el petróleo subió 0,8%. Hubo toma de ganancias en metales preciosos. Los metales básicos actuaron mixtos. En Chicago los precios mostraron subas en casi todas las categorías, algo que no sucedió en Rosario, ya que la soja estuvo muy para abajo. Y, por último, las criptomonedas siguen siendo usadas como refugio: el Bitcoin subió 2,2% con mejor día para el Ethereum, pero clima mixto en el resto de los valores de ese panel.