En un día que ya vino con un plafón positivo desde el exterior (por el acuerdo de aranceles en el 15% entre EE.UU. y Japón, con avances entre EE.UU. y la UE), el mercado argentino siguió con vibraciones por las secuelas del final de las Lefi. El Gobierno siguió con apretón monetario, llevando a las tasas de interés a los niveles más altos en 16 meses. Con eso los dólares estuvieron mixtos, con leve suba para el blue y bajas ínfimas para los financieros. En tanto que las acciones festejaron, con suba local y salto para los ADR argentinos. Y donde las cosas no salieron tan bien fue con los bonos, que siguen sin levantar, por lo que el riesgo país se acerca a los 800 puntos. Y cuando se acaba la liquidación del campo con retenciones bajas el BCRA volvió a perder reservas.

Es tan pronunciado el apretón monetario que está realizando el Gobierno para que el dólar no suba más y que no aparezca amenaza de pass through, es decir que la inflación no rebote, que los bancos llegaron a pagar por los plazos fijos intereses que estuvieron entre 40% y 45% anual, es decir más de 10 puntos por encima de lo que se pagaba antes de que se iniciara esta crisis por un error autoinfligido del propio equipo económico, que liberó LeFi por $15,5 billones, el 60% del dinero en circulación, provocando una montaña rusa en las tasas de interés y obligando a la secretaría de Finanzas a realizar una licitación de deuda en pesos fuera de programa (en la que pagó tasas de casi 48% anual), al tiempo que -sin Lefi- el "overnight" de los bancos pasaron a ser las cauciones bursátiles que sufrieron taquicardia, con tasas que volaron al 100%, bajaron al 40%, volvieron a subir al 70% y siguen aplicándoles Alplax para ver si la situación se tranquiliza.

Pero, como esta realidad argentina entrega un susto tras otro, el temblor del día fue el vencimiento del plazo para que los exportadores de granos pudieran liquidar con las retenciones más bajas que hubo hasta junio, y que se pudieron vender hasta ahora si se tenían declaraciones juradas firmadas. Pero como eso se terminó, el BCRA se encontró con un mercado cambiario en desequilibrio, sin la oferta de dólares del campo, y con demanda de dólares de los importadores, de los argentinos que viajan al exterior y de los argentinos que se dolarizan por la incertidumbre electoral.

Así, aprovechando la última ventanilla con retenciones bajas, el BCRA sumó reservas por US$ 1.858 millones entre el 10 y el 21 de julio, pero perdió US$ 74 millones el martes y se le fueron nada menos que US$ 220 millones este miércoles. Y este agujero hizo que dentro del equipo económico volvieran a recalcular con gran velocidad, le explicaron a Milei lo que pasaba, indicando que si se mantenían las retenciones bajas que hubo hasta junio no se perdía demasiado dinero (0,1% del PIB), lo cual gatilló una decisión: el Presidente anunciará este sábado en la inauguración de la Exposición Rural, en Palermo, que habrá baja de retenciones, sin que se conozca en profundidad niveles y extensión en el tiempo, ya que es una noticia en desarrollo.

Sin dudas, Milei espera recibir nuevamente aplausos en la pista central. Pero en realidad es una medida que la toma en emergencia, ya que el FMI confirmó que las reservas del BCRA son absolutamente insuficientes y el próximo jueves se reunirá el directorio de esa entidad para terminar de autorizar la entrega de los US$ 2.200 millones que quedaron pendientes del envío por US$ 12.000 millones que se hizo a mediados de abril, junto con la apertura parcial del cepo cambiario.

El elevado nivel de tasas temporales, que en teoría no deberían extenderse demasiado, están logrando colocar al dólar en $1.300, un nivel que no arrastraría demasiado los precios internos.

La situación interna vino atemperada por el anuncio de que EE.UU. llegó a un acuerdo de aranceles con Japón, con chances de que haya un acuerdo con la Unión Europea antes del 1° de agosto. Por ahora, las tasas largas de EE.UU. siguen sostenidas: se pagó 4,1% anual a 1 año de plazo, 3,9% anual a 5 años, 4,4% anual a 10 años y 4,9% anual a 30 años. Y con eso, en el exterior el dólar no cambió contra el franco suizo y el yen, pero bajó 0,2% contra el euro, el chileno y el yen, 0,3% contra la libra, 0,6% en México y 0,8% en Brasil.

En tanto, el mercado cambiario local estuvo mucho más tranquilo. Con el dólar oficial a $1.277,43, el BCRA no intervino en el mercado de cambios. Con esta situación, y vistas las altísimas tasas de interés, el dólar oficial bajó hasta $1.277,43, el blue subió $5 hasta $1.315, el Senebi bajó hasta $1.283,14, el MEP cayó hasta $1.264,19 y el contado con liqui bajó $2,60 hasta $1.265,59. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue del 3% y la del CCL con el mayorista fue de 0,5%.

Fundamentalmente por la escasez de reservas y por una tensión política que no cesa, los bonos argentinos siguen sin despegar, hubo algunas subas, pero el riesgo país subió 12 unidades hasta 775 puntos básicos, demostrando que Argentina no está en condiciones de acceder al crédito voluntario internacional. A pesar de que este miércoles la agencia Moody's les mejoró la nota a ocho empresas argentinas, entre ellas a YPF y Telecom, elevándoles la calificación desde Caa1 (nivel al que fue subida la deuda pública argentina la semana pasada) hasta B2, lo cual ya les abre la puerta a poder conseguir fondos en el exterior con tasas de interés más razonables, posiblemente inferiores al 8% anual en dólares.

En papeles privados, después de los gritos de Trump, finalmente EE.UU. y Japón acordaron un arancel del 15%, lo cual promovió un día positivo para casi todos los mercados. Por supuesto, hubo una nueva rueda en verde en la Bolsa de Nueva York, con suba del 1,1% para el Dow, alza del 0,8% para el S&P y avance del 0,6% para el Nasdaq. Al tiempo que la Bolsa de San Pablo subió 1% y la de México mejoró 1,8%.

Pero esta vez, entre lo que pasó afuera, la mayor calma cambiaria y la promesa de baja de retenciones, el mercado bursátil local volvió a levantar cabeza. Con $87.928 millones operados en acciones y $78.652 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 3,3%. En tanto que los ADR argentinos que se transan en Nueva York terminaron con una suba en bloque del 1% al 6% para YPF, Loma Negra, TGS, Edenor, Pampa E, Telecom, BBVA, IRSA, Central Puerto, Supervielle, Cresud, Galicia, Macro y Bioceres.

Finalmente, en commodities, se notó una distensión, producto de este acuerdo de norteamericanos y japoneses. Hubo una baja del 0,2% para el petróleo. Los metales básicos estuvieron mixtos. En Chicago todos los granos bajaron, pero en Rosario hubo suba generalizada en lo que fue hasta ahora el último día con retenciones bajas (veremos qué anuncia Milei el sábado). Pero donde más impacto hubo del acuerdo entre EE.UU. y Japón fue en metales preciosos y criptomonedas, que hasta ahora habían tomado cotizaciones en las nubes por ser usados como refugio. Con este primer signo, el oro perdió más del 1,2% (la onza de plata resistió) y hubo una baja del 1,2% para el Bitcoin, con retrocesos aún mayores para el resto de las criptomonedas.