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Con luces amarillas, el mercado argentino marca otro récord

Con luces amarillas, el mercado argentino marca otro récord
finanzas

Sin advertir los riesgos que aparecen, la plaza financiera local tuvo otra rueda eufórica. Los dólares libres siguen a la baja. El BCRA compra dólares y suma reservas.

AI
  • 📉 **Quita de jubilaciones**: Se habla sobre la eliminación de jubilaciones para condenados como Cristina Fernández y Amado Boudou.
  • 🤝 **Reunión Milei-Trump**: El presidente Milei se reunirá con Donald Trump, buscando un acuerdo de libre comercio entre Argentina y EE.UU.
  • 📈 **Euforia en el mercado**: El mercado argentino muestra gran optimismo, con acciones y bonos alcanzando niveles récord.
  • 💵 **Dólares libres debilitándose**: A pesar de la compra de dólares por parte del Banco Central, el dólar blue se mantiene en $1.140.
  • 📊 **Riesgo país en descenso**: El riesgo país baja a 772 puntos básicos, acercándose al nivel de Colombia.
  • 📉 **Incertidumbres globales**: Se destaca el fuerte aumento del dólar global y la caída de precios en los granos, lo cual puede afectar a Argentina.
  • 🏦 **Inversiones en bonos**: Los bonos argentinos subieron un 1,4%, generando un ambiente de confianza en los mercados.
  • 📈 **Nuevos récords en la Bolsa**: La Bolsa de Buenos Aires alcanzó récords históricos tanto en pesos como en dólares.
  • 🌍 **Impacto en materias primas**: A pesar del optimismo, los precios de las materias primas están mostrando inestabilidad, con caídas significativas en trigo y maíz.
  • 🪙 **Volatilidad en criptomonedas**: El Bitcoin experimentó fluctuaciones, cerrando a $88.000 tras alcanzar $92.000 recientemente.

Mientras el país entero habló todo el día sobre la quita de jubilaciones de privilegio a condenados como Cristina Fernández y Amado Boudou o sobre la inminente reunión del presidente Milei con el electo Donald Trump (con pedido para hacer una acuerdo de libre comercio entre Argentina y EE.UU.), el mercado argentino siguió sumergido en una notable euforia, con la sensación de que todo es imparable.

Sin tener en cuenta que aparecen numerosos semáforos titilando en amarillo, el país -como Franco Colapinto- continúa viendo de qué modo mejoran los precios de los activos argentinos, con el claro objetivo de conseguir una butaca en la Fórmula Uno Financiera mundial: volver a la categoría de los mercados emergentes y tener un riesgo país y costos financieros internacionales voluntarios con niveles similares al que tienen casi todos los países vecinos de nuestra región.

Y sin repetir y sin soplar, los dólares libres siguieron debilitándose, el Banco Central volvió a comprar dólares este jueves y logró sumar reservas, las acciones argentinas escalaron en Buenos Aires y en Nueva York a récords históricos en pesos y en dólares, y los bonos treparon otro escalón, con el riesgo país bajando hasta 772 puntos básicos, ya colocándose más cerca del riesgo que tiene Colombia, y con la aspiración de ir pronto al riesgo de México o Brasil, con los expertos estimando que el precio contado de los bonos puede subir otro 30%.

Este gran vértigo que tienen los inversores (que viaja a gran velocidad en el terreno financiero pero que camina bastante de a poco en la economía real), no parece tener en cuenta algunas variables que hacen ruido. Más allá de la peligrosa bola de pesos que se están multiplicando nominalmente haciendo carry trade en plazos fijos en los bancos o en otras posiciones en pesos. Más allá de la suba vertical que está anotando el dólar global, provocando una fuerte devaluación en las monedas de países con los que tenemos mucho comercio. Y más allá de que el precio de los granos se sigue hundiendo. Todos siguen poniéndole fichas a los valores argentinos, convencidos de que la ruleta seguirá marcando eternamente en el mismo sentido, sin ningún despiste.

Pero hay muchas cosas a tener en cuenta. Ahora empiezan a aparecer bancos de inversión que esperan que la Fed baje su tasa base en diciembre. Es más, este jueves incluso bajaron más las tasas más largas de EE.UU.: se pagó 4,3% anual a 1 año de plazo, 4,3% anual a 5 años, 4,4% anual a 10 años y 4,5% anual a 30 años. Pero el súper dólar muestra hasta ahora una notable fortaleza, la mayor en años: en el exterior el billete verde subió 0,3% en Japón, 0,2% contra el euro y la libra y 0,1% en China, no cambió en Chile, pero bajó 0,2% en Brasil y 0,4% en México.

Y a nivel local, el mercado cambiario sigue encaminado en la misma línea de los últimos 140 días. Con el dólar exportador a $1.052,87 pesos, el BCRA compró US$ 133 millones en el mercado y al final del día el BCRA sumó US$ 182 millones a las reservas. Y con eso, el dólar blue no cambió y siguió a $1.140, pero el Senebi bajó $8,80  hasta $1.149,41, el MEP se hundió $18,95 hasta $1.103,25 y el contado con liquidación cayó $10,63 hasta $1.147,64. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue del 11% y la del CCL con el mayorista fue del 15%.

Convencidos de que Javier Milei cumplirá a rajatabla con todos y cada uno de los pagos, sin tener en cuenta que en dos meses se inicia la pelea política, con la campaña por la elección de medio término, y que eso puede llegar a meter ruido sobre todo para la economía real, los títulos públicos siguen dando una alegría tras otra. Con doble volumen y muy diversificado, los bonos argentinos subieron 1,4% y el riesgo país bajó 42 unidades, hasta 772 puntos básicos, el menor en cinco años y medio, inferior incluso al nivel que había un mes antes de las PASO de 2019, cuando  Alberto Fernández empezó a convertirse en Presidente de Argentina.

Y la tendencia de los papeles privados también dio de qué hablar. Mientras hay preocupación en EE.UU. por algunos sectores que están mostrando estancamiento, la Bolsa de Nueva York terminó con los peores precios al final, y con todos los índices en rojo: el Dow perdió 0,5%, el S&P declinó 0,6% y el Nasdaq achicó 0,7%. Al tiempo que la Bolsa de San Pablo subió apenas 0,1% y la de México bajó 0,4%.

Pero lejos de esa preocupación bursátil general, el mercado de papeles privados argentinos siguió festejando a puro pito y matraca. Con $98.530 millones operados en acciones y $76.170 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 2,1%, logrando al mismo tiempo un récord histórico de nunca jamás medido en pesos y de igual modo otro récord histórico de nunca jamás medido en dólares, ya superando en casi 3% la marca máxima alcanzada en enero de 2018, cuando el gobierno de Mauricio Macri empezó a desgranarse. Y el récord de vuelta de los papeles privados no fue únicamente local: los ADR argentinos en Nueva York anotaron una suba en bloque del 1% al 12% para Telecom, TGS, IRSA, Supervielle, Central Puerto, YPF, Edenor, Cresud, Despegar, Pampa E y Loma Negra, con bajas del 2 al 6% para Bioceres y Mercado Libre.

Más allá de toda esta algarabía, hay indicadores en las materias primas que deberían empezar a hacer pensar a los inversores que ni las copas de los árboles llegan al cielo ni las raíces al infierno. Hubo suba del 0,1% para el petróleo. Pero los metales preciosos estuvieron otra vez frenados. Los metales básicos actuaron nuevamente mixtos. Hubo fuertes retrocesos para los granos, tanto en Chicago como en Rosario, con bajas fuertes en trigo y maíz. Y el panel de las criptomonedas está sumergido en una altísima volatilidad: el Bitcoin (que llegó a 92.000 dólares hace un par de ruedas) terminó a 88.000 dólares hoy y hubo bajas de hasta el 3% para el resto los valores cripto.

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