Daniel González advirtió: "Sin convencionales, Vaca Muerta no existe"

Ante más de 1.000 empresarios, el Gobierno y la industria coincidieron en que el país atraviesa una oportunidad histórica, pero también un momento crítico: precios internacionales bajos, urgencia de inversiones y una carrera global que no espera.
El secretario de Coordinación de Energía y Minería, Daniel González, abrió el almuerzo con una advertencia que marcó el clima de la jornada: "No puede haber Vaca Muerta sin el desarrollo de los convencionales".
Frente a un salón colmado de empresarios, González destacó que el derrumbe del precio internacional del crudo golpea "durísimo" a la producción convencional y desafía su subsistencia: "Son U$S 12 menos por barril que complican toda la ecuación económica", afirmó.
Aun así, reivindicó la resiliencia del sector: 20% más de pozos perforados que el año pasado en no convencional; 30% más de etapas de fractura, y récords históricos de producción y avances en la balanza comercial, impulsados por un ecosistema "liderado por YPF y acompañado por compañías argentinas".
"Tenemos una industria que entiende que los ciclos de precios pasan y que Argentina vive una oportunidad histórica", sostuvo.
González recordó que el Gobierno acordó con las provincias petroleras la eliminación de retenciones a las exportaciones de crudo convencional, una medida destinada a sostener la actividad en un contexto de precios deprimidos.
También anunció que se analiza incorporar a todo el upstream al régimen para incentivar inversiones y producción adicional. En paralelo, confirmó que el RIGI ya permitió destrabar proyectos estratégicos, entre ellos: el oleoducto Vaca Muerta Sur, los dos proyectos de GNL de PAE y YPF-Genneia y las nuevas plantas de tratamiento de petróleo no convencional.
"El RIGI muestra hacia dónde queremos que converja toda la economía argentina", afirmó.
El secretario detalló el proceso de liberalización gradual del mercado de gas, que incluye:
"El gobierno está al lado de la industria, pero no para invertir. Esa etapa ya terminó. La inversión la hace el sector privado porque la hace mejor. Nuestro rol es crear condiciones para que les vaya bien", cerró González.
Por su parte, el presidente del IAPG, Ernesto López Anadón, ofreció un diagnóstico optimista pero cargado de advertencias.
"Asombra lo realizado por la industria en estos dos años", afirmó, y enumeró los hitos recientes: la producción de petróleo superó el pico histórico de los años 90; el gas aumentó de manera significativa; las exportaciones de crudo y gas siguieron creciendo, y las importaciones de gas cayeron 45% por mayor oferta local e infraestructura.
Con esos datos, estimó que la balanza energética 2025 mostrará un superávit de U$S 7.000 millones, con potencial de casi triplicarse en pocos años.
López Anadón subrayó los proyectos que amplían la capacidad exportadora del país: ampliación del sistema de Oldelval y un segundo proyecto en análisis; avance del Vaca Muerta Sur, con nuevo puerto de exportación; reversión del Gasoducto Norte, clave para enviar gas a Brasil; los dos grandes proyectos de GNL; nuevas obras anunciadas por Camuzzi, y un hecho inédito desde los años 90: permisos de exportación de gas por 30 años.
También destacó la reconstrucción de los mercados mayoristas de gas y electricidad, y la recuperación de previsibilidad a partir del pago de deudas estatales atrasadas.
El presidente del IAPG insistió en que Argentina está encaminada hacia 1,5 millones de barriles diarios, y entre U$S 20.000 y US$ 30.000 millones anuales de inversión.
La magnitud del desarrollo demandará entre 30.000 y 36.000 trabajadores directos en E&P y hasta 240.000 en construcción, con un entramado de más de 10.000 proveedores, el 78% pymes.