"Hace poco tiempo, apenas dos o tres años atrás, nos preguntábamos '¿Cuándo vamos a hablar de autos?' Bueno, ahora -por suerte- volvimos a hablar de autos, que se lanzan, que que se renuevan, y eso es bueno. Y hoy que estamos presentando la Nueva Kicks se cumplen dos años de de la asunción del Presidente (Javier) Milei, y la verdad es que ni el más optimista hubiera pensado que dos años después íbamos a estar en la situación en la que estamos hoy, por lo menos en nuestra industria, en nuestro rubro".

Ricardo Flammini es Presidente y Director de Nissan Argentina, una marca que atraviesa a nivel local, regional y sobre todo global un momento de inflexión. La decisión de dejar de producir la pick-up Frontier en Córdoba y decidir traerla importada desde México puede parecer lo más resonante, porque de hecho lo es, pero eso no repercutió en ventas, ya que crecerá en volumen y aspira a repetirlo en 2026.

"Nosotros venimos haciendo un share aproximado de 3%, nuestra intención para el año que viene es crecer y estar en el orden del 3,5%. Este año -que al ser año fiscal japonés lo vamos a estar cerrando en marzo- lo haremos con un volumen de entre 19.000 y 20.000 unidades, y venimos de vender 13.000 en 2024, lo cual es un buen crecimiento", detalló.

A nivel mundial, el panorama es más sombrío, con ventas estancadas y pérdidas operativas en la primera mitad del año fiscal, tras una fusión frustrada con Honda.

Sin embargo, Flammini -que tiene una dilatada carrera en la industria automotriz local y ya pasó varias crisis- no ve todo tan negativo y durante la presentación de la Nueva Nissan Kicks decidió hacer un balance, en el que destacó algunos cambios en las políticas.

"En diciembre de 2023 hicimos un almuerzo con ustedes y hablábamos si el crecimiento iba a ser en forma de 'V' o de 'pipa de Nike', y yo dije que iba a ser un crecimiento en 'V', y creo que así fue. Más allá de que podamos discutir un montón de cosas, si nos gustan o no, si nos parecen bien o mal, la industria pasó de 300 mil y pico de patentamientos a más de 600 mil que va a terminar este año, y eso es muy bueno. Y se hicieron muchas cosas para que eso pueda suceder", reflexionó.

"Recuerdan que teníamos los términos de pago, ¿no? Uno traía un auto terminado o piezas para producir y no podía pagar, o sea, las vendía, cobraba los pesos y tenía que esperar seis meses, depende lo que fuera que traía y se corría un riesgo enorme que era quedarse con esos pesos... Bueno, después vino la devaluación y ese enorme monto de deuda comercial... también se eliminó, por suerte, la primera banda de Impuestos Internos, lo que ayudó muchísimo a que los precios pudieran ir bajando, también el costo financiero que implicaba todo lo que mencioné, que era algo que definitivamente iba al precio. Y bajó mucho la tasa de interés, que también es importante para que haya financiación, porque cada vez que baja la tasa de interés, los patentamientos crecen", enumeró.

"Se liberó un cupo de 50.000 unidades electrificadas por año a un valor FOB menor a US$ 16.000, y eso ha hecho que haya habido ingresos de muchos vehículos y marcas que que incluso todavía los consumidores no terminan de entender bien. Y se está estudiando un acuerdo con EE.UU. para para tener algún tipo también de de exención impositiva y que puedan venir vehículos de allá. Todo esto hace que el gran beneficiado sea el consumidor, definitivamente. Porque antes tenía que elegir entre autos nacionales y algunos importados, y se pasó a un abanico enorme de vehículos, y la segmentación empieza a ser un poquito más normal", amplió.

Flammini puso el foco en una tendencia que cambió radicalmente, que "no era normal que el 25% de los patentamientos en Argentina fueran pick-ups, eso hablaba de que claramente había clientes que las compraban porque no había otra cosa".

"Repito: creo que el gran beneficiado es el consumidor, pero hay que poner un ojo en la industria, ¿no? Cuidado con eso porque obviamente todo lo que estoy diciendo también apunta a que los precios bajen, y meten presión en los precios y nos obligan a nosotros a tratar de ser mucho más eficiente en todo lo que hacemos para poder competir, porque ahora realmente se compite fuerte", subrayó el ejecutivo.

"Yo espero que esto no sea una burbuja como la de fines de los años 70 y principio de los 80, con los Daihatsu Cuore, ¿se acuerdan? Un montón de vehículos entraron ahí y después eso se terminó, entonces espero que no sea así y que realmente la nuestra industria pueda despegar, nuestro rubro pueda despegar y los clientes puedan tener confianza de que la oferta siga siendo la que tenemos hoy", dijo. 

"En definitiva creo que está bien lo que está pasando, nosotros lo vemos como algo realmente bueno", añadió aunque -minutos después- reconoció también que ir a una apertura total "puede ser peligroso".

"Insisto: es algo bueno para el consumidor pero que tira los precios para abajo pero -a pesar de que nosotros ya no producimos acá- eso puede ser peligroso" para la industria.

"Hoy es muy difícil planificar también. ¿Cuánto van a ser los patentamientos en 2026? Es difícil saberlo, yo creo que seguramente estén por arriba de 650.000 unidades, si todo sigue como como hasta hoy; creo que vamos bien, y eso nos va a dar la posibilidad de seguir lanzando nuevos vehículos y beneficiando al consumidor", sostuvo.

Abajo del escenario, el directivo evitó el mano a mano con los medios, salvo alguna nota puntual de TV para hablar del nuevo producto. Esto se dio en medio no sólo de la salida como terminal sino de rumores sobre la posible venta de la operación en Chile, Perú y Argentina a un distribuidor, algo que desde Nissan niegan rotundamente. Cabe recordar que Flammini es Presidente en estos tres países.

Volviendo a lo industrial, meses atrás el directivo había admitido que la pick-up Frontier podía llegar a venir importada desde México al mismo precio o hasta más barata que hecha en Argentina, algo que ahora ratificó poniendo el foco en la alta carga impositiva que tiene la industria automotriz local, y que México -en contrapartida- no le pone impuestos a los vehículos que exporta.

"Nosotros seguimos con el plan que les comunicamos en abril que incluye la consolidación de la producción de Frontier en México. No vamos a tener blackout, no va a haber una interrupción en la oferta de pick-ups, nos aseguramos el suministro fabricando un poco más hasta que llegue la mexicana y se dé el cambio de producción, y tampoco -por supuesto- va a haber falta de oferta de piezas, repuestos y servicio", aseguró.

"Nos preguntan qué pasó con esto, y para resumir digo que es muy difícil hoy en día producir en dos plantas el mismo producto, y en la misma región. El proyecto que teníamos era hacer tres pick-ups que finalmente nunca se terminó de consolidar, así que hacía todo el sentido volver a tener la la producción de Frontier en una misma planta", detalló.

En cuanto a la no participación de la marca en el cupo de los electrificados, dijo que podrían evaluarlo para 2027, y descartó la posibilidad de la llegada de una marca como Datsun. 

En lo concerniente a si se concreta algún tipo de exención impositivo con vehículos hechos en EE.UU., admitió que le gustaría traer dos modelos: "Si tuviera una bala de plata sería la Pathfinder, es un modelo que hace tiempo venimos intentando tener, aunque también me gusta mucho el Z, porque la 'pata' deportiva de Nissan es algo que a mi me interesa, y si bien es un nicho muy chico puede dar rédito si se lo trabaja bien".

"¿Una Navara V6? Si se permitiera entrar ese tipo de vehículos, como son las pick-ups full size, sin el 35% de impuestos se va a poner súper competitivo todo, va a afectar a la industria local porque va a meter presión sobre las pick-ups de una tonelada, y yo ese juego no sé si lo quiero jugar", puntualizó Flammini.

En lo que hace a renovación de modelos, en mayo se lanzará el Kait, el reemplazante del actual Kicks Play, y ya aparece en el horizonte el Nuevo Sentra. Como parte de sus acciones de marketing, la automotriz adelantó que este verano estará con un stand en el centro de Cariló con Kicks Play, Nuevo Kicks y X-Trail, su tríada de SUV.