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Estudio inédito: analizaron a 6.000 porteños para analizar sus "consumos adictivos"

gcba-uca

Los datos sobre las prácticas de riesgo adictivo en la población de CABA son útiles para disponer de una línea diagnóstica para la implementación de políticas de prevención e intervención.

El Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires presentó los resultados de la primera Encuesta de Prácticas de Riesgo Adictivo, un estudio inédito realizado en convenio con el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA). 

La encuesta, representativa de la población de 18 a 75 años, relevó a 6.000 personas en todos los barrios de la Ciudad. Es el primer estudio de este tipo diseñado específicamente para CABA y servirá como línea de base para el diseño de políticas públicas en materia de consumos problemáticos.

"Hoy damos un paso importante. Por primera vez, contamos con un diagnóstico serio, profundo y representativo sobre las prácticas de riesgo adictivo en la Ciudad. Sabemos más y mejor qué pasa en cada comuna, en cada franja etaria, en cada realidad social. Y eso nos permite diseñar políticas públicas que no se basen en intuiciones ni buenas intenciones, sino en evidencia concreta", señaló Gabriel Mraida, ministro de Desarrollo Humano y Hábitat. 

La presentación del informe se realizó en el auditorio Dr. Francisco Velsecchi de la Universidad Católica Argentina sede de Buenos Aires. 

La apertura estuvo a cargo de Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA-UCA), que destacó: "La naturaleza de los consumos adictivos en todas sus formas en la sociedad actual obliga tanto al campo académico como a la gestión pública a considerarlos como una problemática social compleja, interdisciplinaria, multinivel, que excede a la responsabilidad individual y familiar, incluso de los agentes sociales que a diario enfrentan los problemas". 

Y agregó: "En este contexto, las políticas públicas enfrentan un desafío diferente al tradicional. No bastan los diagnósticos de los expertos. La vinculación entre los procesos de crianza, formación y socialización a escala micro familiar o social, y las acciones que se tomen en la esfera institucional, comunitaria o pública, son claves para lograr un proceso efectivo y virtuoso de progreso y florecimiento humano, protección, cuidado y promoción de las personas sometidas a situaciones de riesgo en su salud física y mental, así como a situaciones de violencia e inseguridad personal".

Participaron de la presentación: Solange Rodríguez Espínola, investigadora y coordinadora del Programa Capital Humano y Bienestar del Observatorio de la Deuda Social Argentina y autora del estudio; Agustina Márquez, gerenta del Observatorio de Desarrollo Humano del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad de Buenos Aires y autora del estudio; Marina Charpentier, Licenciada en Servicio Social por la Universidad Argentina John F. Kennedy. Fundadora de Familia Esperanza; Mercedes Aranguren, Licenciada en Psicología por la Universidad Católica Argentina. Presidente de Fundación Convivir.; Matías Kornetz, director general de Políticas Sociales en Adicciones en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; el párroco Fabián Belay, responsable de la Comunidad Padre Misericordioso de la Federación de los Hogares de Cristo y delegado Arquidiocesano de la Pastoral de Drogadependencia y Mauricio Giraudo, subsecretario de Fortalecimiento Personal, Familiar y Comunitario del GCBA.  

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