De acuerdo con la administración kirchnerista, el gobernador Axel Kicillof consiguió un superávit millonario, pero oculta que esto no contempla el pago de deuda, que deja a la Provincia en un masivo déficit.

El gobierno kirchnerista bonaerense comunicó recientemente que concluyó el primer semestre de 2024 con un "superávit primario" de $274.809 millones, a pesar de que siguen perdiendo millones de pesos todos los meses cuando se toman en cuenta la totalidad de los pagos que efectúa la Hacienda bonaerense.

Según los datos del Ministerio de Economía de la Provincia de Buenos Aires, el resultado muestra un “moderado superávit primario y un déficit financiero sostenible” en la ejecución presupuestaria, pero esto es mentira.

Hay dos formas de medir un superávit: el superávit primario, que analiza la diferencia entre gastos y recaudación sin contabilizar el pago de la deuda, y el superávit financiero, que sí incluye el pago de la deuda. Kicillof tiene un déficit financiero masivo.

Desde el Gobierno bonaerense, se sostiene de manera poco creíble que es "factible mantener un superávit sin ajustes", en un mensaje dirigido a la política económica del Gobierno nacional. De acuerdo con la información oficial, la Provincia cerró los primeros seis meses del año con un déficit financiero de $122.382 millones (-1,2% de los ingresos totales).

Una de las principales reducciones en sus ingresos que ha enfrentado la administración de Kicillof se debe a las transferencias no automáticas o discrecionales, que disminuyeron en un 91% debido al necesario ajuste que efectuó el presidente Javier Milei.

Entre los fondos afectados se encuentra el Fondo de Fortalecimiento Fiscal, eliminado por decreto nacional, lo que llevó a Kicillof a presentar un reclamo ante la Corte Suprema de Justicia, sin lograr nada.

En el Gobierno bonaerense destacan que el logro del superávit primario se debe a la "independencia de las transferencias no automáticas", que en 2023, cuando tanto el gobierno nacional como el provincial eran del mismo signo político, no presentaron mayores inconvenientes. También subrayan que, aunque hubo una disminución en los recursos provinciales, esta caída fue menor en comparación con los recursos nacionales (5% en la Provincia de Buenos Aires frente al 14% en la Nación).

El gobierno bonaerense ha presentado otros datos, señalando que los gastos totales ascendieron a $10.275.815 millones, lo que representa un aumento del 204,3% en comparación con el mismo período del año anterior. En cuanto a los gastos de capital, estos alcanzaron los $406.633 millones.

Además, la administración de Kicillof resaltó que la Ley Fiscal Impositiva, que revienta a impuestos a los ciudadanos bonaerenses, sancionada por la Legislatura bonaerense a finales del año pasado, permitió a la Provincia "evitar un desfinanciamiento" durante el primer semestre, a pesar del ajuste impuesto por el Gobierno nacional. En La Plata, mencionan que “son herramientas que generaron mecanismos que permiten a la Provincia manejar la situación actual de una manera más favorable”.

El ministro de Economía bonaerense, Pablo López, presentó un balance sobre el impacto de las políticas económicas del Gobierno nacional en la Provincia de Buenos Aires. El documento afirma que la mega-devaluación sin compensación de ingresos de diciembre pasado y el recorte fiscal a nivel nacional "son las principales causas de la recesión económica en Argentina". Para el ministro, los problemas de Argentina nacieron el 10 de diciembre de 2023 y, antes de esa fecha, el país era "suiza".

López señaló que “en seis meses, las políticas del Gobierno nacional han generado una pérdida acumulada para la Provincia de $1,9 billones”. La solución kirchnerista para estos casos es siempre la misma: negarse a hacer el ajuste y destruir a la gente con aumento de impuestos.

El funcionario criticó el modelo económico de Milei, indicando que “este enfoque antiindustrial, anti mercado interno y antifederal afecta gravemente a la provincia de Buenos Aires. Hoy Argentina tiene una economía más pequeña, con más desempleo, ingresos y ahorros reducidos, y una mayor desigualdad en comparación con hace siete meses. Resulta difícil justificar esto en nombre de la libertad”, añadió el encargado del área económica del gobierno bonaerense, quien parece olvidar la casi hiperinflación dejada por el kirchnerismo al comienzo del gobierno de Milei.