A través de un pedido de acceso a la información pública al Banco Central, se descubrió que el costo de los nuevos billetes de 10.000 y 20.000 resulta ser mucho más económico que las últimas impresiones encargadas por Alberto Fernández.

El kirchnerismo parecería tener un grave problema de adicción con los curros, porque todos los días se descubren nuevos negocios corruptos que involucran a su desastrosa gestión. En este caso, no contentos con dejar a la Argentina endeudada con China a causa de la emisión monetaria, ahora apareció otro oscuro negocio que involucra los costos de los billetes impresos.

El Banco Central (BCRA) anunció a principios de mayo la puesta en circulación del nuevo billete de $10.000, al que se le sumará en el tercer trimestre del año el billete de $20.000. El gobierno de Javier Milei había anunciado a principios de año la introducción de estos nuevos billetes con el objetivo de facilitar las transacciones en el contexto de alta inflación que atraviesa el país, como consecuencia del desastre económico kirchnerista.

Para imprimir estos billetes, el Banco Central contrató a dos casas de moneda en el extranjero: China Banknote Printing and Minting Corporation (que confecciona los billetes de $10.000, con los rostros de Manuel Belgrano y María Remedios del Valle, y el de $20.000, con Juan Bautista Alberdi) y Crane Currency Malta Limited (que también imprime otra parte de los billetes de $10.000).

Según se pudo saber al acceder a documentos oficiales del BCRA, esta entidad encargó en total 1.190 millones de billetes de ambas denominaciones, que se dividirán de la siguiente manera:

Por la impresión de estos billetes, el Banco Central pagará un total de aproximadamente US$89.525.000. De esta cifra, US$78.790.000 se destinarán al contrato con China Banknote Printing and Minting Corporation, mientras que a la compañía Crane Currency Malta Limited se le pagarán unos US$10.735.000.

En China, el billete de $10.000 tiene un costo de 84,92 dólares por millar, es decir, por 1000 unidades de esa moneda, mientras que el billete de $20.000 tiene un costo de 58 dólares por millar en la misma ceca. Por otra parte, la impresión de los billetes de $10.000 en Malta tiene un costo de 56 dólares por millar.

En ambos casos, los costos están muy por debajo de lo que la gestión de Alberto Fernández pagó por buena parte de los billetes impresos entre 2020 y 2023.

Durante el gobierno anterior, el Banco Central contrataba a la Casa de Moneda para que se encargara de la impresión de billetes. Sin embargo, debido a la alta demanda del BCRA, se debió subcontratar a otras casas de moneda en el exterior.

TN reveló en marzo pasado que la gestión anterior dejó una importante deuda con China y Malta por la impresión de estos papeles. Se estima que la deuda con China era de US$24 millones, mientras que con Malta ascendía a US$11.767.000.

Mientras Milei paga 56 dólares por 1000 billetes de $10.000 en Malta, la gestión de Alberto Fernández, que contrataba a Casa de Moneda, la cual subcontrataba a otras casas en el extranjero, pagó 120 dólares por 1000 billetes de $1000 que se hacían en Brasil, España, Malta y China.

Un ejemplo que ilustra esta reducción de costos es que el nuevo billete de $20.000 tiene un costo de 58 dólares por millar, mientras que los billetes de $500 se pagaban a 99 dólares por millar durante la gestión anterior. Este mismo valor se aplicaba para los billetes de $200 y $100, que también costaban 99 dólares por millar y se imprimían en Brasil.

Esta reducción en costos se debe, en parte, a que la nueva gestión del Banco Central ya no contrata a la Casa de Moneda para la impresión de billetes, sino que realiza contratos directos con organismos en el extranjero.

Una fuente vinculada al gobierno anterior trató de justificar el sobreprecio con que "los billetes eran más caros debido a las medidas de seguridad adicionales que se utilizaban". Sin embargo, las nuevas autoridades del BCRA demostraron que los billetes de $10.000 y $20.000, impresos en papel de algodón, cuentan con las tradicionales medidas de seguridad como la marca de agua y el hilo de seguridad, además de elementos de seguridad que permiten su reconocimiento por máquina.

En 2023, en plena campaña electoral y planes platita de Massa, la demanda de billetes por parte del Estado fue tan alta que se gastaron unos US$7 millones en traslados para que ese volumen de dinero ingresara al país. Los billetes llegaron tanto por vía aérea como marítima.

De Kevin Frank para La Derecha Diario.