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El Bonte 2030 sale al ruedo y tiene implícita una inflación más alta de la esperada: cómo impacta

El Bonte 2030 sale al ruedo y tiene implícita una inflación más alta de la esperada: cómo impacta
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Este miércoles comienza a cotizar el Bonte 2030. El mercado internacional convalidó una alta demanda y la atención estará en el precio de las primeras operaciones y el impacto en el resto de las curvas

El Bonte 2030 sale este miércoles a cotizar al mercado y la atención estará puesta en el precio de las primeras operaciones y el impacto en el resto de las curvas. La tasa convalidada fue del 29,5%, lo cual marca una inflación esperada del 19% anualizada hasta 2030, superior al 15% estimado por el consenso del mercado para 2026.

Esto podría afectar al resto de las curvas, o bien hacer que el nuevo Bonte experimente un fuerte rally. ¿Qué esperan los analistas?

En la licitación de la semana pasada, el foco principal estuvo puesto en la oferta internacional del BONTE 2030, que despertó un elevado interés por parte del mercado internacional.

Se recibieron ofertas por u$s 1694 millones, un 70% por encima del monto máximo previsto de u$s 1000 millones. Finalmente, se adjudicó el tope fijado a una tasa nominal anual del 29,5%.

Si bien esta tasa parece elevada, es relevante considerar que el bono se adjudicó a un tipo de cambio de $ 1148, mientras que el dólar cerró ayer en $ 1160, lo que reduce la tasa efectiva en pesos para los inversores.

Los analistas de Delphos Investments señalaron que la fuerte demanda por el BONTE muestra que este tipo de instrumento puede convertirse en una herramienta viable para el Tesoro.

"Permite canjear deuda en dólares por deuda en moneda local, a la vez que se mejora el perfil de vencimientos en pesos. Si bien el atractivo del bono radica en parte en el premio otorgado a ciertos fondos extranjeros que requieren una prima por iliquidez y por el riesgo asociado al peso argentino, consideramos que el retorno del país a los mercados internacionales con un bono en pesos suscripto por no residentes es una señal positiva, aun con una tasa elevada", remarcaron. 

Hoy comienza a cotizar el Bonte 2030 y la atención estará en el precio de las primeras operaciones y el impacto en el resto de las curvas. Si bien la emisión fue bien vista por la mayoría del mercado, detrás de la tasa existe un interrogante importante y con impacto en la curva de bonos en pesos.

Según estimaciones de Delphos Investments, en la curva CER la tasa del BONTE implica una inflación implícita cercana al 19% anualizada hasta 2030, notablemente superior al 15% estimado por el consenso del mercado para 2026.

Según advertían desde la consultora, esto podría afectar negativamente el rendimiento de los bonos CER largos. "La tasa de corte fue del 29,5% TNA, lo que implica un premio sobre la curva, incluso considerando la posibilidad de que se ejerza la opción de Put. En este sentido, la gestión priorizó el regreso a los mercados por sobre el costo del financiamiento, convalidando así una tasa superior a la de mercado y una inflación implícita del 20% promedio anual hasta el vencimiento del bono. Esto contrasta con la inflación implícita a 2026, que se encuentra en torno al 15% TEA y con una tendencia descendente", explicaron.

Desde que fue emitido, el bono todavía no operó oficialmente en el mercado secundario sino que lo hizo en lo que se llama "grey market", siendo este un mercado no oficial y que sirve de estimativo para determinar cuál será las primeras operaciones del título.

El bono salió a $100 y cotiza en $108 en el mercado gris. De convalidarse ese precio, la tasa del título estaría mostrando una importante compresión. 

De esta manera, dada la tasa de corte del Bonte2030, esto podría afectar a la dinámica de la curva CER, o bien que el nuevo Bonte2030 muestra una fuerte suba en el inicio del mercado secundario.

"Para que el nuevo bono se alinee con las expectativas del mercado, debería registrar una suba significativa (al menos de 4%), o bien el resto de la curva ajustar para ubicarse a la par de este instrumento y en consistencia con las expectativas del mercado", dijeron desde Delphos.

Por su parte, Rodrigo Benítez, economista jefe de MegaQM, consideró que la emisión del nuevo Bonte 2030 hay que mirarla como una emisión en dólares, ya que la operatoria inicial estuvo abierta solamente a ese canal.

En esa línea, el economista de MegaQM explicó que se mira la tasa a la cual se colocó, debemos tener en cuenta que va contra la devaluación esperada y no contra la inflación.

"Los inversores que ingresaron buscan cerrar una operación de carry trade, en donde el rendimiento en moneda local es mayor a la evolución del tipo de cambio y por lo tanto les genera un premio que, medido en dólares, es superior a las tasas de mercado. Ese rendimiento depende mucho de cómo evoluciones el tipo de cambio", detalló.

Haciendo ejercicios sobre la dinámica cambiaria, Benítez señaló que si el dólar fuera hacia el techo de la banda y se mantuviera allí, el rendimiento para los inversores (que ingresaron a $1148 de TCN), puede ser del orden del 8,3% anual medido en dólares.

A su vez, Benítez agregó que si el tipo de cambio evoluciona por debajo de esas cifras las ganancias medida en dólares será mayor.

"Es lógico que la tasa de corte haya cerrado en una cifra donde el escenario de referencia deja rendimientos similares a los que ofrece hoy la curva Hard Dollar y que tiene premio en los escenarios donde el tipo de cambio se mantiene en los niveles actuales. Si lo miramos contra la curva CER, debemos que tener en cuenta que paga intereses semestrales y que la tasa de reinversión de esos intereses probablemente sea mucho menor que la tasa de emisión, por tal motivo la TIR final puede ser inferior a la que surge de hacer los cálculos con las tasas de hoy", afirmó Benítez. 

El mercado internacional mostró la misma confianza con la que esta operando el mercado de deuda local en relación al futuro inflacionario de Argentina.

Lo cierto es que los inversores no se posicionarían en bonos en pesos a tasa fija largo plazo si creyesen que la inflación y el dólar se van a disparar.

Justamente, al aceptar un bono a tasa fija a largo plazo implica que tienen la confianza de que la inflación va a seguir apuntando a la baja y que la misma va a estar controlada.

De esta manera, se espera una buena dinámica inflacionaria de corto y de mediano plazo. El hecho de que la curva a tasa fija en pesos se muestre ahora invertida, no implica que el mercado está viendo riesgos de default, sino que en realidad está mostrando una expectativa de mayor desinflación para el mediano plazo. 

Alejo Rivas, Estratega en Balanz, remarcó que la tasa a la que se colocó el Bonte 2030 (29,5% TNA, 31,7% TIR) estuvo en línea con lo que esperaba.

"Estivo en línea a las expectativas de inflación y la tasa real de la curva CER. Es razonable, además, con la incertidumbre de un bono a cinco años. La valuación del bono a la fecha del put en 2027 (como si venciera en ese momento), nos da que la TIR debería ubicarse en torno al 27%, consistente con una tasa real de la curva CER cercana al 10% y expectativas de inflación que se sitúan en un promedio de 16% interanual a mayo del 2027", dijo.

Por otro lado, detalló que cuando se extiende el análisis hasta 2030, esto da como resultado una TIR cercana al 30%, en línea con la tasa de colocación, dado que entra a jugar el riesgo electoral y los distintos escenarios de inflación posibles.

Sin embargo, sigue viendo a los CER como atractivo. "En este contexto, los instrumentos CER siguen siendo una alternativa. El TZX26, por caso, es un buen instrumento para tomar duración y mantener cobertura. Este bono ofrece buenos retornos en nuestro escenario base, además de cobertura frente a escenarios de mayor debilidad del tipo de cambio", remarcó.

Las tasas de inflación esperada para los próximos meses por el mercado apuntan a que el índice de precios caerá al 1,5% mensual desde junio hasta octubre, para que luego la inflación caiga a niveles de 1,2% desde los primeros meses de 2026. 

Maximiliano Bagilet, team líder de TSA Bursátil, remarcó que la estrategia del Gobierno apuntó a priorizar la acumulación de dolares en la emisión del Bonte a 2030.

"Creo que el Gobierno optó por llevarse todos los dólares. Un cupón en torno a un break even de inflación del 20% me parece elevado, por lo que creo que va a acomodarse en el mercado secundario en el corto plazo", dijo.

Dada la emisión del bono, en relación al impacto en la curva CER, Bagilet considera que no cambio el contexto para la curva CER.

"Si miramos los datos de alta frecuencia, estamos viendo una fuerte desaceleración de la inflación en el corto y mediano plazo con un tipo de cambio estabilizado en las bandas. Yo no veo cambios significativos en la estrategia en pesos. En este contexto creo que para una cartera de cobertura a largo plazo, voy por los CER a marzo, junio y noviembre de 2026. Para carteras corto prefiero Lecap y para medio plazo voy por duales", detalló Bagilet. 

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