San Pablo afronta el colapso de su red eléctrica por la falta estructural de financiación, según advierten autoridades de la urbe brasileña. Los cortes están obstaculizando la actividad en una de las mayores ciudades de Latinoamérica.

Este centro financiero y económico clave, en cuya área metropolitana viven 23 millones de personas, ha sufrido en los últimos meses varios cortes a gran escala que han dejado a miles de personas sin electricidad durante varios días consecutivos. Las autoridades de la ciudad y el gobierno federal han culpado a Enel, el grupo energético italiano que opera la red eléctrica desde hace seis años, pero los cortes dejan en evidencia el perjuicio que ha causado la infra financiación crónica que sufren las infraestructuras brasileñas.

"Es un problema muy serio; está claro que Enel es incapaz de continuar", asegura Ricardo Nunes, el alcalde de centro-derecha de San Pablo. Añade que los expertos llevan tres años avisando de que la red se encuentra en riesgo de colapso, sin que se haya realizado ninguna inversión relevante.

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El año pasado, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva convirtió la inversión en infraestructuras en una prioridad para su mandato y se comprometió a dar ayudas por u$s 76.000 millones. Pero, las proyecciones llevadas a cabo por la consultora Inter B sugieren que esas inversiones seguirán este año por debajo del 2% del PBI; es una cifra inferior al 2,5% que llegó a suponer hace una década, en los anteriores mandatos de la izquierda.

Más aún, la mayor parte de esas inversiones las está llevando a cabo el sector privado. Sólo en el sector eléctrico, más del 90% del gasto esté previsto que llegue de la mano de empresas privadas. Alessandra Ribeiro, socia de la consultora Tendencias, explica que la inversión total en infraestructuras supone el 1,8% del PBI en Brasil y que eso está "muy por debajo de lo que se necesita".

Las críticas de Nunes hacia Enel fueron replicadas por Alexandre Silveira, ministro de Energía del Brasil, que ha pedido a los reguladores que inicien un proceso disciplinario que podría suponer la retirada a la compañía italiana de la concesión que tiene en San Pablo hasta 2028. El contrato especifica que Enel debe hacerse cargo de invertir en el mantenimiento de la red.

Un apagón que duró tres días el mes pasado y que afectó principalmente a las zonas más desfavorecidas de la ciudad enfureció especialmente a los paulistas. Empresas, hospitales y escuelas tuvieron que cerrar y el descontento aumentó. En noviembre también se registró un apagón de varios días de duración que, en principio, habría sido causado por una tormenta. Los expertos calculan que el apagón causó una reducción de un 6,5% en las ventas del sector de la distribución, en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Enel explicó que cumple totalmente con sus obligaciones contractuales y regulatorias y que la revocación de su concesión podría suponer "una amenaza para los inversores extranjeros" y " perjudicar las relaciones entre Brasil e Italia". El estado italiano cuenta con un 24% del capital de la compañía. Brasil será el país anfitrión del la cumbre climática COP 30 el año que viene "y poner en riesgo las buenas relaciones que siempre ha tenido con Enel va en contra de los intereses del país". La energética italiana es uno de los principales operadores privados del mundo en el sector de las renovables.

Claudio Frischtak, presidente de Inter B, asegura que Enel es responsable, en parte, de los cortes porque, a pesar de cumplir con sus obligaciones contractuales, ha sido excesivamente lenta a la hora de reparar la red durante los cortes. Pero cree, también, que el Gobierno debería cargar con la culpa de no haber auditado de forma más estricta las actividades de la compañía y por no realizar propuestas para mejorar la resiliencia del sector.

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"Es un fallo múltiple. La situación que estamos viviendo no tiene una sola causa", insiste, destacando que los fenómenos meteorológicos extremos consecuencia del cambio climático están provocando que los cortes sean más comunes y que la única solución a largo plazo pasa por enterrar en el subsuelo los cables de la red eléctrica.

Los problemas eléctricos de la ciudad protagonizarán la campaña electoral de las elecciones municipales que se celebrarán en octubre. Claudio Sales, presidente del Acende Brasil Institute, opina que Nunes y el gobierno de la ciudad buscará vías para motivar a sus votantes mientras que la oposición usarán la crisis para ganar apoyos. Añade que "Enel prácticamente ha doblado sus inversiones hasta los 1500 millones de reales [u$s 300 millones] anuales, frente a los 800 millones de reales que invertía la anterior concesionaria". Por lo que considera que "Enel ha cumplido con los objetivos fijados".