Las acciones estadounidenses se encaminan a su mejor semana desde la victoria electoral de Donald Trump, impulsadas por los sólidos beneficios de los bancos y la moderación de los datos de inflación core, que aumentaron las posibilidades de nuevos recortes de las tasas de interés este año.

El S&P 500 subió 1% el viernes, con lo que el índice cerró la semana con una ganancia de 2,9%.

Esto supondría su mejor suba semanal desde el 4,7% registrado en las cinco sesiones anteriores al 8 de noviembre, cuando la victoria electoral de Trump suscitó esperanzas de que los recortes fiscales y la desregulación de la nueva Administración, impulsarían las empresas estadounidenses. El Nasdaq Composite, de fuerte componente tecnológico, se anotó un 2,5%, lo que supone su mejor suba semanal desde principios de diciembre.

El repunte de la semana pasada se produjo cuando bancos como JPMorgan Chase, Goldman Sachs y Citigroup iniciaron la temporada de resultados en Estados Unidos con fuertes aumentos de los beneficios a finales del año pasado, impulsados por el auge del comercio y la negociación.

La confianza de los inversores también se ha visto favorecida por las cifras publicadas esta semana por la Oficina de Estadísticas Laborales, que mostraron que la inflación general anual subió en línea con las expectativas hasta el 2,9% en diciembre, desde el 2,7% de noviembre. La inflación core, que excluye los costos volátiles de los alimentos y la energía, cayó inesperadamente al 3,2% desde el 3,3% del mes anterior.

Según Mike Zigmont, codirector de negociación e investigación de Visdom Investment Group, los datos de inflación de esta semana hicieron que el sentimiento "volviera a ser de entusiasmo".

Por ahora, "el fantasma de la inflación ha dejado de ser una preocupación [y] los buenos resultados y las buenas previsiones de los bancos han animado aún más a los alcistas [bulls]", añadió.

Las señales de ralentización de la inflación han reavivado entre los inversores la esperanza de que la Reserva Federal de EE.UU., cuya próxima reunión de política monetaria de dos días se celebrará a finales de enero, siga bajando las tasas en los próximos meses.

Las excelentes cifras de empleo publicadas la semana pasada habían llevado a algunos participantes en el mercado a pedir el fin del ciclo de relajación del banco central o incluso una suba de las tasas de interés para contrarrestar la fuerza potencialmente inflacionaria de la mayor economía del mundo.

Las acciones también se habían visto presionadas en las últimas semanas por la venta masiva de bonos centrada en EE.UU.

Sin embargo, la caída se detuvo esta semana, y el rendimiento de los bonos del Tesoro a dos años, sensible a la política monetaria y que sigue de cerca las expectativas de tasas de interés, bajó de un máximo reciente del 4,42% el lunes al 4,26%.

El rendimiento a 10 años, referencia de los costes de los préstamos a nivel mundial, ha caído del 4,8% al 4,61% durante el mismo periodo. Los rendimientos caen a medida que suben los precios.

"La reducción de los riesgos de tasas y la mejora de los beneficios forman una buena combinación para rejuvenecer el escaso apetito por el riesgo", afirma Florian Ielpo, responsable de macroeconomía de Lombard Odier Investment Managers.

"La segunda quincena de enero podría ser testigo de una inversión de las tendencias que marcaron su comienzo: tasas más bajas que conducen a una renta variable más alta", añadió.

Según Aditya Bhave, estratega de Bank of America, las cifras de inflación más bajas de diciembre pueden reducir el riesgo de subas inminentes de tasas. Sin embargo, la resistencia del crecimiento económico, la fortaleza del gasto de los consumidores y la solidez del mercado laboral hacen que "mantengamos nuestra opinión de que el ciclo de recortes de la Fed ha terminado", afirma en una nota a clientes.